Sam
salió de su habitación muy contenta, y cuando entró a la de los niños se
encontró con Mael.
-
Buenos días Nena -- la
saludó como de costumbre, mientras los niños corrían hacia ella
Enseguida
Mael notó el cambio, los ojos de Sam brillaban y su aura estaba
resplandeciente. Por una parte se sintió feliz y por la otra enormemente
desdichado. Sin embargo, se limitó a sonreírle y después de un momento más con
los niños bajaron a desayunar.
Lo
primero que Sam notó fue que Giulian no estaba, su padre subió a buscarlo
porque Amy amenazaba con quitarle la cabeza si no aparecía y cuando Dan volvió
sin él, Amy montó en cólera.
-
Baja en un momento, se está bañando
-
Ese infeliz, le advertí…
-
Calma madre --
dijo Danny -- el pobre hizo el esfuerzo y te aseguro que se
levantó temprano porque fue a despertarme a mí.
Amy
había cambiado de dirección su artillería y ahora discutía con Sam por causa de
su ropa.
-
No pueden negar que son tus hijos -- le
decía a Dan mirándolo mal
-
Déjalos en paz mujer, a mí me parece que
se ve bellísima -- dijo Dan
-
Gracias papá --
dijo ella dándole un beso a su padre
-
Me alegra no tener que ser yo quien te
lleve a ninguna parte vestida así
-- dijo Danny
-
Ni yo, o nos obligarías a dejar ciego a
más de un infeliz -- agregó Gail
-
Ya déjenla tranquila --
dijo Iván
-
¡Vaya hombre! --
exclamó Dan cuando Giulian hizo su aparición
Él
saludo a todos, se acercó a Sam le dio un fugaz beso en la frente y se alejó a
toda prisa. Todos vieron con asombro el extraño comportamiento de Giulian, los
chicos estaban acostumbrados que él fuese con Sam extremadamente cariñoso y de
hecho siempre habían pensado que la consentía demasiado, pero asumían que era
por ser chica.
Sam
también lo notó y rió para sus adentros pensando que estaba… ¿asustado? Iván
también lo miraba con atención porque había percibido lo mismo que Sam pero con
mayor seguridad, y aquello no tenía ningún sentido ¿Giulian Cornwall asustado?
¿Por qué? Y aunque Mael no sabía exactamente la razón, asociaba el malestar de
Giulian con la extraña alegría de Sam, pero se preguntaba cómo encajaba una cosa con la otra. En tanto que los demás no se enteraron de
nada.
-
¿Y bien mamá, qué es lo que tenemos que
hacer? -- preguntó Sam
-
Hay montones de cosas que ordenar y
necesito que te ocupes del jardín
-
No veo razón para ello --
dijo Giulian -- Tienes a montones de Nisser a tu disposición
Sam
sonrió, corrió hacia él y dándole un
beso en la mejilla se sentó en sus piernas y pasó los brazos alrededor de su
cuello.
-
Gracias Giulian, pero en verdad quiero
ayudar a mamá con esto
Giulian
estaba al borde de la locura, quería levantarse de allí y salir corriendo, pero
ciertamente no podía hacerlo porque ella seguía sentada en sus piernas. Estaba
rogando a los Dioses para que se levantase de una vez, pero ella estaba
diciendo algo que él tenía serias dificultades en entender. Sam lo besó de
nuevo y se levantó por fin, con lo que la tortura finalizó y Giulian pudo
respirar de nuevo.
Ese
día hubo gran actividad en la casa, Amy que nunca había tenido oportunidad de
hacerles ninguna clase de celebración a sus hijos, estaba emocionadísima al
igual que Dan, y por mucho que los chicos insistieron en que más importante era
el cumpleaños de Brendan, si bien Amy se estaba ocupando de eso también, puso
mucho empeño en los preparativos para la celebración nocturna. Iván y Dan eran
más un estorbo que una ayuda efectiva, y cuando se les unieron Gail y Danny,
resultó un absoluto desastre. De modo que a los únicos que Amy no quería asesinar
era a Mael y a Sam. Giulian que había sido uno de los más entusiastas con la
dichosa celebración, había desaparecido poco después del desayuno argumentando
que lo habían llamado de la Sede, pero Sam enseguida comprendió que estaba huyendo,
y si lo estaba haciendo era porque tenía miedo de lo que había sentido esa
mañana, de modo que con esos felices pensamientos, se preparó para la noche.
Ciertamente
Giulian había huido de la casa, porque no se sentía con el valor suficiente
para enfrentar a Dan. No podría mirarlo a la cara después de lo que había
estado pensando. Todo el torbellino de sensaciones y emociones que había
despertado Sam dentro de él, eran una monstruosidad.
Por
supuesto nadie lo había llamado de ninguna parte y solo necesitaba alejarse, de
modo que se apareció en una de sus propiedades lo más apartada posible de Averdeen. Estuvo vagando por el prado y
luego se desapareció hacia un risco sobre uno de los acantilados en Cornwall y
allí se quedó durante horas. Había estado rememorando cada uno de los momentos
que había pasado junto a Sam desde que se habían encontrado nuevamente. De los
tres chicos siempre fue ella la más cercana a su corazón, pero eso era porque
era la niña. Pero… ¿era realmente por eso? ¿solo porque era la niña?
-
¡Por favor! ¡Claro que es por eso Giulian Cornwall! -- se
dijo en tono de reproche
Recordó
que cuando la vio de nuevo ella tenía trece años, pero el tiempo pasó y la niña
creció. Él comenzó a preocuparse por los chicos a su alrededor. Recordó con
espanto el día que estuvo a punto de golpear a Casander. Y con mayor horror
cuando había acusado a Iván de poner sus ojos en ella. Recordó con un terrible
sentimiento de culpa, como después de la desdichada escena, había sido Iván
quien había ido a buscarlo para hablar con él y como él se había negado
tercamente a creerle y cómo estuvo a punto de quitarle la cabeza a su amigo,
porque una ira sorda lo estaba consumiendo. Y cómo después de eso, planeó las
mil una formas de deshacerse de Will McKenzie, lo enfermo que se sentía cada
vez que los veía juntos, y cómo deseó morir el día que los vio besándose. Se
levantó súbitamente y pensó… ¿sería que ya desde entonces…?
-
¡No!
-- gritó al vacío --
¿Qué estás pensando grandísimo imbécil?
Intentó
aquietar sus locos pensamientos, pronto debía volver pero debía hacerlo sereno.
Tenía que volver a ser él mismo, no podía apartarla de su vida de la noche a la
mañana y de hecho no podría soportarlo. Recientemente había doblegado su
orgullo y casi había suplicado a Dan que no se la llevase, de modo que tenía
que poner un alto a toda aquella locura. Pero tenía que hacer uso de todo su
sentido común y buen juicio. Sí, eso haría, comenzaría a salir, hacía mucho
tiempo que no salía con nadie, eso equilibraría las cosas.
Con
esas nuevas resoluciones se dispuso a volver, los invitados comenzarían a
llegar en cualquier momento y Amy le quitaría limpiamente la cabeza si no
estaba allí.
Cuando
Giulian llegó, Mandville le informó que ya los McKenzie lo habían hecho. Eso no
le preocupó mucho porque ellos eran de la familia, de modo que se dio la mayor
de las prisas, subió a su habitación se duchó y se cambió, pero al mismo tiempo
sintió mucho fastidio porque tendría que hacerlo de nuevo para la celebración
de la noche, ya que sin duda Amy se opondría a que fuesen de jean.
Todos
estaban en el jardín con los niños y apenas ellos lo vieron corrieron hacia él.
Por fortuna Amy se portó en forma considerada y no le hizo preguntas
embarazosas. El cumpleaños de Brendan se efectuó en una pequeña área del
jardín, ya que para eso no habían invitado a mucha gente, cosa que terminaron
por agradecer, ya que Brendan y Elijah eran un torbellino. Crappy y Willow se
habían pasado casi toda la tarde corriendo tras ellos, pero sin duda los chicos
habían disfrutado mucho. A la hora de picar el pastel, en todos los corazones
se instaló un profundo sentimiento de dolor al recordar a los padres de Brendan
y en lo muy felices que se habrían sentido ese día. Sam se acercó a Giulian que
sostenía en ese momento al niño y colocó la mano sobre su brazo.
-
Desde donde están, estoy segura que están
felices y todo su amor está en Brendan
-- le dijo -- Y
estoy igualmente segura que se sienten contentos porque en ausencia de Vlad, tú
serás un gran padre para él
Giulian
no pudo evitar rodear los hombros de Sam con su brazo libre, mientras Brendan
jugaba con sus cabellos, pero se separó con más rapidez de la que hubiese
querido, recordando lo que se había prometido.
En
términos generales la celebración del cumpleaños había sido exitosa, si no tenían
en cuenta algunos destrozos causados por los niños y que Mael tuvo que correr
mucho para evitar que Elijah cayese al lago cuando se le escapó a Crappy.
Ya los
niños estaban en sus cunas y en teoría listos para dormir, pero aunque Brendan
estaba casi dormido, Elijah seguía despierto y muy despierto, porque quería que
Mael siguiese jugando con él.
-
A ver Elijah, papá debe ir a bañarse -- le
dijo
-
¿Por qué?
¿Estás sucio? -- preguntó el chico y Mael rió
-
Pues fíjate que sí, después de todo lo
que me hiciste correr hoy, necesito un baño
-
¿Papi bravo? --
preguntó el niño con expresión de preocupación
-
Por supuesto que no hijo -- se
apresuró a tranquilizarlo él -- pero debo cambiarme, porque vendrán unas
personas y no quieres que papá se vea mal ¿no?
-- y el chico negó
En ese
momento entró Sam y los ojos de Elijah brillaron y cambiaron de color.
-
¿Todavía despierto bebe?
-
Intento convencerlo de que se duerma pero
parece tener otras ideas -- bromeó Mael
-
Yo me haré cargo, ve a cambiarte
-
Sí papi, estás sucio --
Mael miró al traidor de su hijo, pero antes de que pudiese decir nada,
Elijah agregó -- mami está linda
Cualquier
cosa que hubiese pensado decir Mael quedó sepultada por aquella verdad
innegable, de modo que se limitó a sonreír.
-
En eso tienes toda la razón
-
Ya basta para de aduladores, tú ve a
bañarte -- dijo mirando a Mael -- y
usted jovencito, es hora de dormir
Mael
le dio un beso a su hijo y se marchó mientras que Sam se acercaba a la cuna de
Brendan que estaba profundamente dormido ya, le acomodó las mantas y luego
volvió junto a Elijah.
-
Ahora corazón, sé un niño bueno y
duérmete ¿si?
El
chico sonrió pero aun tardó un rato más en dormirse, y antes de que sus ojos se
cerraran habían adquirido nuevamente su color natural. Sam le dio un beso y se
preguntó por enésima vez por qué ocurría aquello. Los ojos de Elijah eran
exactamente iguales a los de Mael, es decir, del mismo verde intenso, pero en
cuanto ella se acercaba adquirían el mismo tono violeta de los suyos.
Sam
volvió a su habitación para terminar de arreglarse, había decidido pasar por la
habitación de los niños para darles las buenas noches antes de vestirse, pero
ya estaba muy retrasada, algo que se encargó de advertirle su madre.
-
Cariño, todo el mundo pregunta por
ti -- le dijo apenas entró
-
Lo siento mamá, es que me distraje con
Elijah, pero ya estoy casi lista.
Después
de ayudarla a peinarse, Amy se quedó observándola y sonrió cuando ella la miró.
-
¿Qué sucede?
-
Nada, es solo que me alegra verte tan
contenta
-
Lo estoy, mamá
Amy no
dijo nada más, pero se preguntó cuál sería el motivo para el cambio tan radical
de su hija. Ella al igual que todos, había notado la extraña tristeza de Sam
durante los últimos días, y aunque
inicialmente lo atribuyó a cansancio por la cantidad de tiempo que llevaban
fuera trabajando, luego de un par de
días comenzó a preocuparse. Sin embargo, durante todo ese día había estado
alegre y entusiasmada, de modo que aunque seguía sintiendo curiosidad, decidió
no hacer preguntas y abandonó la habitación.
Amy se
encontró con Giulian y bajaron juntos, la casa estaba mucho más llena ahora y
se separaron al llegar abajo. Dan miró a Giulian y se tranquilizó, porque
durante el desayuno había estado seguro que él tenía un serio problema, pero había
partido antes de que pudiese preguntarle. Sin embargo, probablemente ya lo
había resuelto porque volvía a ser el mismo de siempre.
Diandra
y Aderyn estaban en compañía de Enid, su amiga de la escuela a quien llevaban
tiempo sin ver, pero aunque la chica había dicho las cosas que se esperaban
cuando recibió la noticia del nacimiento de Elijah, ellas pudieron notar la
enorme tristeza en sus ojos, de modo que se apresuraron a explicar las
condiciones en las que había sido concebido.
-
¿De modo que…?
-
No, entre Sam y Mael no hay nada, siguen
queriéndose como hermanos -- dijo Aderyn consciente al menos en el caso de
Mael que aquello no era cierto
Varias
Krigers compañeras de curso de las chicas se acercaron a saludarlas y fueron
presentadas a Enid, y después ellas se dedicaron a mirar a los Arzhaelíes que
circulaban por el Salón.
-
Podemos mirarlos a todos con excepción de
los Douglas, Gail Natchzhrer, Berserker, Dubois y McEwan --
dijo una de ellas
-
Hacen bien en los dos primeros casos --
dijo Diandra -- pero ¿por qué los otros?
-
Philip está casado, Berserker sabemos que
no tiene ojos para nadie que no sea Samantha Douglas, y McEwan es un caso
perdido -- dijo Susan
-
Ciertamente Garlan no es muy agradable,
pero sigue siendo escandalosamente atractivo
-- opinó Aderyn
-
Sin duda, pero ese sujeto solo vive para
dos cosas, para la Orden y para hacernos la vida tan miserable como puede. De
modo que no le queda tiempo para querer a nadie
-- dijo otra chica un poco
mayor --
En cambio si me dejan un ratito con Alaric Gailard me conformo
-
Pues hasta donde se sabe, con ese tienes
más posibilidades, es un poco más silencioso pero su lista no tiene nada que
envidiarle a la de Cornwall
Todas
rieron pero no dejaron de mirar a Garlan hasta que sus ojos se desviaron hacia
Jonathan y Giulian.
-
Esos son otros dos ejemplares
inalcanzables -- dijo la misma chica --
¿Crees que tu hermano algún día se digne a prestar atención a una
chica? -- preguntó mirando a Aderyn
-
¡Oh sí! Créeme que les da no solo
atención, sino una buena cantidad de
cosas más, solo que no ha llegado la indicada
-- contestó Aderyn y todas
volvieron a reír
-
Según lo que he escuchado, está
haciéndole la competencia a Giulian Cornwall
-- dijo Susan
En ese
momento los objetos de conversación de las chicas estaban reunidos con Dan,
Kenny, Iván y Peter en animada conversación, pero repentinamente el Salón quedó
en silencio, Sam venía bajando y todas las cabezas se giraron. Llevaba un
vestido negro ceñido al cuerpo que destacaba su figura, con una abertura que
dejaba al descubierto una bien torneada pierna. Llevaba las amatistas que
Giulian le había dado en uno de sus pasados cumpleaños, y la pulsera regalo de
su padre. Dan se separó del grupo y fue dar el brazo a su hija que ya estaba al
final de la escalera.
-
Se ve… preciosa --
exclamó Kenny
-
Si algo no puede negarse, es que la Niña
siempre ha sido hermosa -- dijo Garlan
Pero
mientras comentarios como aquel se oían por todas partes, Aderyn y Diandra no
miraban a Sam sino a Giulian. El pobre individuo parecía haber sido golpeado
con un objeto contundente. Y ciertamente Giulian había sido cruelmente golpeado
por la belleza de su ahijada. La copa que sostenía resbaló entre sus dedos y
fue a estrellarse estrepitosamente contra el piso. Todas las resoluciones y
acuerdos que había hecho consigo mismo se fueron al demonio. Sintió deseos de
golpear a Kenny y a Garlan cuando los escuchó alabar la belleza de Sam, pero no
podía golpear a todo el mundo solo porque dijeran algo evidente. Tenía que
recuperar el control y debía hacerlo rápidamente porque Dan se acercaba con
Sam.
-
¿Y bien?
-- preguntó ella mirándolo --
¿Cómo luzco?
-
Estás… linda --
logró decir, pero aunque quería agregar algo más, cualquier cosa, la
deslumbrante sonrisa que recibió lo dejó sin aliento
-
Toda esa belleza opaca a la de las
estrellas del cielo -- dijo Jonathan y ella le sonrió también
-
Si estuvieses un grado más atractiva,
tendríamos verdaderos problemas para evitar secuestrarte -- agregó
Alaric recibiendo la misma sonrisa agradecida
-
Espero me obsequies el primer baile
señorita Douglas, o me condenaras a sufrir los horrores del Hellheim --
dijo Kenny
-
Encantada señor McKenzie --
dijo ella sujetando el brazo de Kenny y alejándose con él
Giulian
estaba al borde de un ataque cardíaco ¿Por qué no había podido decir nada? Sin
duda era capaz de decir cosas mucho mejores que aquella partida de imbéciles.
Se sintió furioso con todos pero la ira consigo mismo era superior. Después de
unos minutos, Dan apartó a Kenny de Sam y Giulian dio un silencioso gracias. Pero luego ella se dirigió
hacia él y su pulso se aceleró.
En
cuanto sujetó su cintura su corazón comenzó a golpear de forma escandalosa
contra su pecho, y cuando ella colocó su mano en él, pensó que le resultaría
muy difícil ocultar aquel desordenado golpeteo. Deseó que se quedase allí para
siempre y al minuto siguiente estaba maldiciéndose por lo que estaba pensando y
por lo que estaba sintiendo. ¿Qué demonios le estaba pasando? Hacía
veinticuatro horas nada de esto habría sido concebible. Quería que parara la
música pero no quería dejarla en brazos de otro.
-
¿Giulian?
-- escuchó a lo lejos --
¡Giulian! -- volvió a decir ella y él prestó atención -- ¿Te
sientes bien?
-
Sí claro
-- mintió con descaro y
convicción, ya que nunca en su vida se había sentido peor
-
Es que te quedaste mirándome pero no sé,
parecías… ¿ido? -- dijo insegura
-
¿De qué hablas? -- y
soltó una risa que hasta a él le sonó falsa
-
Quizá no quieres bailar conmigo, estás
muy extraño y pareces molesto
-
¿Molesto?
-- molesto no era exactamente la
palabra que describiría su estado de ánimo
-- ¿Por qué dices eso?
-
Repentinamente parece que hoy dejé de ser
tu princesa y ahora mismo parecías estar muy lejos de aquí
Giulian
veía aquellos hermosos labios moverse y estaba enormemente necesitado de que
alguien lo detuviese, porque si no iba a cometer una locura. Tuvo que echar
mano de todo su autocontrol para lograr responderle.
-
Tú siempre serás mi princesa -- vio
la sonrisa formarse en sus labios y a sus ojos brillar, pero él necesitaba
desesperadamente salir de allí. Ella estaba hablando de nuevo y debía prestar atención
-
Tú definitivamente estás raro
-
¿Por qué princesa? --
preguntó asegurándose de agregar el calificativo
-
Porque hace más de dos minutos que paró
la música y aún estás girando -- le dijo con una sonrisa burlona
Giulian
se sentía terriblemente mal y estúpido, todos los estaban mirando, debía
disimular
-
Lo que sucede es que estoy impresionado
con lo bella que luces esta noche
Era el
individuo más imbécil del planeta, aquello no era disimular, estaba diciendo
una verdad enorme. En ese momento la música comenzó de nuevo y Jonathan se la
quitó de los brazos. Se sintió solo y vacío pero una mano se posó sobre su
brazo.
-
Hola Giulian -- lo
saludó Aderyn -- ¿Bailas conmigo?
-
Por favor
-- dijo él enlazándola por la
cintura -- Aunque lo más probable es que Gail quiera
matarme por robarle aunque sea un momento a la hermosa criatura que tiene
por novia
¿Cómo
demonios podía decir aquello con tanta facilidad, y a Sam apenas si había
podido hablarle coordinadamente?
-
¿Estás bien? Te noto como ausente --
dijo la chica
-
Sí claro, estoy genial --
¿Por qué seguía diciendo eso si nunca en su vida había estado peor?
Terminó
la música, le agradeció a Aderyn y se fue en busca de algo lo suficientemente
fuerte para beber. Ya Aderyn había visto todo cuanto necesitaba, Giulian estaba
furioso, nervioso y terriblemente confundido, si hubiese podido matar a todos y
cada uno de los hombres que estaban bailando con Sam, lo habría hecho sin
ningún problema. Aderyn sonrió y pensó que Sam aún tenía una oportunidad.
Ya era muy tarde cuando Sam salió a tomar un poco
de aire y caminó pensativa durante un rato. ¿Estaría haciendo lo correcto? ¿Y
si había interpretado todo mal? Pero no pudo pensar más porque chocó contra el
objeto de sus pensamientos.
-
¡Giulian!
-
¿Sam? ¿Qué
haces aquí?
-
Salí a tomar
un poco de aire ¿Y tú?
-
Pues… yo también.
-
Bueno,
entonces acompáñame
Después de haber caminado un rato en silencio Sam
se detuvo, de modo que él lo hizo también y
la miró. ¿Por qué tenía que ser tan condenadamente hermosa? Estaba
demasiado cerca, tenía que colocarse a una distancia más prudente. ¡Aléjate
Giulian! Pero se acercaba. Sus ojos brillaban aún más que las amatistas que
llevaba al cuello. Tenía las manos en su pecho. ¡Es tu última oportunidad! ¡Corre!
Pero sus labios descendieron sobre los de ella como atraídos por un poderoso
imán y apenas los rozaron fue como si la descarga eléctrica de un rayo lo
atravesara.
Al principio apenas fue un roce, pero rápidamente
fue variando de intensidad. Sus labios se apoderaron con firmeza de los de ella
y su lengua reclamaba como suya aquella cavidad. Sus manos la atrajeron más
hacia él. Sam se sentía como transportada a otro universo, sus piernas no la
sostenían, estaba segura de que si no la hubiera tenido firmemente abrazada
habría caído, y cuando sus labios se separaron, tuvo miedo de caer. Giulian la
miró con tanta intensidad que se sintió traspasada por aquella mirada.
-
Sam… -- comenzó
Pero esas dos profundidades violetas lo atrajeron
de nuevo y se perdió en sus ojos. No estaba en capacidad de determinar si
estaba soñando o si era real, pero se dejó arrastrar por la tempestad de
sentimientos largamente olvidados. Acarició esa piel suave como la seda, sus
manos se deslizaron por su espalda y alcanzaron la base del cuello para después
enredarse en el azabache de su cabello. La miró un largo minuto y sus labios
buscaron nuevamente los de ella.
Para Sam esos eran sus primeros besos reales, los
que había podido sentir de verdad. Se dejó arrastrar por la exigencia de esa
boca que pasó de ser un sueño a una realidad presente. Sintió que su cuerpo se
abandonaba a esos brazos que representaban una isla y todo su universo.
Giulian intentó separarse nuevamente pero le costaba toda la
fuerza que no había empleado jamás.
-
Sam esto no…
No se porq pero por mas que quiero no puedo sentirme feliz x el "encuentro de Sam y Giulian" :'( tengo la esperanza de sus sentimientos cambien y que el pobre del cachorro no sufra :( porq si no sera desdichado toda su vida
ResponderEliminarAawwhhhh! Sufro por la desdicha de Mael :'(
Buen día Keila...
Eliminarlamento q sea así, pero lamentablemente no siempre estamos contentos con lo q sucede ya q normalmente cuando leemos algo nos hacemos ciertas expectativas q tristemente no se cumplen :-/...
es verdad q el q más va a sufrir con todo esto es el cachorro, pero en ocasiones la felicidad de algunos es la desdicha de otros, es algo bastante común en la vida...
gracias Keila... nos leemos en el sig... kisses...