Cuando Amy entró a la habitación de su
hija, Sam estaba sentada en la cama y miraba hacia el vacío.
-
Buenos
días hija -- saludó Amy alegremente --
¿Preparada para el gran acontecimiento?
Sin embargo, cuando se acercó a la cama
tuvo el súbito presentimiento de que algo iba muy mal.
-
¿Samantha? --
preguntó con preocupación -- ¿Te sientes bien?
-
Sí
mamá no te preocupes, estoy bien
Pero si de algo estaba segura Amy era de
que su hija no estaba bien, pero
hablar con Samantha nunca le había resultado sencillo y era simplemente
imposible ver más allá de lo que ella quisiese decir. Por un momento consideró
buscar a Iván pero luego se dijo a sí misma que lo más probable era que
estuviese nerviosa, después de todo era el día de su boda. De modo que decidió
dejarla un momento mientras la chica salía de la cama y se bañaba.
Sam se levantó una vez que su madre
abandonó la habitación y luego de asearse, fue directamente a la habitación de
los niños. Los chicos corrieron a sus brazos apenas la vieron entrar pero
después de un momento, Brendan sujetó el rostro de Sam entre sus manos.
-
Mami
triste -- dijo el chico
-
No
cielo, solo estoy un poco cansada
Brendan se dio por satisfecho y volvió a
sus juguetes, pero Elijah se acercó y sin decir nada abrazó a su madre. Sam
estaba acostumbrada a la expresión de seriedad de Elijah, pero por primera vez
le vio una de inmensa tristeza. Sam se reprochó a sí misma pensando que estaba
transmitiendo su extraño estado de ánimo a su hijo e intentó sonreír, pero al
cabo de un rato Elijah seguía con al misma expresión.
Aunque Sam no estaba al tanto de las
visitas nocturnas de Mael, él seguía efectuándolas, solo que llevaba dos días
sin aparecer y esto era lo que tenía a Elijah en aquel estado. Sin embargo, no
pudo quedarse más tiempo, porque a los pocos minutos entró Aderyn que era la
que se encargaría de los niños ese día y la envió a desayunar, porque en breve
tenía que comenzar a alistarse.
En otra área de la casa, Iván y Dan
intentaban hacer que Giulian despertase, algo que estaba resultando casi
imposible.
-
¡Déjame
en paz Enano! -- exclamó después de mucho tiempo
-
Creo
que solo hay una manera -- dijo Dan e Iván asintió
Fue hacia el baño y después que estuvo
listo volvió. Le quitaron las sábanas y las almohadas que se había puesto en la
cabeza y él soltó una maldición, pero ellos lo ignoraron y lo arrastraron hacia
el baño, le sacaron las ropas y lo lanzaron a la bañera sin ninguna compasión.
La sarta de insultos e improperios estaban seguros que se habían escuchado en
todo el castillo, pero ellos se limitaron a reír.
-
Si
termino… en el hospital… por su culpa los voy a… descuartizar con mis propias…
manos --
dijo Giulian con los dientes castañeteándole por efectos de estar
sumergido en agua helada y con trocitos de hielo flotando a su alrededor
-
Reconozco
que el tibio baño puede colocarte en
el camino más seguro para pescar una pulmonía, pero estoy seguro que preferirás
eso a perderte tu propia boda -- dijo Dan
-
¡Boda! --
exclamó Giulian -- ¡Demonios! Tu hija va a matarme --
gimió, y acto seguido los miró con rencor --
Pero antes voy a matarlos yo a ustedes
-
Creo
que esta es una buena lección de aprendizaje para ti --
dijo Iván en tono filosófico -- Y ahora sin duda comprendes mejor a… Phillip
por ejemplo -- agregó con malignidad y Giulian abrió los
ojos con desmesura
-
¡Por
todos los Dioses! Díganme que no hice ninguna estupidez
-
La
verdad es que fueron varias… -- estaba diciendo Dan mientras ahogaba la risa
-
¿Y
ustedes se dicen mis amigos? -- pero después de un momento los miró con
suspicacia -- Aguarden, si anoche yo… no, no pude haber
bebido tanto porque no me duele la cabeza ni…
-
Si
no tienes ningún malestar genio, es
porque mientras intentábamos hacer que despertaras, te di algo para evitártelo, así que puedes agradecérmelo -- le
dijo Iván
Pero ciertamente él estaba muy lejos que
querer agradecerles nada y todo lo que quería era arrancarles sus estúpidas
cabezas. Con toda seguridad Sam estaría furiosa y dudaba mucho que la explicación
de todo aquello, contribuyera a mejorar el asunto.
Cerca de las diez de la mañana, habían
logrado que Giulian presentara un aspecto aceptable y luego de un tardío
desayuno, agarró una camisa se la puso y sin abrochársela siquiera y aun
descalzo, se dirigió a la puerta de la habitación.
-
¡Ey! --
intentó detenerlo Dan
-
¿Dónde
crees que vas? -- preguntó Iván sujetándolo
-
Déjame
en paz, voy a ver a Sam
-
¡Ah
no! Olvídalo amigo, Amy nos…
-
¡Me
importa un demonio Amy! -- gritó él mientras salía de la habitación
-
¿Ah
sí? --
preguntó la susodicha mirándolo con ira
-- Vuelve ahora mismo a tu
habitación y no saldrás de allí hasta que sea hora de ir al Deml ¿está claro?
En cuanto Iván y Dan vieron a Amy se
hicieron a un lado, porque sabían que Giulian no tendría ninguna posibilidad
con ella.
-
Por
favor Amy… solo quiero verla un momento, darle los buenos días y…
-
Se
supone que no puedes ver a la novia hasta la hora de la ceremonia, necio
-
¡Eso
es una tontería!
-
Es
posible pero eso es exactamente lo que harás.
-
No
puedes impedirme verla
-
¿Quieres
apostar? -- preguntó ella con una sonrisa maligna
Danny y Gail que veían el asunto a pocos
pasos, le habrían aconsejado a Giulian dejar las cosas por la paz, ya que a
ellos les había ido muy mal por no hacerlo.
-
Llévenselo -- les
ordenó a Dan y a Iván -- yo aun tengo mucho que hacer
Ellos sujetaron a Giulian pero en los
labios de éste se había dibujado una sonrisa que se esfumó muy de prisa cuando
escuchó a Amy que sin volverse caminaba hacia las escaleras
-
Si
estás pensando en ir cuando yo haya desaparecido, es porque eres más imbécil de
lo que imaginaba, porque en la habitación de Sam están Elar y Daira y dudo
mucho que quieras enfrentarte a ninguna de ellas, a menos que quieras llegar a
tu boda en una camilla -- y la escucharon reír
-
¡Maldición!
Giulian sabía que enfrentarse a aquellas
dos mujeres, equivalía como dijo Amy a terminar muy mal, porque aunque sabía
que finalmente podía desarmarlas, Daira no era especialmente violenta pero Elar
era una Arzhaelí de las peligrosas y él lo sabía porque casi siempre trabajaban
juntos cuando de asaltos se trataba, de modo que conocía tan bien su técnica
como ella la de él, de manera que ciertamente no sería nada juicioso.
-
Buena
decisión -- dijo Iván que no se había perdido ni uno solo
de los razonamientos
-
¡Cállate
traidor! -- le dijo y entró a su habitación azotando la
puerta
-
Quizá
Giulian no quiera entrar a esa habitación en este momento pero tal vez tú sí
tengas buenos motivos para hacerlo
-- dijo Dan y a continuación
recibió un violento puñetazo en el brazo que casi le rompe el hueso, pero eso
no le impidió reír con sorna
-
Ahora
hazte cargo tú solo de la criatura -- le
dijo marchando hacia las escaleras
-
¡Ey!
No es en esa dirección -- le
dijo partiéndose de risa mientras Iván pensaba que en realidad aquel
individuo había vivido demasiado tiempo considerando su odiosa manía de meterse
donde no lo llamaban
Ya se acercaba la hora y Amy dio un
último vistazo al jardín y se sintió satisfecha, de manera que entró a la casa
y subió a toda prisa. Aun tenía que bañarse vestirse y… casi choca con Daira.
-
Iba
a buscarte -- le dijo la Arzhaelí
-
¿Qué
sucede?
-
No
lo sabemos, pero Samantha nos pidió abandonar la habitación
-
¿Ya
está lista?
-
No
del todo, es decir, está vestida pero aun no se peina ni se ha colocado las
joyas --
hizo una pausa y luego agregó
-- Hace unos minutos comenzó a
llorar, se sentó en la cama y nos pidió que nos marcháramos.
Amy sintió que algo muy pesado caí en el
fondo de su estómago, pero reaccionó de inmediato y corrió hacia la habitación.
Elar estaba de pie en la puerta y miraba con aprensión hacia la habitación de
Giulian.
-
Date
prisa Amy, aquellos --
dijo señalando hacia el cuarto de Giulian --
están teniendo verdaderas dificultades con Giulian
Y ciertamente Amy podía escuchar perfectamente
los gritos del susodicho que juraba en todos los tonos. Amy entró a la
habitación de su hija y la encontró a medio vestir y sentada en la cama.
-
¿Samantha?
Pero por mucho que lo intentó, no
consiguió que la chica dijese nada, de modo que tomó una decisión. Salió de
allí y se fue directo a la habitación de Giulian pero en cuanto entró, aquello
era una batalla campal, Giulian había sacado su Athame mientras que los demás
lo apuntaban a él. Con las cosas así, el asunto iba a estar muy difícil.
Sam cerró los ojos cuando escuchó que la
puerta se abría de nuevo. No quería ver ni escuchar a nadie, de pronto había
tenido la seguridad de que estaba cometiendo un terrible error y no quería que
nadie intentase convencerla de lo contrario.
-
¿Se
puede? -- y al escuchar la voz, abrió los ojos y se
puso de pie de un salto
-
¡Mael!
El grito que salió de su garganta era
todo un concierto de notas felices y corrió a los brazos del chico, que se
había quedado momentáneamente paralizado al verla. Aunque ella seguía con los
cabellos sueltos, no se había puesto los zapatos y su rostro estaba surcado de
lágrimas, seguía viéndose hermosa.
-
Hola
Nena --
la saludó apartándose un poco
-
Viniste…
-
Por
supuesto, te prometí que siempre estaría y aquí estoy.
Después de un momento de breves
preguntas acerca de dónde había estado, Mael le levantó el rostro y la miró.
-
¿Qué
sucede Nena?
-
Mael,
no sé si estoy haciendo lo correcto, tengo miedo de… equivocarme.
Tal vez otro individuo y sintiendo lo
que Mael sentía, habría aprovechado la oportunidad en forma muy diligente y a
su favor, pero definitivamente Mael Berserker era una clase muy especial de
persona.
-
Nena --
dijo sujetando sus manos -- ¿Recuerdas cuando éramos niños? -- y
ella asintió -- Cuando nos enteramos del parentesco existente
entre Bastian y ustedes temiste por la seguridad de nosotros. Sin embargo,
asumiste los riesgos y te enfrentaste con mucho valor a un futuro incierto.
-
Pero
esto es diferente Mael -- dijo la chica
-- ¿Y si todo esto es solo un
sueño?
-
Lo
es --
dijo él abrazándola -- Igual que lo fue soñar con un mundo nuevo,
soñaste con un mañana libre y luchaste con decisión para conseguirlo. Nena, no
hay cosas fáciles, es posible que lo quieres te cueste lágrimas y sacrificio,
pero no por eso debes renunciar a la emoción y a la aventura de vivir. Nunca
dejes de sembrar tu camino de nuevas esperanzas y luchar por ellas, de eso se
trata la vida, y el amor también es una gran aventura, pero si te atreves a
soñar, estoy seguro que alcanzarás ese sueño
Sam lloraba sobre el pecho del chico
mientras lo escuchaba hablar, como siempre su voz y sus palabras eran
tranquilizadoras y el rítmico latir de su corazón parecía tener el poder de
acompasar el alocado latir del suyo. Ningún extraño que hubiese escuchado a
Mael, habría creído que el pobre estaba muriendo de amor por ella.
-
Todos
estamos expuestos a sufrir decepciones, y si contra todo evento, las cosas
salieran mal, si Giulian tuviese la desdicha de de destrozar tu corazón, no
olvides que yo siempre voy a estar aquí. Quizá no pueda evitarte el dolor pero
te juro que me esforzaré al máximo por devolverte la sonrisa. Te lo dije antes
y te lo digo ahora, nunca dudes en
buscarme, porque yo siempre estaré dispuesto a hacer cualquier cosa que vaya en
beneficio de tu felicidad.
Él sabía que estaba empujándola lejos de
sí pero también sabía que la amaba demasiado como para no hacer todo lo que
estuviese en sus manos para que ella viese las cosas claras, de modo que se
tragó su dolor y la separó de sí.
-
¿Nena,
confías en mí? -- y ella asintió --
Cierra los ojos -- Sam los cerró obedientemente --
Respira y visualiza el futuro -- le concedió un minuto para hacerlo --
¿Ves un mañana sin Giulian? ¿Puedes ver un futuro que no sea a su
lado? --
y ahora fue él quien respiró profundo antes de agregar --
Giulian te ama Nena, y sé que tú lo amas a él, de modo que solo tienes
que prepararte para afrontar las cosas que les tenga deparado el destino…
juntos.
Mael vio que las lágrimas se deslizaban
por las majillas de la chica, pero al mismo tiempo una sonrisa se había
dibujado en sus labios, y había que decir que se necesitaba ser muy fuerte para
tener el rostro que amaba a solo unos centímetros y no sucumbir ante el deseo
de besar sus labios. Pero el amor de Mael estaba por encima de todo ello, e
ignorando cualquier otra consideración, compuso una sonrisa serena.
-
Abre
los ojos Nena, ya casi es la hora
-
Gracias
Mael --
dijo ella abrazándolo con fuerza
-
Debo
ir a cambiarme, te veo en el Deml -- le
dijo y comenzó a caminar hacia la puerta
-
¡Mael! -- él
se detuvo y la miró -- ¿No vas a dejarme, verdad? Es decir…
-
Nunca
Nena --
le guiñó un ojo y abandonó la habitación
Cuando Amy había ido en busca de Dan
para que hablase con Sam, había encontrado la habitación de Giulian invadida.
Aparte de su esposo y su hijo, estaban Gail, Iván, Jonathan, Alaric y Aderyn.
-
¡Saldré
de aquí por las buenas o por las malas!
-- les estaba gritando él amenazándolos
con su Athame
-
Giulian
por favor, no seas necio -- dijo Jonathan
-
¿Realmente
crees que podrías en contra de siete de los mejores Arzhaelíes del mundo? --
preguntó Dan
-
Hombre,
ni siquiera tú puedes ser tan arrogante como para creerlo -- le
dijo Alaric
-
Particularmente
yo, no tendría inconvenientes en romperte tu dura cabeza, el asunto es que Sam
probablemente me rompa la mía si lo hago
-- dijo Jonathan ahogando la risa
Amy aprovechó la momentánea distracción
de la discusión y agarró a su marido por un brazo arrastrándolo hacia la
puerta.
-
Dime
que ya es hora de irnos o de veras…
-
Dan,
tienes que ir a hablar son Samantha
-- lo interrumpió ella, y al ver
su cara Dan se alarmó
-
¿Qué
sucede? -- preguntó mientras caminaba hacia la
habitación de su hija
-
No
lo sé, pero se niega terminar de arreglarse y…
-
Aguarden -- los
detuvo Elar -- Berserker acaba de llegar y está con ella
Después de lo que le había estado
diciendo su esposa, Dan se alarmó aun más al saber que Mael estaba con Sam, de modo
que estaba abriendo la puerta cuando se sintió aferrado por un par de brazos.
-
Hazle
caso a Elar y espera -- le dijo Iván
Aunque hubiese tenido intención de no
escuchar a Iván, no habría podido hacer nada, porque éste lo tenía firmemente
sujeto y la fuera de Iván era muy superior a la de cualquier hombre común, de
modo que aun sin querer, fueron testigos de la conversación que sostuvieron los
chicos y mientras el corazón de Iván se hacía pedazos, la gratitud en el caso de Dan y Amy, y la admiración en
el caso de ellos, de Elar y de Daira crecieron en forma desmedida.
Cuando Mael abrió por completo la
puerta, se encontró con los cinco pares de ojos que lo miraban, sin embargo,
conservó su expresión serena.
-
Ya
pueden entrar y ayudarla a terminar de arreglarse --
dijo mirando a Amy, pero ésta sin poder evitarlo, corrió hacia él y lo
abrazó
-
Ve
a arreglarte tú Amy -- dijo Daira
-- nosotros nos encargamos de
ella --
y mientras ellas entraban y Amy se iba hacia su habitación, Dan se
acercó a Mael
-
Gracias
Mael --
le dijo extendiendo su mano y el chico se la estrechó
-
No
tienes por qué darlas Dan, la felicidad de la Nena ha sido, es y siempre será lo más importante
para mí.
Dicho esto, marchó a su habitación y
aunque Iván tuvo la intención de seguirlo no lo hizo, porque se preguntó qué
podría decirle para aliviar un dolor que sabía no tenía cura posible.
Cuando volvieron a la habitación de
Giulian, él seguía caminando de un lado a otro mientras los demás lo miraban
con diversión.
-
Esto
definitivamente tendrían que estarlo viendo todos los miembros de la Orden --
dijo Alaric
-
Vamos
Giulian, quédate quieto de una vez
-- dijo Dan
-
Necesito
verla, es ridículo que no me hayan dejado verla en todo el maldito día
-
La
verás en unos momentos hombre -- dijo Jonathan
-
¿Dónde
demonios está tu mujer? -- le gritó a Gail
-
La
enviaste a ver a Sam -- dijo el chico
-
¿Y
si Sam se arrepiente?
-
No
lo hará -- dijo Iván con cansancio
-
¿Por
qué no? Aun puede hacerlo -- y tanto Dan como Iván pensaron lo cerca que
había estado de suceder
-
Porque
es lo bastante terca como para no hacerlo
-- dijo Danny
-
¿Por
qué querría casarse con un sujeto que podría ser su padre?
-
La
pregunta sería -- dijo Dan
-- ¿Por qué querría casarse con
imbécil? Pero bueno, es su decisión
-
No
puedo más, necesito hablar con ella, estar seguro de…
-
Ya
basta Giulian, no fastidies ¿quieres?
-- exclamó Dan en el momento que
entraba Aderyn y Giulian se abalanzó hacia ella
-
¿La
viste? ¿Cómo está? ¿Qué dijo?
-
Sí
la vi, está preciosa y muy feliz, y dijo que dejaras de comportarte como un
escolar
-
No
lo estás diciendo para que me quede tranquilo nada más ¿verdad? --
dijo mirándola con suspicacia
-
¡Por
supuesto que no! -- exclamó ella indignada --
Ahora intenta mantenerte sereno
-
Bueno,
llegó la hora compañero -- dijo Jonathan unos minutos después, mirando
su reloj
-
¿Estás
seguro que quieres hacer esto? -- preguntó Alaric en tono burlón
-
Juro
que voy a hacerte la vida miserable Gailard
-
Llevas
años en eso, así que no hay novedad -- dijo él riendo
-
Bien,
ahora escúchame porque voy a decirte esto por última vez -- le
dijo Dan, pero en ese momento Elar asomó la cabeza
-
Ya
la novia está lista, así que ya ustedes pueden partir -- les
dijo y se marchó de nuevo, de modo que Dan continuó
-
Si
la haces sufrir, si derrama una sola lágrima por tu culpa cretino infeliz, te
juro que te rompo el alma ¿has comprendido?
Pero ya Giulian no lo estaba escuchando,
desde que Elar dijo que había llegado el momento de partir, él cayó en una
especie de vacío y no volvería a recuperar la lucidez hasta mucho rato después.
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