LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

viernes, 11 de julio de 2014

Cap. 22 Emabarazados…



Durante los quince días anteriores a la boda, Averdeen  se había convertido en zona de guerra. No solo por los apresurados preparativos de las bodas, sino porque las dos parejas lejos de colaborar, constituían un dolor de cabeza constante. Aderyn definitivamente había perdido su dulzura, pero parecía que solo con Gail. La mayor parte del tiempo estaba lanzándole cosas a la cabeza, insultándolo o corriéndolo de cualquier lugar donde se encontrase. El chico llegó a considerar seriamente que su futura esposa había dejado de quererlo y que francamente lo odiaba. Pero no llegaba a una conclusión al respecto, porque tan pronto ella estaba insultándolo, como acurrucada en sus brazos haciendo planes, así que toda la situación lo estaba volviendo loco e insistía en que realmente Aderyn ya no lo quería.

-         No se trata de eso Gail  --  intentaba tranquilizarlo su padre 

-         Papá, no estoy muy seguro de que hayas notado que la mayor parte del tiempo parece desear matarme.

-         Gail, cuando una mujer está embarazada puede llegar a sufrir cambios de carácter y desarrollar ciertas fobias que…

-         ¡Genial! En breve estaré casado con una mujer que me tiene fobia  --  dijo desanimado e Iván rió

-         No hijo, es una cuestión temporal

-         Te agradecería que definieras temporal

-         Cuando nazca el…

-         ¿Cuándo nazca?  --  preguntó horrorizado  --  Padre, te das cuenta que para entonces yo podría estar muerto ¿verdad?

Iván no estaba muy seguro de si esa conversación había contribuido o no a ayudar a su hijo y esperaba sinceramente que las cosas mejoraran, no solo en beneficio de la paz y tranquilidad de todos, sino en el de la salud de Gail. Y si estaba preocupado por ella, era porque en los últimos días Gail estaba más pálido de los usual y había perdido peso.

Amy procuraba con ahínco que su ahijado se sintiese mejor, pero el chico estaba realmente mortificado por los cambios de humor de Aderyn y prestaba muy poca atención a nada de lo que le dijeran los demás. Una noche Amy entró a la habitación de Gail como hacía a diario desde que había vuelto y lo vio acostado. Se acercó a la cama pero cuando lo hizo notó que Gail parecía ausente y una lágrima había escapado de sus ojos. Esto hizo que aun sin saber los motivos, un dolor enorme se instalase en su corazón. Se sentó a su lado y acarició su rostro.

Gail se parecía mucho a Iván, pero tenía los ojos de Vlad y generalmente también su alegre sonrisa, de modo que verlo así la hacía sentir terriblemente mal y deseó con todas su fuerzas que el tiempo pasase pronto y todo volviese a la normalidad entre él y Aderyn.

-         Gail, no tienes que angustiarte tanto, ella te ama es solo…

-         En este momento no pensaba en eso Amy  --  la interrumpió él

-         ¡Oh, lo siento cariño!  --  dijo apenada y al mismo tiempo preocupada, porque si no era por eso que estaba así entonces…

-         Pensaba en… mi madre  --  dijo él

Una mezcla de ira, resentimiento y profundo dolor se mezclaron en el interior de Amy. Ella había querido a Ángela como a su propia hermana, pero jamás podría perdonarle lo que había hecho, a pesar de las largas conversaciones con Eowaz y las no más agradables sostenidas con Armel y Waleska en el sentido de que ella era una Arzhaelí y no debía albergar esa clase de sentimientos, porque aunque humanos, hacían parte de la energía negativa y ellos luchaban contra eso. Y en ese momento habría sido poco menos que imposible, viendo como estaba su Gail por culpa de Ángela. Sin embargo, hizo acopio de valor para poder decir lo que debía.

-         Gail, no nos está permitido juzgar, por mucho…

-         No me pidas que no piense como lo hago, sé que tú la querías, pero yo no tuve oportunidad para eso porque me abandonó, y suponiendo que pudiese perdonarle eso, sería muy difícil que pudiese perdonarle que le haya destrozado el corazón y la vida a papá, que por su culpa Vlad esté muerto y en ningún caso podré perdonarle jamás, por muchos años que viva, el haberme quitado a la única madre que conocí  --  concluyó el chico

Amy estaba en una difícil posición y por primera vez tuvo consciencia de la preocupación de Eowaz, Armel y Waleska cuando hablaban con ella, porque ahora que sentía la necesidad de equilibrar las emociones de Gail y alejarlo de toda esa negatividad, era cuando entendía verdaderamente la angustia y frustración de los Arzhaelíes cuando ella se negaba a entender lo que intentaban decirle.

-         Sí Gail, yo la quise mucho, y aunque no puedo querer a la mujer que hizo todo esto, sigo queriendo a la niña que conocí, y si bien me parece sumamente injusto que tú hayas tenido que pasar por todo esto, me siento feliz porque gracias al amor de Iván, tú estás hoy aquí y eres la maravillosa persona que eres.  No puedo decirte que no sientas lo que sientes por ella, porque yo misma aún estoy en proceso de sanar esas heridas, pero no te envenenes el alma pensando en ello.

-         Ella tendría que estar hoy aquí  --  dijo Gail con tristeza  --  La echo de menos Amy, todos y cada uno de los días de mi vida  --  y sorpresivamente se abrazó a ella y comenzó a llorar como un bebe

Ella había pensado equivocadamente que se refería a su madre, pero en ese momento Amy comprendió que a quien echaba de menos era a Eve y lloró junto con Gail. Un rato después, cuando ambos se habían calmado un poco, Amy lo miró y acarició su rostro con ternura.

-         No voy a sustituirla Gail, pero te amo igual que a mis propios hijos y siempre estaré aquí para ti  --  le aseguró

-         Lo sé Amy  --  dijo intentando una sonrisa  --  me lo acabas de demostrar


En el caso de Danny y Diandra, el asunto era quizá aun peor que el de Gail y Aderyn. Diandra nunca había sido conocida por su dulzura, sin embargo, ellos habían sido perfectamente felices de esa manera, ya que Danny tampoco era precisamente tierno. No obstante y a pesar de su amorosa forma de tratarse, nunca había pasado a mayores hasta ahora, porque aparte de haber enviado a Danny al Hospital después de una particularmente violenta discusión que terminó con el chico rodando por el último tramo de las escaleras, cinco días antes de la boda entró como un vendaval en el Salón donde Amy y Sam se ponían de acuerdo con los últimos detalles de la decoración del jardín y gritó:

-         ¡Ni aunque me obliguen, voy a casarme con ese cretino!

-         Diandra…  -- comenzó Sam que ya se había habituado a las constantes explosiones de su futura cuñada

-         ¡No!  --  la interrumpió ella  --  No intentes convencerme

-         De acuerdo, no lo haré  --  dijo ella ante la consternada mirada de Amy  --  En cualquier caso tendremos menos trabajo

Amy entendió la táctica de Sam y continuaron trabajando, pero aquello iba a resultar imposible, porque enseguida entró Danny seguido de Iván y de Dan que obviamente intentaban detenerlo.

-         ¡Diandra McKenzie!

-         ¡Déjame en paz Douglas!

-         ¡Si te sigues comportando como una demente…!

-         ¿Demente?  --  gritó ella y lo apuntó con su Athame

Iván iba a intervenir para evitarle otro viaje al Hospital a Danny pero vieron un celaje y a continuación Diandra había desaparecido.

-         ¡Cachorro!  --  vociferó Danny

-         ¡Ya basta Daniel!  --  dijo Dan  --  Probablemente Mael acaba de salvar tu necia cabeza

-         ¿Qué sucedió ahora?  --  preguntó Amy

-         Una estupidez de marca mayor. Tu hijo, ha estado fastidiando a la pobre Diandra con el asunto de la casa y pues la chica lo mandó a paseo

-         Cuando hace una estupidez es mi hijo ¿no?  --  dijo Amy en tono peligroso y Sam se llevó las manos a la cabeza

Nunca se llegaron a enterar de cuál había sido el conflicto, porque sus padres comenzaron a discutir entre ellos y Sam e Iván decidieron marcharse.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que hacían todos porque Danny tuviese la menor cantidad posible de cosas en las que ocuparse, porque cada vez que le daban algo para hacer lo hacía mal o no lo hacía en lo absoluto, él seguía de un humor criminal.

La noche de la discusión en la que Diandra había dicho que no se casaría, Danny entró a la habitación de su hermana y esta se preparó para el aguacero.

-         ¿Hablaste con ella?  --  preguntó el gemelo

-         Danny, creo que es mejor darle un poco de espacio y…

-         ¿Qué?  --  gritó el chico  --  ¡Solo te pedí que hablases con ella!  --  y dando un paso la sujetó por lo hombros y la zarandeó  --  ¿Qué sucede contigo? No entiendes que…

Pero no se enteraron de nada más, porque Danny salió despedido con la mayor violencia y pegó contra la pared. Cuando logró espabilar, se encontraba frente a un extraordinariamente furioso Mael.

-         Eres mi hermano y te amo, pero si vuelves a ponerle una mano encima y a gritarla como lo acabas de hacer, te juro que no tendrás tiempo para lamentarlo ¡Fuera de aquí!

-         Mael…  --  intentó Sam, pero ya el chico conducía a Danny hacia la puerta y lo echaba de la habitación  --  Mael solo está nervioso por la boda, el embarazo…

-         Lo sé Nena, y lo siento de veras, pero no voy a permitir que nadie, y escúchame bien, nadie, se porte de ese modo contigo.

Dicho esto, abandonó la habitación a la misma velocidad que había aparecido. Sam se quedó con un terrible malestar y al poco rato escuchó:

-         Pérdoname Sam, no quise lastimarte

Aquello bastó para que ella corriese a la habitación de su hermano, lo abrazase y se quedase con él toda la noche.

Dos días antes de la boda, Mael sostuvo una larga conversación con las novias y de algún modo logró tranquilizarlas, y convencer a Diandra para deponer su actitud y continuar con los planes de boda en paz.  De manera que luego se fue derecho a hablar con el otro par de imbéciles.

-         Escúchenme bien los dos, al próximo que vuelva a provocar a las niñas le rompo el cuello ¿está claro?  --  y ellos lo miraron con antipatía  --  ¡Por todos los Dioses, abran los ojos! Están a punto de casarse con las chicas que aman, y por si fuera poco en breve van a ser padres ¿Tienen idea de lo que yo daría por estar en el lugar de cualquiera de ustedes?  --  preguntó con tristeza  --  No lo echen a perder

Y es de suponer que gracias a la intervención y oportunas palabras de Mael, pudieron sobrevivir las últimas cuarenta y ocho horas.

Amy y Dan estaban en el desayunador cuando de pronto Dan se puso de pie sobresaltado.

-         ¡Por todos los cielos Amy!   La boda es en dos días y no le hemos avisado a Giulian.

-         ¡Dan, yo pensé que tú lo habías hecho!  --  exclamó ella

-         Con todo este lío nadie lo ha hecho. Ya mismo le mando la nota.

Giulian había recibido la invitación a la boda de Aderyn y Gail, porque Iván se había encargado de ello, pero estuvo a punto de morir cuando recibió la de Dan

Querido Cray
            Perdona que no te haya escrito pero hemos estado de carrera. Esperamos que vengas sin falta el 05 de agosto, ya que tendremos dos bodas ¡Los chicos se casan!  Pero la segunda boda se decidió a última hora.
¿Qué crees? ¡Voy a ser abuelo de nuevo! ¿Te imaginas? Bueno te adjunto las invitaciones. No faltes. Los chicos se alegraran de verte. Amy te envía todo su amor.
                                                                                                                                             Dan


No podía creer lo que estaba leyendo ¿Dos  bodas? ¿Lo habían decidido a última hora? ¿Abuelo? Pero…no…no era posible. Buscó desesperadamente las invitaciones y leyó la primera.

Amy y Daniel Douglas y Anne y Peter McKenzie
Se  complacen en invitarle a la boda de sus hijos
Daniel Iván Douglas
Y
Diandra Gretchen McKenzie

Hizo rápidamente  a un lado esa invitación y buscó la otra. Cuando la abrió, soltó el aire lentamente. Era la invitación que ya había recibido de Iván. De modo que se trataba de la boda de Danny, así que debía y “quería” suponer, que cuando Dan habló de ser abuelo, se refería a que Danny y Diandra iban a tener un bebé. Trató de serenarse. Ya había debatido mucho consigo mismo acerca de la conveniencia de ir a la boda de su sobrino, pero ahora sus dudas  se triplicaron. Por supuesto se llevarían a cabo en Averdeen y estar allí le recordaría aún más dolorosamente otra fiesta y otra noche que había estado tratando de olvidar.


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