LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

sábado, 26 de julio de 2014

Cap. 46 Antes de…



Mael acababa de despachar al grupo de aspirantes que salía de permiso y se dirigía al edificio a cambiarse de ropa para ir por Elijah, pero se detuvo al ver a Jonathan que venía saliendo.

-          Vaya hombre, muy madrugador tú

-          No por gusto  --  Mael notó las ojeras de su amigo y arrugó la frente

-          ¿Todo en orden?

-          Sí, es solo trabajo, que por fortuna ya está concluido

-          Vete a descansar entonces  --  y se dispuso a seguir su camino

-          ¿Y tú estás bien?

La pregunta de Jonathan obedecía a que llevaba varios días sin verlo debido a que había estado fuera trabajando, pero sabía que por fuerza él no debía estarlo pasando nada bien, ya que Samantha y Giulian se casarían en unos días.

-          Sí, estoy bien  --  contestó Mael sin detenerse

Jonathan se quedó de pie donde estaba y mirándolo alejarse, pero dudaba mucho que su amigo volviese a estar bien algún día.

-          Ese no es un pensamiento muy alentador  --  escuchó a su lado y volvió la cabeza

-          Y tú no deberías estar mirando dentro de mi cabeza Daira

-          Entonces no vayas por allí gritándolo  --  dijo ella

-          Ya te pareces a Armel, hacen buena pareja ustedes dos, deberían…

-          ¡McKenzie, no necesito que me busques pareja!  --  exclamó ella con disgusto y dándole la espalda se marchó

-          Yo diría que sí lo necesitas  señorita Clemmens  --  susurró él con sonrisa maligna, pero esperando que no lo hubiese escuchado

-          Déjala en paz McKenzie, o te verás en serias dificultades  --  dijo Alaric

-          ¿Desde cuando me llamas McKenzie?

-          Desde que te metes con las personas equivocadas, necio

-          No le estoy haciendo nada

-          ¡Ja! Dudo que alguien te creyese incluido tú mismo. Te has esforzado en fastidiarla  desde que llegaste como aspirante, y la verdad aun me pregunto cómo es que aún estás entero

-          ¿Será por mi indiscutible encanto personal?  --  preguntó ahogando la risa

-          Deberías dejar las malas compañías, ya tenemos bastante con un Cornwall  --  y Jonathan rió  --  Pero volviendo a lo otro, hazme caso, Daira es el ser más dulce de la tierra y usualmente se desvive por ayudar a los demás, pero si le colmas la paciencia podrías descubrir de un modo muy doloroso tu error.

Jonathan lo miró alejarse y se preguntó si… arrugó la frente desechando el pensamiento y se dispuso a marchar a casa, se moría por ver a Lizzy.


Samantha y Giulian marcharon después de comer hacia la casa de Gail y Aderyn, tenían algo importante que hablar con la chica y no podían esperar más. Llegaron y se fueron directo a ver a Vladimir. El bebé crecía sano y hermoso, y se parecía mucho a sus padres. Era tan rubio como  Aderyn y con los ojos azul brillante como los de Gail, porque a pesar de que Aderyn también los tenías azules, los suyos eran azul cielo, mientras que los de Gail y los de su hijo  eran azul eléctrico, al menos en ese momento. Sin embargo, Sam estaba segura que ese color variaría siempre con los cambios de estación como sucedía con todos los Cornwall.

-          Solo espero que no se parezca tanto al padre en conducta  --  dijo la chica

-          ¡Por favor Aderyn!   --  protestó Giulian  --  Ningún individuo que lleve sangre Cornwall puede ser…

-          Te recuerdo señor Cornwall, que yo también tuve algo que ver en la concepción de ese chico  --  dijo ella interrumpiéndolo

Los tres rieron y luego bajaron al Salón. Preguntaron por Gail, y Aderyn les dijo que estaba con Danny pero no sabía en qué andaban. Después de esto, Aderyn se les quedó mirando.

-          ¿Y bien? ¿Qué era eso tan importante que querían decirme? ¿Está todo bien con el embarazo?  --  preguntó con cierta nota de preocupación

-          Sí, todo marcha bien, no se trata de eso  --  dijo Sam

-          Es sobre la boda  --  agregó Giulian y la chica se alarmó

-          No me dirán que…  --  pero ambos rieron

-          No, no pensamos suspenderla, pero para continuar con ella necesitamos que tú seas la madrina  --  dijo Sam

-          ¿Qué?  Pero… ¿por qué yo?

-          Cualquiera diría que no te gusta la idea

-          No es eso Sam, pero es que… bueno… no sé… Di…

-          Escúchame Aderyn  --  dijo Giulian  --  Pensamos que tú eres la más indicada por varias razones. Entre ellas, que fuiste la primera en notar que yo amaba a Sam. Segundo, porque cuando estaba destrozado y te necesité, acudiste a verme y no me traicionaste diciéndoselo a nadie. Y tercero, porque gracias a la sacudida que me diste ese día, yo comencé a ver las cosas de un modo diferente.

-          Aderyn, Di es mi cuñada y será la madrina de mi próximo bebé, pero… --  la garganta se le cerró y Giulian le pasó un brazo por los hombros

-          Te amamos Aderyn y simplemente queremos no solo que compartas con nosotros ese día, sino que seas parte integral de ese momento que representa la consolidación de nuestra mayor felicidad, una felicidad que tú ayudaste a construir  --  completó Giulian

Aderyn lloraba del mismo modo que Sam y Giulian terminó con ambas en brazos.

-          Vamos chicas, parece que hubiese muerto alguien  --  les dijo y ellas sonrieron a través de las lágrimas

-          Me sentiré feliz de ser la madrina de la boda  --  les dijo finalmente

-          Y quiero pedirte un favor especial  --  dijo Sam  --  El día de la boda, necesito que estés con Giulian. Recuerdo cómo estaban Danny y Gail, y supongo que él se pondrá igual. Y francamente, dudo mucho que papá o Iván sean capaces de calmarlo

-          ¡Por supuesto que no!  --  protestó Giulian y ellas rieron  --  Ya verán, voy a estar de lo más tranquilo ¿Por qué no habría de ser así?

-          Descuida, ahí estaré y evitaré que salte por el balcón


En Averdeen se había desplegado una actividad frenética en los últimos días con los preparativos para la boda. A pesar de que Amy contaba con mucha ayuda, ya que Ann, Aderyn, Diandra, Elar y Daira trabajaban incansablemente, ella quería supervisarlo todo. Por extraño que parezca, a la única que no dejaban hacer prácticamente nada, era a Sam. Esto había generado en principio, el malestar de la chica que decía que era su boda, pero fuera de consultar alguno que otro detalle, no la dejaban hacer nada más.

Dan estaba tan emocionado como su mujer y le hubiese gustado ayudar, pero Amy decía que los hombres no servían para aquello. Por lo tanto, Dan  empleaba su tiempo en fastidiar a Giulian tanto como le era posible, hasta que Iván se hartó de la situación y le dio una sacudida  a Dan.

-          ¿Qué haces necio?  --  se quejó Dan  --  ¿Quieres romperme todos los huesos?

-          Debería, pero dudo que eso te haga madurar  --  dijo Iván  --  ¿Qué es lo que pretendes?  ¿Acaso quieres que el infeliz este salga corriendo y deje plantada a tu hija?

-          Si hiciera algo tan estúpido como eso, sin duda es porque quiere morir, aunque igual va directo a la horca  --  dijo Dan y rió.  Iván cerró los ojos con resignación pensando que no había caso

-          Dan, escúchame aunque sea una vez. El pobre sujeto ya lo está pasando bastante mal, cada mañana se despierta sintiéndose terrible y…

-          Eso lo enseñará a no ir por ahí dejando embarazada a mi hija

-          Tú definitivamente no tienes arreglo, ni compasión

-          Iván deja de sermonearme como si tuviese quince años…

-          Pues intenta comportarte como el adulto que se supone que eres  --  pero Dan no le prestó atención

-          … te recuerdo que Giulian me hizo la vida miserable en los días previos a mi boda, de modo que…

-          ¡Ah claro! Una actitud muy madura la tuya

Iván consideró por un momento hablar con Amy, porque era la única que podría hacer que Dan se comportase, pero recordó que en cuanto a gastarle bromas pesadas al resto de la humanidad, ella era tan Cornwall como el desdichado al que él estaba intentando proteger. De modo que dejó el asunto así, y se hizo el propósito de permanecer lo más cerca posible de Giulian los últimos días antes de la boda, o realmente el infeliz terminaría con un colapso nervioso.

Giulian y Sam habían tenido una discusión días antes de la boda y previa a su conversación con Aderyn, porque si bien estaban de acuerdo con la madrina, no sucedía lo mismo con relación al padrino, porque mientras Giulian quería que fuese Jonathan, Sam quería que fuese Mael y fue en lo único que Giulian se mostró inflexible.

-          ¿Cuál es tu antipatía por Mael?  --  preguntó ella con indignación

-          No es antipatía princesa, pero…

-          Pero nada  --  lo interrumpió ella  --  Mael es mi hermano y quiero que sea el padrino de mi boda

En cualquier otra circunstancia, Sam no tendría que haberse esforzado tanto, porque Giulian siempre estaba dispuesto a complacerla en todo, pero en aquel caso no. Giulian pensaba y de forma justificada, que aquello era como hundir un puñal en una herida ya muy dolorosa, y que Mael no se merecía eso. El asunto era que no encontraba cómo explicárselo a aquella terca criatura.

-          Giulian…  --  comenzó ella acercándose a él y Giulian vio claramente el peligro

-          ¡He dicho que no!  --  exclamó casi corriendo hacia la puerta  --  El padrino será Jonathan y no hay más discusión

Dicho aquello salió dando un portazo y sintiéndose miserable, pero no iba a permitir aquello y si se hubiese quedado un minuto más, habría sucumbido como siempre. Sam por su parte, inicialmente se quedó parada mirando por donde había salido Giulian, y después de la ira pasó al desconsuelo, pero luego volvió a enfurecerse y salió de allí  derecha a buscar a Iván. Entró al estudio como un vendaval y sin llamar, como era su costumbre.

-          ¡Iván, necesito que hables con ese mal nacido…!  --  pero se interrumpió al ver a Elar

La Arzhaelí hablaba con Iván en el momento que ella entró y mientras Elar la miraba con los ojos muy abiertos, Iván que ya había pasado por las bodas de Danny y Gail, suspiró con resignación preguntándose por qué Sam querría quitarle la cabeza a Giulian ahora, porque sin ninguna duda el mal nacido tenía que ser él.

-          A ver linda  -- dijo con paciencia  --  ¿Qué hizo ahora?

-          Lo siento Elar  --  se disculpó Sam

-          Descuida Samantha  --  dijo la chica y miró a Iván  --  Terminaremos esto después  --  e Iván asintió

-          ¿Y bien?  --  preguntó Iván una vez que Elar abandonó el estudio

-          Iván, sabes que quiero mucho a Jonathan pero Mael es mi hermano, ha sido mi apoyo y ha estado conmigo en los momentos más difíciles. De modo que quiero que sea el padrino de mi boda y Giulian se niega.

Iván sintió el conocido dolor en el corazón al pensar en Mael y tuvo que estar de acuerdo con Giulian, y de hecho se lo agradeció en silencio. Ahora el problema era convencer a la pequeña y enfurecida señorita Douglas de eso. Aquello le tomó un tiempo inusualmente largo, e incluso tuvo que emplear algo de su poder para lograrlo, y aunque se sintió muy mal por ello, se tranquilizó diciéndose que lo hacía en beneficio de Mael.

-          Linda, como bien dijiste Mael es tu hermano y lo será siempre, al igual que Danny y Gail, y aparte de eso a ustedes los une un vínculo aun mayor, son los padres de Elijah. De modo que por esta vez, complace a Giulian y acepta de buen grado a Jonathan como padrino  --  había dicho finalmente

Y así fue como gracias a Iván, Giulian logró conservar su cabeza intacta y Jonathan fue designado padrino de la boda.

En lo que Sam y Giulian sí se habían puesto medianamente de acuerdo, era en que tendrían una boda tradicional, pero a diferencia de la de los chicos, la suya se efectuaría en el Deml. Los Arzvahels no tenían templos donde se efectuasen ceremonias religiosas, ya que sus creencias estaban basadas en el politeísmo Y veneraban a sus Dioses en forma libre y sin ataduras confesionales, los honraban amando y cuidando la naturaleza y si bien tenían fechas señaladas como Valborgsaften, Beltane o Samhain, todas sus ceremonias se realizaban al aire libre.

Sin embargo, tenían el Deml que había sido erigido como presente a los Dioses, pero nadie tenía que asistir a él de forma obligatoria. Todo Arzhvael tenía derecho a su uso, y aunque normalmente la mayoría efectuaba los matrimonios y bautizos en sus viviendas, el Deml también estaba disponible para esto. Era una bellísima e imponente joya arquitectónica, situada en las afueras de Dyffryn y al pie de Mynydd Uchel.

Cuando Giulian llevó a Sam a conocerlo, la chica casi se desmaya. En su parte frontal, la estructura estaba soportada por doce columnas de estilo dórico, ocho al frente y dos a cada lado. Y si Sam perdió la respiración la verlo, la subida de los ciento diecisiete escalones para llegar a la entrada, no contribuían mucho para recuperarlo. Entraron directamente a un enorme pasillo central y Sam miró a Giulian.

-          No hay puertas  --  dijo la chica

-          No princesa, las puertas son un mensaje de privacidad, aunque algunas personitas los ignoren  --  dijo mirándola risueño  antes de continuar  --  Este es un lugar que no pertenece a nadie en particular y donde podemos entrar con entera libertad, por lo tanto se hacen innecesarias las puertas

El pasillo de acceso no era muy largo y algo oscuro, pero al salir al cuerpo principal de la edificación todo cambiaba. Era una estructura circular y todo allí parecía de mármol blanco, madera pulida y oro. El alto techo abovedado era de cristal por lo que los rayos del sol entraban a raudales. No había cuadros ni adornos, pero las paredes estaban decoradas con cientos de pinturas que hacían referencia de una u otra forma a los elementos de la naturaleza.

Cuando salieron de allí, Sam sintió una extraña opresión en el pecho que solo podía identificar como emoción.

-          Si que eres muy ostentoso señor Cornwall, al querer casarte en este lugar

-          Princesa, este será uno de los días más importantes de mi vida, no puedes culparme por querer hacerlo  --  dijo él dándole un beso antes de abrazarla y desaparecer rumbo a casa

Y no sabía Sam en realidad lo muy ostentoso que podía llegar a ser su futuro marido. A pesar de que ella había dicho que quería una boda sencilla y él en teoría había aceptado, esa palabra parecía carecer del mismo significado para ambos. Y ciertamente era así, porque si en algo tenían razón los que lo conocían, era en afirmar que Giulian Cornwall podía ser uno de los más hábiles Arzhaelíes de la actualidad, pero no por eso había dejado de ser un Cornwall, y estos sujetos habían nacido rodeados de un lujo y una comodidad que Sam no había conocido y no porque no perteneciese a una familia de la misma estirpe, sino por las especiales circunstancias en las que se vio obligada a crecer, y una vez que volvió a su mundo, lo hizo en medio de una despiadada persecución que no le concedió tiempo ni oportunidad para disfrutar de todo aquello a lo que por nacimiento tenía derecho. De manera que Sam se llevaría una pequeña sorpresa el día de su boda al comprobar la sencillez de la misma.

En vista de que su madre no la dejaba hacer prácticamente nada, Sam se pasaba la mayor parte del tiempo con los niños o estudiando. Aunque Danny y Gail pasaban mucho tiempo con ella, Sam extrañaba en demasía a Mael. Desde su regreso solo lo había visto una vez y casi de pasada, porque ella venía llegando y él ya se marchaba. De modo que el día anterior a la boda, decidió ir a buscarlo y no se lo dijo a nadie.

Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula por dos motivos diferentes. El primero, que había una gran concentración de Arzhaelíes en Arx. Sam estaba perfectamente al tanto de que se efectuaban dos reuniones al año con todo el Cuerpo, pero para eso faltaban alrededor de tres meses y sintió un repentino pánico de que estuviese sucediendo algo que ameritase la presencia de todos, pero como ellos no habían sido convocados, decidió sensatamente que no había motivos para preocuparse. Y lo segundo, fue que Paul le informó que Mael estaba de viaje por un asunto de trabajo y no sabían cuando volvería.

Sam sintió un enorme dolor al escuchar aquello, porque solo faltaba un día para su boda y no concebía que Mael no estuviese, de modo que dejó a un sorprendido Paul con una frase a medias y corrió hacia el edificio principal con la intención de hablar con Eowaz, pero en su carrera colisionó violentamente con Garlan.

-          ¡Niña!  --  exclamó el Arhzaelí sujetándola para evitar que cayese  --  En tu estado no deberías andar corriendo por allí, eso es…  --  pero se detuvo al mirarla bien  --  ¿Qué te sucede?

-          Nada solo…  --  pero las palabras quedaron bloqueadas por el nudo que tenía en la garganta

Sam no se había dado cuenta pero iba llorando y cuando intentó hablar las lágrimas la ahogaron. Garlan se alarmó pensando que tendría algún dolor, pero la conocía lo suficiente como para saber que un dolor no la reduciría a aquel estado. No obstante y sabiendo como sabía que ella estaba embarazada, decidió que lo más sensato era conducirla hasta Daira.

-          Vamos Niña, será mejor que Daira te vea  --  dijo sujetándola por un brazo

-          No… estoy bien

-          Desde luego no lo estás  --  dijo molesto  --  ¿Por qué siempre tienes que discutirlo todo?  --  y como él particularmente no tenía deseos de ponerse a pelear con ella después de una agotadora sesión de entrenamiento nocturno, la alzó en brazos sin pedir permiso

-          Garlan… de verdad… solo… estoy triste  --  dijo ella

Garlan compuso la peor de las caras y volvió a colocarla en el piso. Por su mente pasó la idea de que Daniel Douglas era el mayor de los imbéciles al dejar en manos de Cornwall a su hija. Él estaba positivamente seguro que aquel sujeto solo podía causar desgracia a cualquier fémina, y estaba siendo testigo de ello. Pero él no era el más indicado para lidiar con aquel tipo de drama, y ciertamente carecía por completo de delicadeza.

-          Bueno tú te lo buscaste, nadie te mandó a enamorarte estúpidamente de ese cretino  --  le dijo y ella lo miró con extrañeza hasta que comprendió

-          No se trata de Giulian

-          Claro  --  dijo él, y acto seguido le dio la espalda para continuar su camino, necesitaba dormir y los dramas amorosos de la Niña no se lo iban a impedir

-          Garlan  --  lo detuvo ella

-          No tengo tiempo para tragedias amorosas Niña

-          ¿Tú sabes dónde está Mael?

Garlan se detuvo y se volvió, la miró durante unos segundos y comprendió la situación. Sin embargo, por muy poco delicado que fuese, no sería él quien se metiese en aquel lío.

-          Trabajando Niña, no todos disponemos de tu tiempo  --  pero una vez que las palabras salieron de su boca, se sintió miserable al ver su rostro, maldijo por la bajo y volvió sobre sus pasos  --  Escucha…

-          No estará en mi boda  --  lo interrumpió ella y a continuación salió corriendo

Garlan era un individuo práctico, frío y directo, pero aquella muchachita desde un principio había tenido una facilidad enorme para decomponerlo y aunque seguía preguntándose por qué, tampoco se detuvo mucho en eso, sino que la ira que había sentido hacía un momento en contra de Giulian Cornwall, fue redireccionada ahora hacia Mael. Sabía al igual que todos, porque habría sido necesario que fuese un completo imbécil para no saberlo, lo que el chico sentía por ella, pero Berserker era un hombre y debía afrontar las cosas como tal. De modo que ignorando su cansancio y necesidad de sueño, caminó de nuevo hacia el edificio.

-          Estará Niña, estará aunque tenga que traerlo a rastras 


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