Cuando Jonathan salió y
contrario a lo que hubiese podido esperarse, nadie atinó a moverse pero todos
lo miraban con expectación.
-
Es una niña -- dijo con voz apagada
-
¿Está bien? -- preguntó Anne
-
Ella sí, pero…
El grito de desesperación
de la madre de Liz horadó dolorosamente los oídos de los presentes, Jonathan se
recargó en la pared y cerró los ojos. Todo el horror de la muerte de Peter
regresó a su memoria como si estuviera sucediendo en ese momento y la alegría
que pudo haberle producido el nacimiento de su sobrina, quedó empañada por el
dolor, porque era una criatura que nacía sin padres.
Mientras los hombres
intentaban calmar a las mujeres, Jonathan abrió los ojos y sin decir nada
comenzó a alejarse. Necesitaba respirar, necesitaba estar solo en algún lugar
alejado donde pudiese dejar salir todo el peso del dolor que lo estaba
ahogando, y una vez que llegó a las puertas del Hospital se desmaterializó.
Entre tanto, una Nyrs
había salido con la recién nacida en brazos y el único que tuvo voluntad para
acercarse a la pequeña fue Mael. Era una hermosa bebe con los cabellos dorados
como el sol, la Nyrs la había puesto en brazos de Mael y éste se acercó a Anne
y a Mary, la madre de Liz, pero fue Anne la que reaccionó cargando a su nieta
en brazos.
-
Mary, mírala -- le dijo, pero la mujer estaba desesperada
Iván se acercó a ella y
colocó las manos sobre su frente, de modo que unos segundos después estaba más
calmada aunque seguía llorando.
Ese día fue uno de los
más tristes que los chicos pudieran recordar. Los Läkares informaron que la
bebe debía quedarse allí por unos días, porque era necesario practicarle
algunas pruebas, ya que si bien era cierto que en apariencia estaba bien, la
niña había nacido con cierta deficiencia de peso y preferían asegurarse que
todo marchase como era debido. Anne y Peter decidieron quedarse en el Hospital,
mientras que el angustiado padre de Liz se llevaba a su esposa. Antes de
marcharse, Mael le hizo señas a Giulian y éste se acercó a él.
-
¿Qué sucede?
-
Voy a ir por Jonathan, entiendo que quisiese estar solo pero ya ha
pasado mucho tiempo.
-
De acuerdo, vamos -- dijo Giulian
-
No, no es necesario, puedo hacerlo solo, tú debes quedarte con la Nena
-
Ella estará bien y en cualquier caso Amy puede hacerse cargo -- y
al ver que Mael iba a protestar agregó
-- Jonathan también es mi amigo y
en este momento nos necesita
De modo que se acercó a
Sam y le dijo que debía hacer algo y no sabía cuánto tiempo le tomaría.
-
Encuéntrenlo -- fue todo lo que ella dijo, sabiendo aunque no
se lo dijeran lo que ellos iban a hacer
Iván se fue con ellos y
aunque a los chicos les hubiese gustado ir también, no se atrevían a dejar a
sus esposas solas.
Les tomó dos días
localizar a Jonathan, porque si bien Mael era muy hábil para ello, Jonathan
poseía el mismo entrenamiento.
-
Vamos amigo, es hora de volver
-- le dijo Giulian
-
¿Para qué?
Les tomó un segundo darse
cuenta que aunque había estado bebiendo, estaba perfectamente sobrio.
-
Hiciste un juramento Jonathan
-- dijo Mael -- y
ni siquiera la has visto.
A él no le extraño que
Mael estuviese al tanto de eso, después de todo sin duda había podido
escucharlo todo.
-
No pude hacer nada, no pude hacer nada por ninguno de los dos
-
No podías -- intervino Iván --
Escúchame Jonathan, es lógico que te duela y si alguien puede entenderlo
soy yo que vi morir a mi hermana y a mi mejor amigo, murieron en mis brazos y
no pude hacer nada tampoco, pero es nuestro deber y obligación seguir. Tienes
los mismos motivos para continuar adelante, ellos te confiaron a su hija y no
puedes fallarles.
-
Tampoco puedes causarle más sufrimiento a tus padres, ellos están
sumamente golpeados Jonathan -- le dijo Giulian
-
Y debes pensar también en tus otros hermanos --
agregó Mael -- Entiendo lo que sientes pero no estás solo
porque nos tienes a nosotros tus amigos, aparte de que yo también te confié a
mi hijo, no solo por agradecimiento sino porque confío en ti, y si algún día yo
falto, sé que serás el mejor padre.
-
¡No te atrevas infeliz! -- dijo el chico finalmente
Unos minutos después
regresaban a casa, lo que no sabían era con lo que se iban a encontrar, y de
haberlo sabido probablemente menos habría querido regresar.
Los padres de Liz cegados
por el dolor de la pérdida de su hija,
habían entablado una demanda por la custodia de la niña, y de nada valió
que Anne hablase con su hermana y le dijese que eso no era necesario, porque
ambas parejas eran los abuelos de la niña y podían ocuparse de ella de la misma
forma. Lo que los McKenzie no sabían, era lo que había dicho Liz antes de morir
y que simplemente daba fuerza a las leyes de los Arzhvaels, que establecían que
faltando los padres de la criatura, era la familia paterna la que tenía los
derechos sobre ella. Por tanto legalmente hablando, los Appleby tendrían ese
juicio perdido, pero los McKenzie no querían llegar a ello.
Cuando sus padres le
contaron a Jonathan lo que estaba sucediendo, éste recordó las palabras de
Arianrhod: “… pero tendrás que luchar
para cumplir tu juramento, y sabes lo importante que es para nosotros la
palabra empeñada”
Lo último que Jonathan
quería era enfrentar a sus tíos en un tribunal y ciertamente haría lo que fuese
necesario para no llegar a eso. De modo que se dio un baño, se cambió de ropa y
se dispuso a ir a hablar con ellos, y sus padres se empeñaron en ir con él.
Cuando llegaron a la
residencia de los Appleby, intentaron impedirles la entrada pero teniendo en
cuenta quién y qué era aquel sujeto, eso era absurdo. De modo que forzó sin
mayor trabajo la entrada en la casa de sus tíos y se presentaron ante ellos.
-
¡No puedes…!
-
Evidentemente puedo tío -- lo interrumpió él -- He
venido a hablar con ustedes y espero que me escuchen, si no lo hacen por mí, espero lo hagan por Liz
y les recuerdo que puedo hacerlos escuchar aunque no quieran, pero no es esa mi
intención -- y como no dijeron nada, prosiguió -- Yo
entiendo perfectamente su deseo de tener a la niña con ustedes y nadie va
impedírselos, porque es tanto el derecho de ella como el de ustedes, aparte de
que somos una familia, pero ustedes la escucharon tan bien como yo, Liz quería
que yo me hiciese cargo de la bebé. No tengo idea de por qué decidió eso, pero
si era lo que quería, es exactamente lo que pienso hacer. De modo que no veo
razón alguna para que llevemos esto a un nivel que a todos nos hará mucho daño.
Si deciden aceptar las condiciones de la petición de Liz, podrán ver a la niña
y tenerla con ustedes tanto como deseen y como ella lo merece, pero si se
empeñan en esta absurda demanda, saben que no tienen modo de ganarla y
perderían el derecho a verla siquiera
-- hizo una pausa antes de
continuar -- ¿Es eso lo que quieren? ¿Creen que es eso lo
que Liz habría querido? ¿Y creen que es eso lo que la niña se merece? Piensen
un poco, comienza su vida sin sus padres, ¿le quitaran también el derecho a
conocer y a tener a sus abuelos?
-
Tú no eres el más indicado, aparte de que todos en esa familia parecen
tener prisa por hacerse matar y terminarán conduciendo a mi nieta por el mismo
camino -- dijo el padre de Liz -- Ya
me quitaron a mi hija y no pienso permitir que me quiten también a mi nieta
Jonathan no era conocido
por su paciencia, pero en esta ocasión tiró de toda la que pudo encontrar.
-
Tío, en cuanto a que no soy el más indicado, te concedo toda la razón
del mundo, pero por alguna razón ella lo quiso así. Segundo, te aseguro que si
por algo no tenemos prisa es por hacernos matar, solo defendemos a nuestra raza
de aquellos que sí desean acabarla. Tercero, si la niña está destinada a ser o
no una Arzhaelí, eso no podrán evitarlo aunque nunca tuviese ningún contacto
con nosotros. Y por último, no les quitamos a Liz, ustedes ganaron un hijo y a
toda una familia con el matrimonio de Peter y Liz -- y
luego miró a su tía -- Tía Mary, eres la hermana de mi madre, lo
último que quiero es hacerte ningún daño ni causarte más dolor del que ya
llevas por dentro. Yo aún estoy tratando de habituarme a la muerte de Peter y
sé que mis padres no lo harán nunca, pero es en estos momentos cuando debemos
portarnos como la familia que somos, dándonos apoyo unos a otros.
-
Es todo lo que nos queda de Liz
-- dijo la mujer con los ojos
llenos de lágrimas -- ¿Por qué ponerla en tus manos? Cuando tú
mismo reconoces que eres inadecuado
-
Como dije no pretendo suprimir sus derechos sobre la niña, nunca lo
habría hecho, en cuanto a lo otro, ya dije también que no tengo idea pero
pienso hace mi mejor esfuerzo y necesitaré toda la ayuda posible.
Peter McKenzie había
querido ir no solo porque les incumbía
directamente, sino porque conocía muy bien a su hijo, o al menos eso había
creído, porque jamás pensó que Jonathan fuese capaz de tratar un asunto tan
delicado como aquel con tanta habilidad, algo que quedó demostrado con la
decisión de los Appleby de desistir de la demanda.
-
Gracias -- les dijo Jonathan --
Ahora debo ir por la niña, que según entiendo hoy podrá salir del
hospital.
-
Jonathan -- lo detuvo su tía -- por
lo que dijo Liz, ahora esa niña será tu hija, por favor…
-
Tía, como dije necesitaré de toda la ayuda posible, no tengo ni la más remota
idea de lo que debo hacer pero confío en todos ustedes para ello.
De allí marcharon
directamente al Hospital y cuando pusieron a la niña en brazos de Jonathan y
sintió por primera vez el peso de toda la responsabilidad que significaba, tuvo
un momento de pánico, pero en cuanto la miró, supo que se haría matar por
aquella criatura.
-
Hola -- le dijo mientras la bebe le asía un dedo
-
¿Y has pensado como la llamaremos?
-- preguntó una llorosa Anne
-
Elizabeth -- dijo él forma automática --
Elizabeth Alannis
-
Gracias -- dijo Mary
-
Es hora de ir a casa Lizzy --
dijo mirando a la pequeña que le sonrió
Después del penoso
funeral de Liz, las cosas volvieron a una relativa normalidad y los chicos se
prepararon para presentar los exámenes de fin curso de aquel año. A pesar de
que no fueron sencillos, les costó mucho menos que el año anterior, al menos en
el caso de los chicos. En las pruebas finales de Duelo, a todos les fue
bastante bien, Philip había cometido un acto de maldad al enfrentar a Danny y a
Dan en la final y el padre se había sentido muy humillado al ser vencido por su
hijo, mientras los demás despacharon a sus oponentes sin aparente esfuerzo.
Pero en la prueba final de tiro con Arco, Dan se reivindicó al dejar muy atrás
a Danny y esa noche Amy peleaba con ambos riñéndolos por parecer dos críos en
competencia.
En la prueba final de
Búsqueda y Rastreo, Garlan tuvo que organizarse muy bien, porque ya sabía que
los chicos tenían mucha más experiencia que sus compañeros, de modo que los
colocó separados. En esta ocasión se haría por parejas y a todos les tocó
trabajar con alguien con quien nunca lo habían hecho. Todo eso habría estado
muy bien de no haber sido porque a Samantha la colocaron con Paul Aldridge, lo
que generó la alarma de sus hermanos. Sin embargo, por mucho que quisieran
protestar, estaban muy lejos de ser escuchados y menos tratándose de Garlan.
-
Nena, en caso de cualquier eventualidad con Aldridge, envía un mensaje y
estaré allí de inmediato
-
Vamos Mael, Paul no es muy simpático pero nunca hemos tenido problemas
con él.
Obviamente Mael no se
estaba refiriendo a la posible antipatía de Aldridge, pero siendo inteligente
como era, no discutió con ella pero le dio instrucciones precisas a Blaidd y de
ese modo se fue más tranquilo.
La prueba había sido
diseñada para abarcar el fin de semana partiendo el viernes en la noche. Sin
embargo, el sábado antes de que saliese el sol, Garlan fue llamado por un par
de Krigers porque la primera pareja ya había alcanzado el objetivo. El Arzhaelí
salió en carrera porque no esperaba que nadie lo consiguiese antes del
anochecer de ese día, pero para su mayor fastidio, Samantha y Paul lo habían
conseguido. Media hora después llegaron Mael y Susan, seguidos casi de
inmediato por Diandra y Josh. A
mediodía, había llegado Amy y el chico
que la acompañaba y casi de inmediato Gail y su compañera. Danny y Dan junto
con sus respectivos compañeros, llegaron al mismo tiempo, alrededor de las dos
de la tarde, y después de las seis comenzaron a llegar todos los demás.
Pero el sábado en la
noche, Aderyn y Albert no habían aparecido aún y ya Gail estaba que se subía
por las paredes.
-
Cálmate -- le dijo Iván que se había acercado a ver como
iban las pruebas
-
¡No puedo papá! -- exclamó el chico
Amy miró a Iván y este
estaba a punto de hacer algo para
tranquilizar a su hijo cuando vieron a Sam y a Diandra correr hacia Garlan tan
pálidas que casi se veían transparentes.
-
¡Señor! -- dijo Sam deteniéndose frente a él que en ese
momento hablaba con Mael
-
¿Qué sucede Niña?
-
Señor, permiso para ir a buscar a Aderyn
-
Niña, te recuerdo que esto es…
-
Señor -- lo interrumpió Diandra --
están en problemas
-
McKenzie esto es una prueba y…
-
Garlan -- dijo Sam colocando la mano sobre el brazo del
Arzhaelí -- están en verdaderos problemas
A pesar de la antipatía
que parecía flotar entre ellos desde siempre, Garlan seguía siendo un hombre y
por sus venas no corría ninguna sangre que lo protegiese de los encantos de
aquella criatura, pero por otra parte era un Arzhaelí bien entrenado, de manera
que hizo su mejor esfuerzo por librarse de aquello y concentrarse en el asunto.
- ¿De qué clase de problemas estamos hablando?
- De la clase de la que no podrán salir sin
ayuda --
le dijo ella
Garlan podía ser muchas
cosas, pero si algo no era, era estúpido y había aprendido a conocer bien a la niña, y si ella decía aquello no
sería él quien lo pusiese en duda.
-
Berserker, organiza a tu equipo
-- y se volvió a las chicas --
supongo que pueden determinar el punto de ubicación con exactitud
-
Sí, están…
Pero se interrumpió en
cuanto vieron aparecer la figura de Aderyn ante Gail.
- Gail, Albert está
herido y yo… -- pero la imagen se borró
Ni que decir hay que Gail
enloqueció. Iván y Amy lo sujetaron pero
antes de que el primero pudiese hacer nada su hijo le gritó:
- ¡Si te atreves a impedirme ir por mi mujer,
te juro que te hago pedazos!
- Estamos listos. Vamos por ella hermano --
dijo Mael acercándose y tomando el brazo de Gail
A pesar de que Albert
Smith no estaba nada contento con la compañera que le habían asignado, porque
encontraba improcedente que aquella chica estuviese participando en esa
actividad faltando algo más de un mes para dar a luz, las cosas habían salido
bastante bien. Sin embargo, pasado el mediodía se encontraron con una manada de
Amemaits. Estos son unos híbridos que
conjugan la ferocidad y la fuerza del león y el cocodrilo, con la corpulencia y
el temperamento del hipopótamo. Tienen
asimismo, patas, zarpas, melena y cabeza de león, pero mandíbulas
alargadas dotadas de unas filosas dentaduras como las del cocodrilo.
Estos bichos suelen ir en
manadas compuestas por un solo macho y varias hembras con sus crías, de modo
que lo único que podían considerar afortunado, era que se encontraban en
presencia de una manada pequeña.
Evaluaron la situación y no les quedaba más alternativa que enfrentarlos,
porque ya los habían visto y a diferencia de otras criaturas, éstas eran de
naturaleza agresiva, y muy peligrosas.
Los machos por lo general
no atacaban, lo hacían las hembras que en este caso eran tres, de modo que
Aderyn apuntó hacia la primera que avanzó y Albert a la otra. Aderyn tuvo un
poco más de dificultad para despecharla, mientras que Albert lo hizo con el primer
rayo que le envió y procedió a atacar a la segunda, pero una vez que se habían
deshecho de las hembras, el macho se lanzó sobre el chico y Aderyn tuvo que
esforzarse mucho, ya que éste tenía la piel mucho más resistente que las
hembras. Finalmente había logrado abatirlo pero Albert estaba herido.
-
Déjame ayudarte con eso -- dijo la chica
Pero después de un
momento Aderyn recordó que no podrían cerrarla, porque los machos Amemait tenían
veneno en sus colmillos.
-
¡Diablos! -- dijo Albert
-- Tendremos que darnos prisa en
encontrar el objetivo y…
-
¡Albert! -- exclamó ella
-- es veneno, no sabemos cuánto
tiempo…
-
Estamos en una prueba McKenzie, y no voy a dejarla a la mitad
De modo que viendo que no
lo convencería, Aderyn desistió y continuaron, pero un par de horas después y
cuando ella estaba casi segura de que estaban por llegar, Albert cayó al piso.
Ella se agachó con rapidez a su lado y comprobó que el chico estaba ardiendo.
Pensó a toda velocidad y decidió que aunque Albert se enfureciese y a pesar de
que no moriría por aquello, no estaba dispuesta a dejarlo pasar por toda la
tortura que significa sufrir los efectos de un veneno, aparte de que no podía
ir a ninguna parte en aquellas condiciones, de modo que estaba enviando un
mensaje de auxilio, cuando repentinamente sintió un terrible dolor y dejó el
mensaje a la mitad.
Sam y Diandra habían dado
las coordenadas con tanta exactitud que casi aparecieron encima de ellos. Gail
se abalanzó hacia Aderyn mientras que Garlan y Mael corrían hacia Albert.
-
¡Aderyn! -- exclamó Gail arrodillándose al lado de la
chica --
Aderyn qué…
-
No hay tiempo Gail, tenemos que sacarla de aquí ahora -- le
dijo Iván
-
Pero…
Sin embargo, Iván que ya
había determinado la naturaleza de la emergencia, hizo a un lado a su asombrado
hijo, y tomando a la chica en brazos se desmaterializó.
-
Es una mordida de Amemait -- dijo Garlan al ver el brazo y la pierna de
Albert
-
Y por su aspecto sucedió hace bastante tiempo --
agregó Mael
Dan, Amy y Danny se
habían hecho cargo de examinar velozmente el perímetro con el fin de determinar
que no hubiese ningún peligro amenazando, pero al ver la situación, ni siquiera
se habían molestado en trazar un círculo mágico de protección.
-
Vamos, hay que llevarlo cuanto antes al Hospital --
dijo Garlan
De modo que los cinco se
desmaterializaron llevando al inconsciente Albert con ellos. Una vez en el
Hospital de Arx y luego de que Mael se aseguró que su compañero estaba siendo
atendido, lo dejó con Garlan y se fue a buscar a los otros, pero cuando
caminaba hacia donde suponía se encontraban, le llegó el urgente mensaje de Sam
y corrió como solo él podía hacerlo.
Cuando Iván llegó al
Hospital con Aderyn en brazos, casi choca con Daira y más atrás venían Sam y
Gail.
-
¿Qué sucede? -- preguntó la Arzhaelí
-
Está por dar a luz -- dijo Iván
Sam tuvo que sostener a
Gail que casi pierde el sentido cuando escuchó a su padre, pero Iván no tenía
tiempo para ocuparse de su hijo, de modo que sin prestarle atención se fue con Daira y
desaparecieron tras una puerta.
-
¡Gail! -- lo sacudió Sam --
Vamos Gail, tu hijo está por nacer, no es el momento para que te desmayes
Estaba en eso cuando
aparecieron sus padres y Danny.
-
¿Qué sucede? -- preguntó su hermano
-
Aderyn va a tener al bebe -- dijo ella aun sosteniendo a Gail -- y
este infeliz está a punto de…
Pero las palabras
murieron en sus labios al ver la cara de su hermano y ella se preguntó qué
demonios les pasaba a aquellos dos. Dan se acercó a su hijo y con una sonrisa
lo sacudió también.
-
Vamos hombre, que no es el tuyo aun y parece que Gail va a necesitar de varias manos que lo
ayuden a estar de pie.
A Sam le provocaba darle
con algo en la cabeza a su padre pero no tenía tiempo para eso. Lo que al
parecer Dan no entendía, era que para
Danny, Aderyn era como su propia hermana y el susto que tenía el chico no era
nada normal, sobre todo estando tan reciente lo sucedido con Liz.
Amy por su parte se había
acercado a Diandra, que al escuchar que su prima estaba en trabajo de parto, de
pronto sintió la cercanía del propio y entró en pánico.
-
Cariño, no te preocupes todo va a salir bien -- le
dijo Amy entendiendo que la chica podía estar muy preocupada por su prima
Sam se las arregló para
sentar a Gail, mientras Dan hacía lo mismo con Danny y luego procedieron a
avisar a los McKenzie y a Giulian que llegó primero que los padres de la chica
y venía en compañía de Jonathan. Llevaban poco tiempo allí cuando un Läkare
salió.
-
El padre puede pasar -- dijo mirando hacia los muchos caballeros que
había allí en aquel momento
Mael y Dan empujaron a un
inusualmente silencioso Gail hacia la puerta.
-
Vamos hermano, necesitas ser fuerte ahora -- le
dijo Mael
Iván y Daira estaban de
pie a un lado, mientras los Läkares se hacían cargo. Gail se acercó y tomó la
mano de su esposa.
-
Todo va a salir bien amor -- le dijo, pero en aquel momento la chica tenía
un fuerte dolor y Gail comenzó a sudar
frío
-
Iván -- llamó Aderyn
-- ¿Dónde está Iván?
-
Aquí estoy -- dijo él aproximándose
-
¿Qué diablos haces aquí? -- preguntó ella y todos se extrañaron
-
Me llamaste -- le contestó él
-
¡No! Solo quería saber si estabas haciendo tu trabajo --
dijo ella
-
Aderyn, estás en buenas manos
-- le dijo entendiendo a qué se
refería ella
-
¡Me importa un demonio! -- para Gail era insólito escuchar a la dulce
Aderyn expresarse en aquellos términos con alguien que no fuese él mismo -- ¡Ve
ahora mismo y prepárate a recibir a tu nieto!
Daira sonrió y miró al
Läkare en funciones que se retiró a una orden suya, después de todo estaban en
el Hospital de Arx y ella era quien daba las órdenes allí.
-
Todo está marchando bien -- dijo el hombre a Iván y este asintió, pero
enseguida otra contracción acometió a la chica y apretó los dientes mientras un
muy asustado Gail sostenía su mano
-
Vamos Aderyn, necesitamos que resistas un poco más --
escucharon que decía Iván
Pero Gail deseaba
quitarle la cabeza a su padre en ese momento, era evidente que ella estaba
sufriendo mucho y él se sentía impotente para ayudarla.
-
Llama a Danny -- dijo la chica con la voz entrecortada
Gail no se lo hizo
repetir y salió disparado a llamarlo, cuando abrió la puerta ya Mael traía por
un brazo al chico que estaba resistiéndose tanto como podía.
-
Vamos -- dijo Gail
-
Aderyn… -- comenzó Danny cuando entró pero no sabía qué
más decir y ella no lo habría escuchado, porque estaba siendo víctima de otro
dolor
-
Danny -- dijo cuando le pasó --
quiero que estés aquí por dos razones. La primera para que sostengas a
Gail cuando se caiga, y la segunda porque…
-- calló cuando sintió que se
acercaba otra contracción
-
Vamos linda, falta poco -- dijo Iván
-
… porque quiero que seas el padrino de nuestro hijo.
Danny estaba muy lejos de
sentirse feliz en ese momento, Aderyn apretaba su mano y él casi podía sentir
el dolor de su amiga, y Gail estaba tan pálido que estaba seguro en verdad
tendría que sostenerlo en cualquier momento en el improbable caso de que él
mismo lograse mantenerse en pie. Sin embargo, hizo un esfuerzo por sonreírle a
Aderyn.
-
Es la peor idea que has tenido Aderyn, pero haré el intento -- le
dijo
Ella le sonrió aunque
aquella mueca no se parecía en nada a su dulce sonrisa y en ese momento apretó las manos de ambos
hasta casi causarles dolor. Pero lo próximo que escucharon fue le grito
jubiloso de Daira.
-
¡Felicidades Iván, ya eres abuelo!
Es un hermoso chico -- dijo la Arzhaelí
A continuación escucharon
el llanto del bebé y Danny y Gail se miraron,
ninguno de los dos se lo podía creer.
-
No hagas nada estúpido, mira que ya eres padre --
dijo Danny finalmente y luego se inclinó sobre Aderyn --
Felicidades, lo lograste.
Afuera, Mael se había
acercado a Sam con una sonrisa en los labios.
-
Todo salió bien Nena, es un chico tal y como esperábamos
Samantha respiró aliviada
y abrazó a Diandra que había estado rígida todo el rato.
-
Tranquilízate Di, ya escuchaste a Mael, todo… --
pero se interrumpió porque en ese momento salió Danny
-
¡Es un chico! -- exclamó jubiloso y los McKenzie sonrieron
Después de la experiencia
con Liz, ahora podían permitirse el lujo de sentirse felices.
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