Samantha despertó con una
sensación de felicidad como no recordaba haber sentido antes. Cuando abrió los
ojos, comprendió por qué. Estaba en la habitación de Giulian, estaba en su
cama. Acarició las sábanas que tenían su olor y aún conservaban algo de su calor,
pero no estaba él. Prestó atención y escucho correr el agua. Estaba en el baño.
Se levantó y sintió frío, buscó su ropa y se cubrió rápidamente pero aquella
tela era un pobre sustituto del calor que él le proporcionaba. Entró sin llamar
y lo encontró en la bañera.
Giulian giró la cabeza al
oír la puerta y la visión de ensueño que estaba delante de él le paralizó el
corazón.
-
Buenos días -- dijo ella
acercándose y dándole un suave beso
-
Buenos días princesa.
-
¿Necesitas ayuda? -- preguntó
pícaramente.
-
La verdad es que
estoy necesitando urgentemente…
Pero se quedó mudo ante
el espectáculo, porque Sam sonrió y abriendo su bata, dejó
que esta se deslizara por sus hombros cayendo al piso. Este simple gesto fue
tan sensual que provocó una inmediata y
explosiva reacción en Giulian que estiró el brazo y la atrajo posesivamente,
metiéndola en la bañera con él. La beso suavemente pero las caricias fueron
aumentando su temperatura hasta repetir las hazañas de la noche anterior.
Seguía siendo hermoso. Mucho rato después Sam sonrió y le preguntó:
-
¿No temes que papá entre de pronto y nos encuentre aquí?
-
No -- dijo él y ella lo miró
-
No creo que le siente muy bien encontrarte en la bañera con su hija --
insistió
-
Ya te he dicho que no lo hará --
y rió divertido
-
¿Cómo lo sabes? Lo he visto entrar aquí sin tocar.
-
Lo sé sencillamente porque coloqué un encantamiento de cierre en la
puerta.
-
¡Ja! ¿Y crees que eso lo detendría?
-
Créeme princesa, tu padre sabe perfectamente lo que eso significa y no intentaría
forzar la entrada, porque no querría ver dentro.
-
Eres un…
Pero él nunca se enteró
de lo que era, porque la hizo callar de la única manera efectiva para ello,
sellando sus labios con un beso.
Muy entrada la mañana,
Sam se fue a su habitación. Se tiró en su cama sonriendo de felicidad y de
pronto escuchó la voz de su hermano
-
¿Por qué tan feliz? No es que no me alegre, pero me gustaría saber la
razón.
Sam rió y pensó que sería
del todo inconveniente que su hermano se enterara de las razones de su
felicidad.
-
Nada especial, solo soy
feliz.
Aunque no pensaba dormir,
porque debía ir a ver a los niños, se quedó profundamente dormida. Mael esperó
en vano a verla aparecer en la habitación de los niños y cuando fue evidente de
que ella no vendría se asomó con cuidado a su habitación, pero al ver la cama
hecha, un súbito dolor sin nombre y acompañado de una ira indescriptible se instaló en su corazón. Abandonó la
habitación, se despidió de los niños y sin detenerse se marchó a Arx, había
llegado el momento que tanto había temido pero no había marcha atrás.
Giulian bajó y sus amigos
estaban en el salón. Dan leía El Heraldo
y Amy un libro. Hacía mucho que habían desayunado, los saludó alegremente y
siguió al desayunador, tenía un apetito voraz. Pensó en esperar a que Sam
bajara pero se estaba tardando mucho, así que decidió comer y luego simplemente
le haría compañía mientras ella desayunaba. Pero terminó y ella seguía sin
bajar, de modo que subió. Entró sin llamar y vio que estaba profundamente
dormida. Sonrió, se acercó, le dio un beso en la frente y salió. Decidió que lo
mejor era dejarla dormir, porque debía estar cansada después de una noche y una
mañana dedicadas a hacer el amor. Bajó de nuevo y entró al salón disponiéndose
a leer el diario él también.
Dan estaba contento de
que Giulian se hubiera levantado de tan buen humor, pensó que después de la
terrible discusión que habían tenido él y su hija la noche anterior, se
levantaría con un humor criminal. Había pasado más o menos una hora cuando Amy
dejó el libro y se levantó.
-
Ya es más de mediodía --
anunció -- voy a ver si Samantha está
bien. Ya debería haberse levantado.
Giulian iba a decir algo pero consideró más prudente
quedarse callado. Cuando Amy regresó, traía
cara de extrañeza.
- ¿Qué pasó? ¿Está bien? --
preguntó Dan
- Está dormida
-- dijo -- traté de despertarla
pero…
-
¿Pero qué? -- preguntó Dan -- ¿Se siente mal? ¿Dijo algo?
-
Solo tu nombre -- dijo mirando a
Giulian
A Giulian se le dibujó
una sonrisa en los labios y siguió leyendo. Dan conocía muy bien esa expresión
y una serie de imágenes desfilaron por su mente, pero puso todo su empeño en
desalojarlas de allí.
Esperaron hasta casi las
tres de la tarde para almorzar pero Sam no bajó. Cuando ya estaban en el
comedor, entró ella a la carrera. Vestía un short blanco, una camiseta roja
ajustada al cuerpo y llevaba el cabello recogido en una cola de caballo; tenía
las mejillas sonrosadas y los ojos brillantes. Se veía hermosa.
-
Buenos días -- dijo – creo que me
quedé dormida
-
¿Buenos días? -- preguntó Amy --
Ya son más de las tres, cariño
-
Lo siento -- dijo mientras le
daba un beso a su madre y otro a su padre
-- estaba muy cansada.
Giulian que hasta ese
momento había seguido todos sus movimientos embobado, se puso alerta. Esperaba
que no dijera nada que desatara la ira de sus padres. Ella se acercó y le
estampó un nada tranquilizador beso en los labios y luego se sentó. Dan no
necesitaba ver toda esa explosión de vida en su hija para confirmar lo que ya
sabía. Conocía a Giulian demasiado bien y desde que lo vio ese día, traía la
muy familiar cara del gato que se comió al canario. Tuvieron una comida
tranquila y decidieron ir a visitar a Danny.
-
Pero tú no pensaras salir así ¿verdad?
-- dijo Amy
-
Pues la verdad sí mamá -- y volviéndose a Giulian preguntó -- ¿A ti no te importa, verdad amor?
-
A mí me parece que estas preciosa princesa
Amy puso los ojos en
blanco y no dijo nada más. Pasaron el resto de la tarde en la casa de Danny y
en la noche llegaron Gail y Aderyn a quienes los chicos habían invitado a
cenar. Diandra y Aderyn se mostraron muy complacidas con el aspecto de Sam, ya
que era evidente que estaba feliz. Danny también se sorprendió y se alegró a
partes iguales. Ya era tarde cuando se despidieron y todos volvieron a sus
casas. Giulian se despidió con un largo beso, dejó a Sam en su habitación y
volvió a la suya.
Se durmió pensando en
ella pero sin la angustia de los últimos meses. Despertó cuando sintió una suave
caricia en su espalda desnuda, abrió los ojos y la vio allí parada, parecía una
niña con los cabellos alborotados y mirándolo con los ojos muy abiertos, pero
si alguien sabía que no era ninguna niña, era él.
-
¿Me haces lugar? No quiero dormir sola
-- dijo con voz dulce
Aunque hubiera querido
decir que no y no quería, no habría podido, levantó las sábanas, abrió los
brazos y ella rápidamente se acomodó en ellos. Enterró su cabeza en su cuello y
acomodó sus piernas entre las suyas. Se sintió feliz de tenerla así y pasados
unos minutos mientras ella se dormía su deseo despertaba, pero debía dejarla
descansar, el problema era que él no podía. Ella se movió y la bata se deslizo
dejando parcialmente descubierto su pecho. Giulian no resistió más y la despertó
a besos.
Cuando despertó en la mañana
sonrió con satisfacción, la tenía a su lado. Esa niña con cara de ángel era su
mujer y nadie cambiaría eso.
Aquella mañana cuando Sam
se dirigía a la habitación de los niños para darles los buenos días, pensó que
el día anterior no había visto a Mael. Elijah y Brendan estaban jugando cuando
ella entró, los saludó como de costumbre y ellos se subieron a sus piernas en
cuanto ella se sentó en el piso.
-
¿Y padrino? -- preguntó Brendan
-
Está trabajando -- contestó Elijah antes de que Sam pudiese
hacerlo
-
Sí mi amor, tu padrino está trabajando
Sin embargo, cuando salió
de allí lo hizo con cierta preocupación y se dirigió al estudio con intención
de preguntarle a Iván pero él tampoco estaba. Marchó hacia el desayunador y
encontró a sus padres y a Giulian levantándose, pero le causó curiosidad verlos
uniformados.
-
Buenos días preciosa -- la saludó Dan
-
Buenos días -- saludó ella
-- ¿Uniformados?
-
Tenemos reunión del Consejo
-- dijo su madre -- Y
debemos darnos prisa, vamos atrasados
-
Regresaré en cuanto sea posible amor
-- le dijo Giulian dándole un
rápido beso de despedida
Sam comprendió la
ausencia de Iván y de Mael pero no dejó de sentirse extraña al verse sola, de
modo que volvió a la habitación de los niños y se quedó casi todo el día con
ellos.
Mael estaba en una
encrucijada y por primera vez no sabía qué hacer. Su petición había sido
rechazada porque si bien era cierto que no había ninguna emergencia y habría
podido integrar el cuerpo de instructores de los aspirantes, sus clases en el
instituto se lo impedían. De modo que en cuanto terminó la reunión, le pidió a
Eowaz hablar con él.
-
¿Qué puedo hacer por ti? -- le preguntó el anciano en cuanto estuvieron
solos
Mael entendió que la
única manera de conseguir la colaboración de Eowaz era siendo sincero con él,
de modo que se encontró contándole todo. Eowaz lo había escuchado
pacientemente, él conocía como casi todo el mundo los sentimientos de Mael por
Samantha, y aunque se alegraba de la felicidad de ella y Giulian, lamentaba
profundamente el sufrimiento de Mael, de modo que se había propuesto ayudarlo y
había estado haciendo alguna investigaciones, pero la información que había
recabado hasta el momento no estaba muy seguro de que le permitiese hacerlo en
forma efectiva y estaba muy preocupado. No obstante, al ver la preocupación de
Mael, concluyó que independientemente de su naturaleza, el chico estaba
haciendo esfuerzos titánicos por mantenerla a raya y él haría cuánto estuviese en
sus manos para ayudarlo, tanto por él como por Samantha y Giulian.
-
Sabes que como miembro del Consejo te asiste el derecho a residir en la
Sede -- le dijo --
pero comprendo que sería difícil de explicar tu traslado sin un motivo,
de modo que haremos lo siguiente, te harás cargo de las prácticas de campo
nocturnas, de ese modo no interferirán con tus clases y como no son todos los
días tampoco te agotarás mucho, pero eso te obliga a trasladarte de forma
permanente a Arx.
-
Gracias señor -- dijo él
-
Mael -- lo detuvo Eowaz antes de que se marchase --
esconderte no va a solucionar el problema y…
-
Lo sé -- lo interrumpió él -- solo necesito tiempo para… acostumbrarme a la
idea --
completó pero ambos estaban casi seguros que aquello nunca ocurriría
-
Lo que te iba a decir es que aun sin tu autorización he estado buscando
la forma de manejar esto -- y le explicó en forma sucinta lo que había
averiguado pero Mael no se mostró muy convencido
-
Voy a esperar un poco señor, le agradezco lo que ha hecho pero creo que
lo mejor será que me envíe a trabajar a otro lugar muy lejos de aquí --
dijo bajando la cabeza y un par de lágrimas se escaparon de sus ojos al
pensar en su hijo
-
¿Qué va a suceder con Elijah?
-
Sé que en este momento no puede comprenderlo, pero llegará el día en que
pueda --
dijo con más valor del que en realidad sentía
Depués de eso agradeció
nuevamente a Eowaz y armándose de valor volvió a Averdeen,
no era que no lo hubiese hecho, porque en realidad había ido muy temprano,
había hablado con su hijo y tenía la impresión de que Elijah había comprendido,
pero ahora necesitaba dar una explicación de su ausencia. Sam se alegró mucho
al verlo llegar y corrió hacia él colgándose de su cuello.
-
¡Por todos los Dioses! -- exclamó
-- ¿Dónde te habías metido?
-
Lo siento nena, pero estuve ocupado y de hecho he venido solo un momento
-
¿Cómo?
-
Eowaz tomó otra decisión -- comenzó
-- No puedo hacerme cargo de las
clases de tiro con arco como se había planteado, porque yo mismo debo asistir
al Instituto durante el día, pero necesitan un instructor para los
entrenamientos nocturnos, de modo que me lo asignaron a mí
-
¿Pero por qué a ti? -- preguntó ella
-- Te vas a agotar Mael ¿Acaso no
hay suficientes Arzhaelíes que pudiesen hacerse cargo de eso?
-
No lo sé nena, pero no se discuten las órdenes
Sam no estaba muy
contenta con aquello pero entendió. Los dos subieron a ver a los niños e Iván
que había tenido sujeto a Giulian mientras los chicos hablaban, finalmente lo
soltó.
-
¿Por qué hiciste eso?
-
Ellos necesitaban hablar y supongo que te das cuenta de lo que él está
haciendo ¿no?
-
-
¿Crees que no lo lamento? Sé, al igual que el resto de la humanidad, lo
que Mael siente por Sam y si yo no la amase como la amo, seguramente me habría
parecido el mejor individuo para ella, pero no puedes pedirme que lo piense en
estas circunstancias. También sé que lo amas como si fuese tu hijo y te aseguro
que lamento por lo que está pasando porque yo lo viví
-
Te conozco Giulian, y sé que lo dices en serio, pero aun así júrame que
nunca le harás ningún daño por causa de tus celos, porque si bien es cierto que
eres como mi hermano, como dijiste Mael es mi hijo y no dudaría en defenderlo
aunque fuese de ti.
-
No podría Iván, y no podría por dos razones. La primera porque es tu
hijo, y la segunda, porque tengo la certeza de que él nunca será una amenaza, y
lo sé porque habiendo tenido todas las oportunidades y teniendo un hijo juntos,
renunció a ella por amor. No Iván, puedo jurarte que jamás tocaría un solo
cabello de Mael Berserker.
-
Gracias
Lo que tanto Iván como
Giulian estaban obviando era que quien en realidad corría un peligro mortal era
Giulian que entre otras cosas y a menos que decidiese asesinar a Mael mientras
éste dormía, no habría tenido oportunidad de tocarle un solo cabello antes de
que el chico le arrancase la cabeza.
Llegó el día de volver a
clases y a Sam no le hacía gracia tener que pasar todo el día lejos de Giulian,
y ciertamente a éste le hacía mucha menos. La imaginaba rodeada de jóvenes
ansiosos y se sentía enfermo pero se suponía que debía actuar con cordura, de
modo que la despidió con un beso diciéndole que se verían en la tarde y que la
estaría esperando.
Las clases comenzaron de
forma muy dura. Aquel semestre en la asignatura de Animales y Criaturas Mitológicos, iban a comenzar con los Wyvern.
-
Una especie de la familia de los dragones y aunque inferiores a
éstos -- decía el profesor --
pueden resultar igualmente mortíferos. Miden aproximadamente diez metros
de largo, poseen unas grandes alas de murciélago, tienen ojos rojos y en su
cola un aguijón parecido al del escorpión con un veneno letal. Muy pocos
Arzhvaels han visto uno y ninguno que esté vivo en la actualidad.
Les dejó un trabajo de
investigación acerca de estas criaturas y acerca del Lamassu. En Energía Negativa y Magia Oscura, estaban
viendo la creación de los Golem y las Sombras.
-
Las sombras son muertos vivientes que se forman en las tinieblas y que
drenan la fuerza a los seres vivos
-- comenzó el profesor -- Son
tan oscuras que sólo son detectables con una luz muy brillante, el resto del
tiempo parecen sombras comunes. Son seres primarios en el plano material
negativo, es decir, la antimateria. En el plano material primario, en el que
vivimos los Arzhvaels, los Firbolgs y el resto de los seres vivos, son simples
sombras. Su origen es mágico, un
Arzhvael arrojó una maldición a un muerto enemigo y de ahí surgió la primera
sombra. Las sombras merodean desde entonces por ruinas, cementerios, mazmorras
y algunos bosques mágicos. Cuando atacan, su contacto frío hace que se
entumezcan las articulaciones y que la víctima quede casi paralizada, perdiendo
además los sentidos como el olfato, el tacto y el oído. En ese momento las
sombras comienzan a drenar y consiguen dejar a su víctima sin energía, convirtiéndose
ésta a su vez en una sombra, pasando al plano material negativo y dejando sólo
su sombra en el plano material primario. Algunas víctimas mueren antes de
llegar a ser drenadas por completo y entonces son abandonadas por la sombra. Son
seres de inteligencia baja pero con una buena movilidad, lo que les permite desplazarse
a voluntad sin ser percibidas. Son inmunes al frío y a ciertos hechizos y
conjuros, como el del sueño.
En Alquimia seguían con
preparaciones muy complicadas y no avanzaban mucho en la obtención y cambio de
los materiales, por suerte contaban con Amy. En Metamorfosis el profesor hizo
un anuncio que puso nerviosos a muchos.
-
En este semestre aprenderán lo básico para una metamorfosis
completa -- dijo --
Como supongo que todos manejan la metamorfosis básica, no invertiremos
mucho tiempo en esta parte. Pero para el final todos deben ser capaces de
transformarse a sí mismos y a otras personas.
La profesora de Speller empezó su clase recordándoles
que los conjuros son en muchos sentidos lo contrario de las maldiciones y que
al contrario de la Metamorfosis, que modifica la estructura molecular del
objeto o la persona, los conjuros o encantamientos como los llamaban muchos,
solo hacen que las cosas o personas ejecuten actos inesperados.
En Runas Antiguas
seguirían partiéndose la cabeza tratando de descifrar largos escritos con estos
caracteres. Pero Sam, Amy, Aderyn y Mael iban muy adelantados en esa materia.
Las clases de Búsqueda y Rastreo, las de Duelo y las de Tiro, como eran entrenamientos prácticos se llevaban a cabo en Arx.
Garlan seguía siendo un dolor de cabeza pero estaban conscientes que era el
mejor en su área. Philip tenía poco qué hacer con ellos en las clases de Duelo,
de modo que ponía mayor atención en los Krigers, y Mael, Di y Dan,
prácticamente no hacían nada en las clases de Alaric, y a decir verdad el
Arzhaelí les había sugerido a todos ellos, con excepción de Amy y Aderyn, que
no tenían por qué cursarla.
Hubo un asunto que
mortificó mucho a los miembros de la familia, si bien era cierto que en el
Instituto, la mayoría de los estudiantes eran Krigers y Arzhaelíes, también los
había que no pertenecían a la Orden y que cursaban otras carreras tal y como
Eowaz les había explicado. En el semestre que se iniciaba entraron muchos más y
entre ellos Frieg Lery. En cuanto Danny lo había visto, él, Gail y Mael se
fueron derechos a hablar con Iván.
-
¿Qué se supone que hace ese mal nacido aquí, papá? --
preguntó Gail sin siquiera saludar
Iván no necesitó que le
especificaran de quien estaba hablando. Dejó los papeles que estaba revisando y
miró a los chicos.
-
Tiene tanto derecho como cualquier Arzhvael a cursar estudios
superiores -- dijo con paciencia
-
¡Ese individuo es un Nemhain!
-- exclamó Danny
-
¿Cuántas veces tendré que recordarte que los Nemhain son Arzhvaels
también Danny?
-
Ya lo sé, pero éste no es de los buenos precisamente --
replicó el chico
-
¡Su padre está en Fangelsi, papá!
-
A ver, cálmense los dos. Es verdad, Kristof Lery está en Fangelsi pero
su hijo no, y antes de entrar, a todos los alumnos se les hace una prueba
específica para asegurarnos de que no están relacionados con la energía
negativa
-
Pues algo va muy mal con esa prueba
-- insistió tercamente Danny
-
Suponiendo que eso es así y no tengo por qué dudar de lo que dices, no
me importa si está o no relacionado con la energía negativa, porque si lo veo
cerca de la Nena, lo enviaré a un lugar del que no podrá regresar --
dijo Mael con voz serena pero extraordinariamente fría
-
Mael, será inevitable que se crucen en los pasillos o en el Comedor, de
modo que por favor, si no les da un motivo, déjenlo en paz -- le
dijo Iván
-
Iván, sabes perfectamente que ese sujeto la tiene con mi hermana, de
modo que no nos pidas eso, y yo insisto en que algo va mal con la prueba,
porque ese infeliz estaba en el Laboratorio el día…
-
Eso no significa que hubiese cruzado la línea, de haberlo hecho te
aseguro que no habría podido ingresar aquí
-
Solo espero que no te estés equivocando Iván, porque si tú lo haces, te
aseguro que yo no lo haré -- dijo Mael y abandonó el despacho
Después que los chicos
abandonaron el despacho, Iván pensó que aquel sería un semestre muy agitado,
pero esperaba que Frieg Lery no les trajera más dolores de cabeza.
Aparte de Lery, los
chicos se encontraron a otro conocido, esta vez se trataba de Greg Zimmerman,
pero en el caso de éste fue Mael quien les dijo que lo dejaran en paz y
recordaran lo que les había contado.
Otra novedad del semestre
fue la apertura de un Club de Duelo
para los alumnos que no veían Duelo
como materia obligatoria. A Philip no le gustó mucho la idea pero cumplió con
el objetivo de organizarlo, para lo que les pidió a algunos de los Krigers que
participasen, sin embargo ellos les dijeron que si se trataba de dar buenas
exhibiciones se lo pidiera a Douglas y a Natchzhrer, de modo que los chicos
terminaron todos inscritos en el dichoso club aunque Gail protestó mucho,
porque las exhibiciones se efectuarían los sábados.
El primer sábado que
tenían que asistir al club de Duelo, Sam estaba muy contenta porque Giulian le
había prometido acompañarla, pero a pesar de haber estado feliz porque Giulian
iría, ese día había comenzado mal para ellos, porque éste al ver a Sam tan
cansada por la semana que había tenido y que se acostaba tan tarde haciendo los
deberes, se había negado rotundamente a que la chica se quedara en su
habitación la noche anterior y ésta por supuesto estaba furiosa.
El más que nadie había sufrido esa ausencia. En esa
última semana se había acostumbrado a dormir con ella a su lado, a despertar
mirándola y sintiéndola ahí pero eran pocas la veces que había podido
controlarse y fue por eso que la envió a su habitación con intención de que
descansase como era debido. Sin embargo, Sam no estaba nada contenta y despertó
de muy mal humor, cosa que todos notaron pero prefirieron no preguntar, porque
suponiendo que se hubiera peleado con Giulian, era más prudente mantenerse a
distancia. Cuando llegaron al Instituto, Danny se fue derecho hacia su hermana.
-
¿Se puede saber qué te pasa? --
preguntó -- Y no se te ocurra decirme
que nada.
-
Me pelee con Giulian, eso es todo.
-
Ya. Bueno serénate o harás un muy mal papel en la primera exhibición
Sam lo miró con mal
humor, aunque no dijo nada más. Pero las cosas no podían ir peor, ya que el contrincante
que le tocó fue Lery.
-
Tranquila preciosa, procuraré no
hacerte mucho daño
Sam lo miró con odio pero
ya tenía en quien descargar su ira. Dan y Giulian se preocuparon al ver quién
era el oponente de la chica pero por la
forma en que Sam lo miró, Danny casi pudo sentir pena por él. Philip dio la
señal para comenzar y Sam lo hizo.
-
¡DUWEN! -- lanzó
Sam y Lery salió despedido por los aires cayendo a unos tres metros de la
chica, y ella esperó que se pusiera de pie
-
¡UZKII! -- atacó Lery
-
¡STAD! -- se defendió Sam y detuvo el rayo en el aire
-
¡GALDSTUCK! -- lanzó Lery y
unas cuerdas salieron de su Gwialen.
Pero ya Sam había
conjurado un potente escudo y decidió dar por terminado este asunto.
-
¡PRIVLEKAT! --
Lery sintió como una fuerza invisible tiraba de él -- ¡CAPTA!
-- con lo que quedó
apresado -- ¡AVVÄPNA! -- y
la Gwialen de Lery voló por los aires y en un limpio movimiento Sam la agarró
Los espectadores estaban
en asombrado silencio y cuando la Gwialen de Lery llegó a manos de Sam
rompieron en un ruidoso aplauso. Todo había sido tan rápido que no le había
dado tiempo a Philip de describir los movimientos que al fin y al cabo era lo
que le habían dicho que era la finalidad de todo esto
-
Vaya exhibición y que manera de acabar con un oponente -- fue todo lo que pudo decir
Danny se acercó a Giulian
antes de que Sam se reuniese con ellos.
-
¿Hazme un favor quieres? Has que
se moleste todos los sábados.
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