Cap. 49 Hoy te prometo…

Después que Dan había abandonado la habitación de Giulian, se dirigió hacia la de su hija. Amy, Daira y Elar estaban en la puerta e intentaban tranquilizar a Amy.

-          ¿Qué sucede ahora?  --  preguntó Dan con cierta nota de fastidio en la voz, y agradeciendo a los Dioses no tener más hijos

-          Míralo tú mismo  --  le dijo Elar y él se preparó para el desastre

-          Vamos Amy, debemos salir ya  --  dijo Daira agarrando a su amiga por un brazo y guiándola hacia las escaleras

Bueno al menos no se está negando a casarse de nuevo, pensó Dan disponiéndose a entrar. Pero ciertamente si bien se había preparado para encontrarse con alguna clase de crisis, no lo había hecho para la impactante visión que lo recibió.

Samantha esta de pie en medio de la habitación esperándolo y Dan sintió un grueso nudo en la garganta al verla. Iba ataviada con un hermosísimo traje blanco que dejaba al descubierto sus hombros, su largo cabello estaba semi recogido dejando caer unos cuantos mechones que enmarcaban la perfección de su rostro.

-          ¿Y bien?  --  preguntó la chica sonriente  --  ¿Qué tal luzco?

-          Estás…  --  pero las palabras se agolpaban en su garganta imposibilitadas de salir  --  … preciosa

-          Gracias papá, pero aun falta algo  --  dijo abriendo la mano y Dan se acercó

Ella sostenía en la palma abierta el brazalete de diamantes que él le había dado el año anterior. Lo tomó y se lo colocó, pero mientras lo hacía pensó que ahora entendía las lágrimas de Amy sin darse cuenta que mientras pensaba en ello, le estaba ocurriendo lo mismo, hasta que sintió la mano de su hija en su rostro.

-          Espero que esas lágrimas sean de felicidad papá

-          Por supuesto hija  --  dijo él abrazándola, pero luego no pudo resistir decir lo que dijo y no habría sido él si no lo hubiese hecho  --  Aunque la verdad, tal vez sea porque no estoy muy seguro de querer entregarte a semejante cretino infeliz  --  y ella rió, pero en ese momento se materializó la figura de Iván

-          Todo listo  y  esperando por ustedes

-          Bien, llegó el momento ¿lista?  --  preguntó él y ella asintió

Cuando se aparecieron en la entrada del Deml, Sam agradeció que lo hubiesen hecho en la parte de arriba y Dan pareció interpretar correctamente la expresión de su hija porque sonrió.

-          No veía la necesidad de cansarnos subiendo esa indecente cantidad de escaleras  --  dijo, pero notó que ella estaba tensa de nuevo  --  Tranquila linda, relájate

Entraron pero luego de atravesar el corto pasillo y si ya Sam venía algo nerviosa, al salir a la nave central sintió que las piernas le fallaban. Ella había querido una boda sencilla como las de sus hermanos, es decir, con la presencia de familiares y amigos, pero aquello estaba abarrotado de personas.

El Cuerpo de Arzhaelíes y Krigers al completo había hecho acto de presencia. Vestían sus uniformes de gala y se habían colocado en formación cerrada semejando un pasillo hasta el lugar donde suponía se encontraba Giulian, ya que desde allí no podía verlo.

En cuanto Dan y ella asomaron a la puerta, se escuchó la voz de mando de Iván, y todas las Gwialen se elevaron formando una especie de arco. Inmediatamente apareció Mael a su lado y Dan le entregó el brazo de su hija para sorpresa de ésta.

-          Espero me concedas el honor de transitar el primer tramo hacia tu felicidad de mi brazo Nena  --  dijo él

Sam estaba confundida pero ya Dan había desaparecido de su lado, de modo que sonrió a Mael y comenzaron a caminar. Habían avanzado un poco, cuando Mael se detuvo y Gail se separó de la formación y sustituyó a Mael.

-          Es mi turno  --  dijo un sonriente Gail, pero no habría sido él si no agregase mientras avanzaban  --  Así todos seremos igualmente responsables de haberte entregado al miserable este  --  dijo ahogando la risa

Un poco más adelante, fue Danny quien salió de la formación y tomó el brazo de su hermana. Después de avanzar otro corto tramo, Iván salió de entre la formación y Danny le entregó el brazo de Sam. Pero aunque ella se sentía feliz, en ese momento una dolorosa ausencia la golpeó, porque allí faltaba Vlad. Sin embargo, apenas habían avanzado un poco más, cuando la cara en miniatura del hombre en quien había estado pensando, le sonreía y estiraba su manito hacia ella, y del otro lado un muy serio Elijah estiraba la otra. Con una opresiva mezcla de felicidad y dolor, ella asió las manos de los niños hasta que su padre reapareció para guiarla en el final  del trayecto.

Cuando Iván alzó a Brendan, Mael a Elijah y Dan la tomó del brazo de nuevo, fue cuando finalmente Sam pudo hacer contacto visual con Giulian  y justo en ese momento el Arzhaelí sintió todo el peso de la belleza de la mujer que estaba a punto convertirse en su esposa, mientras ella se preguntaba cómo había podido dudar por un solo segundo que su vida era aquel hombre, e internamente agradeció infinitamente a Mael.

Desde el momento que Sam lo miró y hasta que Dan le entregó su mano, Giulian parecía haber estado conteniendo la respiración y ciertamente no se enteró de las pesadas bromas que Danny, Gail y Dan no habían podido evitar soltar en el último minuto.

El Delegado de Asuntos Civiles del Consejo de Estado, sería quien oficiaría la ceremonia y en cuanto la pareja estuvo lista, el hombre se paró frente a ellos y dio inicio.

Los miembros del Consejo Arzhaelí, estaban en primera fila a excepción de Jonathan que junto con su hermana,  se encontraban de pie al lado de la pareja de contrayentes. Y mientras el Delegado recitaba los aspectos legales del matrimonio, Iván volvió los ojos hacia Mael.

-          Mael…

-          Déjalo Iván, y no, no estoy bien. Difícilmente podría estarlo cuando acabo de entregar a la mujer que amo a otro hombre

-          No debiste venir, ella…

-          Sí, sí debía hacerlo. Le prometí que nunca la abandonaría y no podía dejarla justamente hoy. Me costó entenderlo y de no haber sido por Garlan, probablemente me hubiese tomado mucho más tiempo y luego me habría matado la culpa.

A pesar de que Iván era un Arzhaelí con un enorme control sobre sus emociones, fue patente el asombro al escuchar lo que Mael estaba diciéndole, porque de entre las muchas personas de las que habría podido esperar que se tomase la molestia de ir por Mael, en la última que habría pensado habría sido en Garlan.

Mientras tanto el susodicho, tenía el ceño más acentuado que de costumbre y pensaba que tal vez la Niña era muy poderosa y hábil, pero tenía un pésimo gusto en hombres, porque de todos los hombres del planeta, tenía que ir a enamorarse del peor de ellos.

Dan por su parte y mientras Amy lloraba en silencio, tenía una cara de maligna satisfacción, porque de entre todos los presentes, era quizá el único que tenía la absoluta seguridad de que Giulian Cornwall había hipotecado su existencia a nombre de Samantha y ciertamente él iba a divertirse mucho, porque ella se la haría tan miserable que el infeliz terminaría enloqueciendo. Cualquiera que hubiese tenido acceso a los aparentemente poco caritativos pensamientos de Dan, habría tenido serias dudas acerca del afecto que podía profesarle a Giulian. Pero éste al igual que todos los presentes, dejaron sus pensamientos cuando la pareja se disponía a pronunciar sus votos.

-          Samantha, hoy te prometo frente a todos los que nos aman, que voy amarte el resto de mi vida, porque tú eres el único motivo que justifica mi existencia. Juro amarte, protegerte y serte siempre fiel, y cuando los Dioses dispongan mi muerte, será a tu lado donde me moriré  --  y dicho esto, deslizó una alianza matrimonial en el dedo de ella

-          Giulian, hoy te prometo amarte, respetarte y seguirte a donde quiera que vayas, porque solo a tu lado mi vida tiene y tendrá sentido. Si la vida nos empuja al fin del mundo, ahí estaré, porque juntos todo lo podemos lograr y el nuestro es un amor hecho para la eternidad  --  después de lo cual, también colocó el anillo en el dedo de Giulian

-          Giulian Cornwall  --  dijo el Delegado  --  ¿Aceptas a Samantha Sofía Douglas O’Neill, como tu legítima esposa?

-          Sí, acepto

-          Samantha Douglas ¿Aceptas a Giulian Alexander Cornwall Hamilton, como tu legítimo esposo?

-          Sí, acepto

-          Entonces, yo los declaro unidos en matrimonio

El Delegado extrajo su Gwialen y la alzó por encima de las cabezas de los novios y pronunció el conjuro

-          Coniugavi ex per vita 

De la Gwialen salió una lluvia de estrellas plateadas que los envolvió, serpenteo entre sus manos uniéndolas y luego desaparecieron. Giulian miraba las brillantes amatistas de los ojos de su mujer, que gritaban en silencio que sería suya para siempre. Descendió y se apoderó de los labios que le habían pertenecido desde el primer beso y que seguirían siendo suyos eternamente.

Una vez que Sam pronunció su aceptación y mientras el Delegado los declaraba unidos en matrimonio, Mael cerró los ojos y dos lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

-          Ya está hecho  --  pensó con suprema tristeza

-          Mael…

-          El último trozo de mi corazón acaba de deshacerse, pero sí es para que ella sea feliz, entonces habrá valido la pena

En ese momento la pareja se había vuelto y se elevó una salva de aplausos, lo que le recordó a Iván que debía asumir el mando de nuevo y aunque estaba muy lejos de sentirse feliz porque el dolor de Mael lo estaba sintiendo con la misma intensidad que si fuese propio, intentó ignorarlo y se colocó al inicio del pasillo para dar las órdenes pertinentes.

Los Arzhaelíes volvieron a formarse, elevaron sus Gwialen y a una orden de Iván en el momento que la pareja de recién casados comenzaba a avanzar, de todas las Gwialen salieron miles de estrellas doradas y plateadas que los acompañaron en su recorrido hacia la salida. Danny y Gail pensaron que en realidad Giulian era muy ostentoso, porque mientras la boda de ellos había sido sumamente sencilla, esta gritaba a los cuatro vientos quién se estaba casando, ya que desde el ritual de la unión de manos con una cinta de estrellas mágicas, hasta el pasillo militar por el que estaban transitando en ese momento bañado igualmente de las menciones estrellas, eran un lujo que pocos Arzhvaels podían darse.

Una vez que abandonaron el Deml y bajaron las escaleras, todos se precipitaron a abrazarlos y a expresarles sus buenos deseos.  Mael fue el último en acercarse, y luego de secar con delicadeza las lágrimas de ella, la abrazó.

-          Ahora comienzas una nueva etapa que espero y es mi mayor deseo, que esté sembrada de dicha, pero no olvides que donde quiera que esté, sigues siendo parte de mí y tu felicidad siempre será la mía Nena  --  le dijo después de separarse

-          Gracias Mael

-          Felicidades Giulian  --  dijo tendiéndole la mano, porque no se veía capaz de más

-          Gracias  --  le contestó mientras Mael lo miraba con fijeza a los ojos

-          No me des las gracias, solo asegúrate de hacerla feliz porque sabes perfectamente de lo que soy capaz si te equivocas.

Ese pensamiento penetró con la misma contundencia y frialdad de una afilada y certera daga de acero en la mente de Giulian, y podía dudar de muchas cosas, pero no de lo que acababa de decirle aquel sujeto.

Muy cerca de allí, cuatro figuras observaban atentamente, los acontecimientos.

-         Se acerca el momento  -- dijo Aine, el Hada del Aire

-         Está preparada  -- agregó Liminiades

-         No, aún no lo está  -- discrepó Sealkie  -- aún debe aprender a confiar en los demás

-         Y necesita escoger a quienes transferirá sus dones  -- concluyó Waldweibleim

-         Pero está preparada para recibir la información, es tu deber Sealkie, ayudarla a equilibrar su energía, y el tuyo Waldweibleim, entrenarla en manejar el entorno físico. Y el tuyo Aine, que entienda que los pensamientos y los sentimientos aunque pueden ser manipulados, nunca deben interferir con la naturaleza propia de las personas.

-         Soy de la opinión de esperar un poco, su energía se verá dispersa por algún tiempo, ya que debe compartirla  -- dijo Sealkie

-         Todavía hay algo que debe saber antes. Esperaremos solo eso. El tiempo se agota. Ambos mundos están en peligro.

Todos habían marchado a Averdeen y ahora Amy junto con las chicas ayudaban a los invitados a acomodarse en las mesas. Los novios abrieron el baile y luego Sam bailó sucesivamente con todos los miembros masculinos de su familia, para luego pasar a sus compañeros, entre los que figuraban sujetos a los que ni siquiera conocía pero que morían por ver de cerca de la criatura que había sido capaz de atrapar  a Giulian Cornwall, y entendieron a cabalidad las posibles y muy buenas razones del desgraciado ese para dejarse atrapar. La mayoría de ellos había participado en la organización de la fiestecita de la pasada noche y habían hecho todo lo posible y hasta lo imposible por destruirlo. Pero ahora, al ver a la joven y encantadora señora Cornwall sintieron algo parecido al arrepentimiento y algunos de ellos incluso tuvieron dudas en acercarse a la chica, recordando la reacción de la esposa de Philip ante Giulian el día de su boda. Sin embargo, Samantha se había portado sumamente cortés con todos, lo que elevó sus niveles de arrepentimiento, aunque seguían pensando que aquel miserable tenía una suerte inmerecida y ciertamente no le asistía el derecho a tener  a una chica como aquella.

Después de bailar con Armel, Sam caminó hacia la mesa donde estaba Garlan bromeando con Alaric y Jonathan.

- Señor McEwan  --  dijo la chica y a él se le borró la sonrisa de los labios antes de volverse

- ¿Se puede saber qué mal he hecho para tener que soportarte Niña?  --  preguntó acidez mientras los otros reían

- Por empezar estás en mi boda, así que si viniste…

- Si vine fue para ver si realmente ese infeliz tendría el valor de lanzarse al precipicio  --  la interrumpió él

- Suponiendo que eso sea así, tu curiosidad quedó satisfecha

Los demás no hacían ningún esfuerzo por disimular la risa, porque todos disfrutaban mucho de los pleitos entre Sam y Garlan, en los cuales por cierto, rara vez él podía considerarse medianamente victorioso.

- Si no tienes nada más que decir Niña, sugiero que vuelvas a tu circo

- Pues sí, aun tengo algo más que decir señor  --  y él la miró con suspicacia  --  Tienes que bailar con la novia

- ¿Tengo? ¿Por qué razón tendría  que hacer algo tan desagradable?

- Porque eres un hombre de buenos modales

- ¿Qué tienen que ver mis modales en todo esto?

- Que se considera grosero que alguno de los invitados a una boda, no baile con la novia  --  dijo ella con un inconfundible brillo de diversión en los ojos, al verlo enrojecer

- ¡Maldita sea Niña!  --  exclamó él  --  Ya tienes un marido, ve y baila con él

- Pero quiero bailar contigo, gruñón  --  dijo ella y sin más lo arrastró hacia la pista

Mientras Sam y Garlan discutían, varios Arzhaelíes se habían acercado para ver cómo sacudían a Garlan, de modo que en cuanto ella lo arrastró a la pista, todos estallaron en una sonora carcajada, mientras que Garlan que aun estaba muy adolorido y en realidad había abandonado el hospital en contra de la voluntad de los Läkares que lo habían atendido y se mantenía a punta de analgésicos, se tragó su dolor y tuvo que bailar con aquella odiosa criatura.

-          Todos sabemos que Garlan es desagradable  --  dijo Brice  --   pero me encantaría saber qué es exactamente lo que tiene en contra de La Niña

-          No creo que tenga nada en su contra, sino por el contrario, me parece que le gusta en exceso  --  dijo Jason

-          ¿Has perdido el juicio?  --  preguntó alarmado Bran

-          Si estás sugiriendo lo que creo, no puedes estar más equivocado  --  dijo Jonathan

-          Dejen de decir tonterías  --  dijo Armel luego ya que ellos seguían discutiendo el posible interés de Garlan en Sam  --  Ciertamente Garlan tiene mucho interés en ella, pero no de ese modo

-          Mas le vale, no creo que nadie quiera ser víctima de la ira Cornwall  --  opinó Bahr

-          Garlan es irritante pero no estúpido  --  dijo Iwerd

-          Eso no creo que le importe mucho a nadie, si no mira Berserker  --  dijo Anthony

-          Y yo te sugiero cerrar la boca Gladstone  --  dijo con ira Jonathan y dándoles la espalda se marchó

-          Yo en tu lugar lo escucharía, en caso de que te guste tu cabeza donde la tienes  --  le dijo Alaric

-          ¿Y yo qué dije? Todo el mundo sabe que Berserker perdió la cabeza por Samantha Douglas desde que estaba en la escuela, aunque no haya tenido el valor de decírselo  --  insistió el chico

-          Es posible, pero sería conveniente para ti recordar de quién estás hablando, y sobre todo qué es el sujeto en cuestión  --  dijo Armel con su acostumbrada voz pausada, pero al ver la confusión en el rostro del joven Arzhaelí agregó  --  en primer lugar es un miembro del Consejo a quien le debes respeto, y segundo y quizá más importante para tu salud, que es un Berserker

-          Eso ya lo sé, pero por qué…

-          ¿Querías decirme algo Anthony?  --  el chico palideció al escuchar la voz de Mael a sus espaldas

-          Por eso  --  dijo Alaric con sorna

-          No señor  --  dijo con rapidez y Mael después de mirarlo con una clara advertencia en su mirada le dio la espalda y se marchó

-          A título de cultura general Anthony, hay dos temas que deberías evitar si existe la más mínima oportunidad de que ese sujeto te escuche, y son Samantha Douglas y su hijo  --  le dijo Alaric

-          Solo hay dos razones por las que ese hombre mataría sin dudarlo, y son las que acaba de mencionar Alaric  --  le dijo Armel  --  y te aseguro que no tendrías tiempo ni de sacar tu Gwialen

Pasadas unas horas, Samantha subió a cambiarse y a despedirse de los niños. Estaba emocionada por aquel viaje pero no le entusiasmaba mucho dejar a los niños, de modo que no permanecerían tanto tiempo fuera. Cuando estuvo lista, bajó y comenzaron las despedidas.  Amy abrazó a su hija y le deseó un feliz viaje, mientras que Dan seguía en su política de fastidiar a Giulian tanto como le era posible. Se despidieron de Iván que miró por primera vez en forma amenazante a Giulian.

-          Eres como mi propio hermano, pero si le causas el más mínimo sufrimiento, te juro que voy a olvidarlo

-          No sé si hoy me han amenazado más de lo que me han felicitado  --  dijo Giulian con cara de consternación y las chicas sonrieron

Danny y Gail tenían un terrible nudo en la garganta y no sabían por qué, ya que solo se iban por unos días, de modo que se limitaron a abrazar con fuerza a Sam pero con una total ausencia de sus habituales bromas. Y en el caso de Mael, ya había dicho todo cuanto había que decir y no tenía fuerzas para más, así que igualmente le dio un fuerte abrazo deseándole un feliz viaje y nada más.

Una vez que la pareja se hubo marchado, Mael no vio motivos para continuar allí. Había soportado todo con el mayor estoicismo posible, pero ya había cumplido su promesa y era momento de partir.  De modo que subió a ver a los niños antes de marcharse. Brendan como de costumbre estaba más dormido que despierto, así que le dio un apresurado beso en la frente antes de que el niño cerrase los ojos, y luego se acercó a la cama de Elijah.

-          ¿Vas a trabajar?  --  preguntó el niño

-          No, pero papi necesita alejarse un tiempo, aunque eso no significa que no desee verte y estar contigo  --  le dijo intentando que su voz no perdiera la firmeza

-          No te voy a ver pero… me voy a acordar de ti papi.

Aunque Elijah exhibía un inteligencia muy superior a un niño de su edad, seguía siendo solo un bebe y su vocabulario no era muy amplio. Sin embargo, Mael comprendió que su hijo había entendido, y lo abrazó con fuerza.

-          Gracias hijo, donde quiera que esté voy a estar pensando en ti todo el tiempo

-          Y en mami

-          Sí hijo, y en mami

Esperó a que Elijah se durmiese y luego abrió la puerta de la habitación de Sam, entró y estuvo allí mucho rato. Rememoró cada instante que habían pasado juntos a lo largo de su vida, sus palabras, sus gestos, su risa y su llanto, sus temores y alegrías. Pero finalmente miró la fotografía de todos ellos que estaba en la veladora, y con un suspiro que parecía contener su último aliento pasó un dedo por la imagen de Sam.

-          Adiós Nena  --   dos lágrimas cayeron por sus mejillas y abandonó el lugar

Una etapa de su vida acababa de concluir, pero ahora comenzaba una donde la lucha consigo mismo sería una dura batalla que no tenía idea cuánto le tomaría, ni si tendría alguna posibilidad de ganar. Había pasado los últimos días en una sola e interminable agonía, e intentando frenar el impulso de acabar con todo. Con ella se había ido todo su amor y tendría que ver como aprender a vivir con un corazón destrozado y con total ausencia de ilusión. Ese día había muerto el niño que había amado con todo su corazón, y nacía el hombre con el que tendría que vivir el resto de sus días.