LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

jueves, 10 de julio de 2014

Cap. 19 Douglas vs. Douglas…



Giulian llevaba varias semanas intentando olvidar todo lo sucedido pero había fracasado  lastimosamente. Inicialmente había intentado convencerse de     que todo aquello había sido un gran error motivado al tiempo que llevaba solo, después de todo él no se había caracterizado por ser un santo precisamente, pero con todo lo ocurrido, las chicas habían sido excluidas de su lista de prioridades, de modo que se dedicó a salir todas las noches pero el remedio había resultado peor que la enfermedad. Cada vez que veía una cabellera negra corría hacia ella aun sabiendo que no vería el rostro que esperaba. Ninguna era Sam y ninguna despertaba el suficiente interés como para pasar de una corta conversación de la que intentaba salir lo más a prisa posible. De modo que finalmente tuvo que rendirse ante la evidencia, se había enamorado como un desgraciado de su ahijada y ni siquiera se había dado cuenta de cómo sucedía.

A partir de entonces comenzó una intensa lucha consigo mismo y si bien no había conseguido  su objetivo que era olvidar, al menos había sedado un tanto su dolor, pero eso fue hasta que le llegó la fatídica carta de Amy.

Querido hermano:
Llevas mucho tiempo fuera, te echamos de menos. Aunque falta tiempo, esperamos que para tu cumpleaños estés en casa. Además, estamos seguros que te gustaría conocer al novio de Samantha, es…

Pero él no se había enterado de nada más, se había quedado anclado  en la frase… “el novio de Samantha…” El mundo se derrumbó a su alrededor y la escasa paz mental que con tanto esfuerzo había logrado conseguir se fue al traste. Fue como echar sal en una herida abierta. La sola idea de imaginarla en otros brazos, o de que otro hombre besara sus labios, lo hacía sentir enfermo. No había nada qué hacer, ella se había metido bajo su piel, se había colado en su sangre y se había clavado en su corazón que aun seguía sangrante.

Enloqueció, tenía verdaderos deseos de matar y sabía muy bien a quién. Pasó días bebiendo hasta que su cuerpo no resistió más y en un pequeño momento de lucidez llamó a Willow. Gracias a los cuidados del Nisser logró sobrevivir. Cuando despertó y se miró al espejo, no reconoció al extraño que le devolvía la mirada. Sus ojos  estaban vacíos y sin vida, necesitaba a hablar con alguien, pero ¿con quién? Sin embargo, su mente le dio la respuesta de forma casi inmediata y envió el mensaje. Una hora después estaba en un local del centro comercial.

-         Hola, gracias por venir  --  dijo con voz apagada

-         Hola Giulian

Aderyn había pensado decirle una serie de palabras fuertes apenas lo viese, pero al ver al hombre consumido que tenía frente a sí, solo pudo abrazarlo.

-         Salgamos de aquí  --  le dijo él

La arrastró hacia un café en el algún lugar del mundo Firbolg y Aderyn se quedó observándolo durante algunos minutos. Estaba ojeroso, había perdido peso y la tristeza se le salía por cada centímetro de la piel. Después que el mesero les sirvió, ella se decidió a hablar.

-         ¿Por qué lo hiciste?

-         ¿A qué te refieres?

-         ¡Vamos Giulian!    --  dijo molesta  --  Tú me llamaste, y si lo hiciste fue porque pensaste que yo lo sabía todo. Bien, así es, así que no intentes contarme mentiras.

-         ¿Qué otra cosa podía hacer Aderyn?  --  preguntó con desesperación

-         Quedarte y enfrentar la situación, por ejemplo.

-         ¿Es que no lo entiendes?  Esa niña podría ser mi hija, es…

-         Como se lo dije a ella te lo digo a ti, podría pero no lo es. En cuanto a lo de niña, debes estar muy ciego si piensas eso ¿O es que acaso te lo pareció la última vez que la tuviste en tus brazos?

Giulian se quedó helado, pero si  tenía que responder con honestidad debía decir que no, porque había tenido en sus brazos a una mujer a la que había besado con pasión y que había respondido de igual manera, de modo que Samantha era una mujer en todos los sentidos.

-         ¿Te imaginas la reacción de Dan? Él y Amy son como mis hermanos, por no hablar de Iván que con justificada razón querría matarme después de lo que yo le hice a él por esto mismo. No Aderyn, la vergüenza…

-         ¿Vergüenza? Si te da vergüenza lo que sientes, entonces no la mereces  --  lo interrumpió irritada

-         No es lo que siento Aderyn, es la situación. Yo juré amarla y protegerla  --  dijo mostrando el tatuaje en su mano  --  no…  

-         A ver  --  lo interrumpió de nuevo  --  deja de decir estupideces y contéstame algo ¿Tú la amas?

-         ¡Claro que la amo! Es por eso…

-         Entonces, si juraste amarla y protegerla, y acabas de decirme que la amas y me consta que no has dejado de protegerla ¿A qué parte del juramento exactamente has faltado? 

Él la miró con incredulidad preguntándose cómo podía ella reducir a tan poco todo lo complicado del asunto.

-         Giulian, tenías que haberte quedado y luchar por su amor  --  le dijo en el mismo tono que se utiliza para explicar algo a alguien muy corto de luces

-         Ella es solo una niña --  insistió, aun sabiendo lo inadecuado del argumento  --  estaba seguro que pronto se olvidaría de toda esta locura, que se daría cuenta de que solo había sido una ilusión y ya lo ves, tenía razón. Está…está…  --  pero no lograba que las palabras salieran de su boca.

-         Giulian Cornwall  --  dijo la chica ya decididamente molesta -- eres un imbécil y un cobarde. La dejaste cuando apenas estaba descubriendo su amor por ti, le destrozaste el corazón. Le ha costado mucho tratar de seguir con su vida sin que los demás notaran que se estaba muriendo por dentro -- y decidió que tal vez si presionaba un poco Giulian quizá reaccionaría -- ¿Qué pretendías que hiciera? ¿Que esperara toda la vida a ver si a ti se te ocurría volver algún día? Pues déjame decirte que a mí me parece muy bien que haya decidido aceptar a alguien como Casander que de verdad la ama y está dispuesto a darlo todo por ella --  concluyó mintiendo descaradamente, ya que ni por un momento pensaba que Sam pudiera estar haciendo lo correcto.

-         ¡Yo también la amo  Aderyn!   --  dijo furioso y dolido --  y también estoy…

-         ¡Pues demuéstralo!  --  le gritó la chica para luego  levantarse y  dejarlo ahí plantado sintiéndose miserable
Giulian sabía que Aderyn tenía razón, el asunto de la edad que había tratado de esgrimir era un pésimo argumento y de hecho no representaba un problema en lo absoluto, su problema real era que pensaba que le había fallado a sus hermanos enamorándose de su hija y aquella era una culpa que se llevaría a la tumba.

Sam estaba sola en el salón cuando llegó su padre.

-         ¿Por qué tan pensativa?   --  le preguntó, ella sonrió mientras él le daba un beso

Había desarrollado una relación mucho más estrecha con su padre que con Amy, mientras que Danny había hecho lo opuesto.

-         ¿Qué es lo que está preocupando a esa cabecita?

-         Papá  ¿Mamá ha sido tu único amor? ¿Nunca cometiste un error al enamorarte?

Dan pensó con cuidado antes de responderle a su hija. Intuía que había mucho más de lo que parecía detrás de las palabras de Sam.

-         Bueno no voy a mentirte, porque además ya has oído muchas veces a tu madre acusarme de mujeriego, pero eso fue hace mucho tiempo. En el colegio los gemelos y yo fuimos terribles con las chicas, pero cuando me enamoré de tu madre, supe que ella era la indicada, supe que era la mujer con la que quería compartir el resto de mi vida, la que quería para madre de mis hijos y a la única que siempre amaría.

Al oír aquello, Sam sintió por una parte una gran alegría al saber que el amor de sus padres era tan sólido, pero por la otra una gran tristeza, porque sabía que ella no tendría eso. Su padre la observaba con atención.

-         Samantha  ¿Marcha todo bien entre Casander y tú?

-         Sí   --  se apresuró a contestar, pero unas lágrimas silenciosas rodaban por su rostro.

-         Hay alguien más en toda esta historia ¿verdad?  --  preguntó Dan con toda certeza.

Él había estado pensando aquello hacía bastante tiempo. Algo le decía que antes de Casander, su hija había sufrido alguna clase de desengaño. Lo extraño es que nadie supiera de quién se trataba. Había interrogado a Danny y a Gail extensamente y de maneras muy subrepticias, pero no había logrado obtener información útil, pero con Iván y Mael ni siquiera lo había intentado, porque con el primero habría sido imposible y el segundo se habría hecho matar antes de decirle nada. Cuando ella inició su relación con Casander él confió en que el chico la hiciera olvidar, pero  aunque su hija  aparentaba estar feliz, su padre podía ver por debajo de esa capa.

-         Hija, si no quieres contestarme no voy a obligarte, pero quiero que sepas que puedes confiar en mí. No voy a juzgarte, solo quiero ayudarte, no me gusta verte sufrir.

-         Sí papá, hubo alguien más pero en pasado, hubo. Estoy tratando de superarlo.

-         ¿Puedo preguntar qué pasó?

-         Simplemente no funcionó, él no me consideró… ¿cómo decirlo? Suficientemente mujer tal vez   --  dijo  con tristeza.

-         Pero quien sería tan imbécil para… ¿Sería tan terrible que me dijeras quién fue el retrasado mental?

-         Créeme papá, hay cosas que es mejor no saber   --  concluyó la chica crípticamente.

Dan se quedó solo en el salón repasando mentalmente la conversación con su hija. En realidad la chica estaba en verdaderos aprietos. Lo sentía por Casander, el muchacho le caía bien y era una buena persona además de ser un sujeto muy talentoso, pero era evidente que Samantha no lo amaba y dudaba mucho que eso fuera a cambiar. Por su cabeza pasaron una serie de ideas y acontecimientos que lo dejaron confuso, pero después de mucho pensar, los dejó por irracionales.

Después de una cena particularmente bulliciosa ya que Brendan y Elijah participaban en ella, recibieron una noticia que aunque esperada, no dejó de sorprenderlos.

-         Bueno  --  anunció Gail  --  Aderyn  y yo hemos decidido casarnos este verano.

Todos se quedaron en un asombrado silencio, pero a los pocos segundos todo el mundo comenzó a hablar a la vez. Unos hacían preguntas y otros felicitaban a la pareja. Aderyn estaba muy colorada pero muy feliz.  Y en un momento de distracción Casander se volvió hacia Sam.

-         Mi amor ¿Crees que alguna vez podamos dar  una noticia como esa?

Sam solo le sonrió pero no le contestó. Casander había cumplido su promesa, no la presionaba en ningún sentido y esta era la primera vez que hacía mención a un posible matrimonio. Sam veía la felicidad de sus amigos y sentía una sana envidia. Miró a Casander y se empeñó más en su determinación de amarlo. Esa noche cuando se despedían le dedicó un beso mucho más entusiasta que otras veces, cosa que encendió en el chico la pasión que con tanto esfuerzo trataba de mantener a raya. Sus manos traspasaron la barrera de la blusa de Sam, pero a los pocos segundos ella se apartó y Casander muy avergonzado murmuró una disculpa.

-         Lo siento Samantha me dejé llevar, no quiero que pienses… es que… solo entiende que soy un hombre, y un hombre enamorado con locura. Lo siento mi amor  --  volvió a decir y viendo que ella no decía nada, se marchó.

La Hija de Kenny y Anastasia nació y fue un motivo de enorme alegría. Era una hermosa bebe rubia como sus padres y la llamaron Aelig.

Las clases marchaban de maravilla, habían adelantado mucho en todas las materias y eran alumnos aventajados. Mientras que académicamente iba todo bien, la relación de Sam y Casander se deterioraba. El chico se maldecía por haber cedido al impulso de poseerla pero como en realidad no había pasado nada, no entendía por qué ella estaba tan distante. La relación de Dan y Amy había florecido y parecían adolescentes enamorados. Todos estaban muy atareados con la ya muy próxima boda de Gail y Aderyn, aunque Anne en un principio no se había mostrado muy de acuerdo diciendo que estaban muy jóvenes aún.

Una tarde de finales de junio estaban Diandra y Danny estudiando, o al menos ella intentaba que él lo hiciese, pero él iba y venía por toda la habitación.

-         ¡Douglas!  --  exclamó ella perdiendo la paciencia  --  Es sábado en la tarde, no acompañé a Aderyn y Sam por quedarme a ayudarte pero tú pareces muy poco interesado en el asunto.

Él se sentó junto a ella y sus labios descendieron sobre los de la chica con anhelo. Sus manos, ágiles buscaban algo más cálido que los libros  y con enorme precisión. En pocos minutos ya se había deshecho de la mayor parte de la ropa de la chica y sus labios recorrían cada centímetro de su cuerpo. Diandra se había olvidado de su enfado y sentía que en cualquier momento explotaría de puro placer. Danny se separó un momento mientras se deshacía de su propia ropa y Di se sintió abandonada. El la contempló un momento y ella sintió que su sola mirada la quemaba. Cuando el chico descendió sobre ella, se aferró a él como si la vida le fuera en ello. Durante un breve momento él recordó su primera vez y lo asustada que ella había estado entonces, pero de eso ya hacía algún tiempo y ahora que la conocía, sus manos sabían de memoria dónde ir. Llegaron a límites insospechados hasta quedar exhaustos uno en brazos del otro. Danny nunca se sentía tan amado como cuando estaba con ella, y estaba seguro que nunca amaría a nadie tanto como la amaba a ella.
                       
Sam sintió de nuevo aquella curiosa sensación de bienestar que había experimentado unas semanas atrás pero que no podía asociar a nada que le estuviera sucediendo en ese momento. Así que lo ignoró y siguió caminando al lado de Aderyn por el centro comercial.
                       
El fin de semana siguiente, los Douglas se habían levantado con mucho entusiasmo, ya que ese día se llevaría a cabo la segunda carrera de Vliegend donde se enfrentarían padre e hijo.

En el Instituto solo había dos equipos, de modo que los miembros de ambos se pusieron muy contentos al contar cada uno con un Douglas. Cuando Dan y su hijo se presentaron para la selección de jugadores, ambos optaban por el puesto de Canllaw. La habilidad de Dan era legendaria y la de Danny era mucho menos conocida, pero aun así cuando lo vieron volar, no dudaron en aceptarlo de inmediato y tanto Danny como Gail quedaron en el mismo equipo. En el primer partido en el que se enfrentaron padre e hijo, pasó  algo curioso y poco común, el equipo de Dan ganó por puntaje, pero fue Danny quien cogió el medalje. De modo que ninguno de los dos estuvo satisfecho y pasaron varios días disgustados. Sam y Amy se reían y no entendían como una simple carrera podía alterar tanto la paz del hogar. Pero esta vez Danny tenía la firme determinación de ganar a toda costa, aunque tuviera de derribar a su padre de su Glide.

Ya estaban en la pista, padre e hijo como capitanes de sus equipos ya se habían dado las manos y sonó el silbato.

-         Ha comenzado la carrera  --  dijo el comentarista  -- el objeto de la atención de todos  es cuál de los dos Douglas llegará al medalje primero

“Puedes apostarte algo a que seré yo” pensó Danny, mientras comenzaba a salvar obstáculos. Por su parte Dan hacía los mismo y con la misma habilidad.

Cuando se acercaban a la meta en la vuelta que aparecía la presea, padre e hijo hacían verdaderos esfuerzos por mantenerse sobre sus Glides, porque los miembros del equipo contrario se esforzaban con la misma intensidad en tirarlos, y al mismo tiempo no perder de vista la meta. Ya se acercaban cuando vieron el inconfundible brillo, pero ninguno de los dos pudo cogerlo, ya que los corredores del equipo contrario hicieron bien su trabajo y para poder seguir sobre sus Glides, tuvieron que desviar la vista. 

En la siguiente vuelta a ambos le sucedió lo mismo, un sólido muro se había materializado y luego de salvarlo, Danny descendió en picado y a los pocos segundos vio a su padre tras él, pero cuando estaban a tres metros de distancia, una lluvia de piedras se atravesó en el camino de Danny, lo que dejó el camino libre a Dan. Sin embargo, Gail aceleró y le obstaculizó tanto el paso que atravesaron la meta sin que Dan pudiese alcanzar el medalje.

El comentarista daba la puntuación cada vez que pasaban por la meta, pero ninguno de ellos dos estaba prestando atención. Danny cursó un urgente mensaje a Gail y éste como pudo se lo transmitió a sus compañeros. Este consistía en marcar tanto a los jugadores del otro equipo que descuidasen a su padre, y de ese modo los obligaron a correr a la defensiva.

Se acercaban de nuevo a la meta y Dany esquivó por muy poco una enorme pared, pero a partir de entonces aceleró con los ojos fijos en la mota de oro que tenía delante, pero un segundo después surgió Dan a su lado intentando tirarlo.

-         Señores   --  decía el comentarista   --  realmente es un espectáculo ver volar a estos caballeros

Danny aceleró tanto como pudo y casi por instinto supo el momento exacto en el que su padre intentaría tirarlo, de modo que se giró sobre su Glide, la inclinó ligeramente y cuando Dan estaba a pocos centímetros la bajo de nuevo golpeando la punta de la Glide de Dan desequilibrándolo. En las gradas Amy había ahogado un grito pero los demás estaban acostumbrados a ver a   Danny hacer esa clase de locuras, así que estaban mucho menos nerviosos. Después que Danny había completado su maniobra, no se molestó en ver si Dan había caído o no, sino que se giró de nuevo, aceleró y  fijó su vista alargando la mano, unos segundos después sonaba el silbato. Danny lo había atrapado.

El estruendo que estalló en las graderías era ensordecedor y apenas si oyeron al comentarista. Sam aplaudía alborozada, en realidad no le importaba quien ganara y pero la carrera había estado muy emocionante. Cuando caminaba con su madre hacia la pista se detuvo súbitamente, volteó y Casander se detuvo también.

-         ¿Qué sucede, amor?

-         Nada  --   dijo ella

Pero por un segundo había tenido la certeza de que Giulian la estaba mirando porque sintió su presencia. Sin embargo, nunca supo lo acertado de su instinto. Giulian se había enterado por Willow de la carrera y había ido con la esperanza de ver a Sam. Había prestado muy poca atención a lo que sucedía en la pista, porque  casi todo el tiempo estuvo mirando a la chica y cuando todo terminó, bajó y se dirigió hacia la pista con la intención de hablarle pero no tuvo el valor de acercársele. Lo que sí tuvo que controlar fue el intenso deseo de matar a Casander que caminaba a su lado y le sujetaba posesivamente el brazo.

Cuando llegaron donde estaba Danny siendo abrazado y felicitado por todos, vieron que Dan se acercaba con su Glide en la mano. Sam y Amy los miraron dispuestas a intervenir si las cosas se ponían difíciles.

-         Has corrido una excelente carrera y estoy muy orgulloso de ti hijo


Y para sorpresa de todos y alivio de las mujeres de su familia, Dan abrazó a su hijo.

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