Giulian
estaba que se subía por las paredes, cerca de la hora de la cena Sam no había
regresado y él estaba positivamente seguro que algo le había sucedido, porque
por muy malcriada que fuese, ella no los tendría en esa angustia. Dan no estaba
mucho mejor pero siempre había sido más calmado que Giulian en los momentos de
crisis, e Iván que si bien había pasado el día en estado de alerta, a final de
la tarde sintió una sacudida y comenzó a pensar igual que Giulian.
Amy
había salido temprano hacia la casa de los McKenzie con la intención de pasar
un rato con Vladimir, ya que Gail se quejaba amargamente de que los tenían
abandonados. De modo que cuando volvió y se encontró con aquel cuadro de
desesperación por parte de ellos, se plantó en medio del Salón.
-
¡Ya basta! Quiero saber ahora mismo lo
que está sucediendo. He pasado una tarde horrorosa sintiendo que algo estaba
muy mal, y un momento antes de salir para acá, Gail entró en pánico asegurando
que algo le había sucedido a mi hija.
Los
tres se miraron y le dijeron lo que habían estado sintiendo desde hacía varios
días atrás.
-
¿Han intentado comunicarse con ella?
-
Prácticamente desde que se marchó --
dijo Giulian
-
Estoy seguro que inicialmente no contestó
solo por fastidiar -- dijo Iván
-- pero ya es muy tarde y ella no
haría algo así.
-
¡Papá!
-- escucharon de pronto la voz de
Danny y todos se giraron
El
chico había entrado pero se sostenía de las paredes. Aquello confirmó en forma
inequívoca que a Sam le sucedía algo y Giulian sintió que el mundo comenzaba a
girar a velocidades extremas. Su mente se vio invadida de las más horrorosas
imágenes donde se mezclaban cuadros de Sam sufriendo en algún lugar, con las
dolorosas imágenes de Eve y Vlad ensangrentados frente a sus ojos. Iván corrió
a su lado, mientras Amy lo hacía hacia Danny.
Dan
que entre otras cosas era uno de los seres más prácticos del planeta, decidió
enviar un mensaje a Eowaz, pero antes de hacerlo, el hombre se presentó allí en
compañía de Mael y casi de forma inmediata lo hicieron Gail y Aderyn.
-
Tenemos que movilizarnos --
dijo Mael -- La Nena y Di están en serio peligro.
El
chico caminó hacia a Danny y apartando con suavidad a Amy lo sujetó por los
hombros.
-
¡Danny! ¡Danny escúchame! --
dijo sacudiéndolo -- Tenemos que encontrarlas, no contamos con Di,
de modo que yo haré lo que sea necesario pero tú puedes facilitarnos el
trabajo, así que necesito que intentes sobreponerte, ya tenías esto casi
controlado
Pero
Danny aparte de estar experimentando la sensación de que su cuerpo no lo sostenía,
su mente estaba siendo atacada con la imagen de su esposa embarazada y su
hermana corriendo grave peligro.
-
¡Vamos hermano! --
volvió a sacudirlo Mael -- ¡Ambas nos necesitan!
Sin
embargo, mientras esto sucedía, Eowaz entendió que Danny difícilmente les sería
de alguna utilidad, de modo que cursó un urgente mensaje a Garlan que llegó en
cuanto lo recibió. Una vez que Eowaz lo puso al corriente, miró a Danny y
estuvo de acuerdo en que no sería posible contar con el lazo que unía a los
gemelos, pero en ese momento otro asunto se presentó.
-
Señor
-- escucharon la voz de Crappy
que había aprecio al lado de Mael
-- El niño Elijah…
Mael
no esperó a escuchar y corrió hacia a la escaleras, cuando llegó a la
habitación de los niños se encontró con que Elijah estaba sin sentido. Iván que
había llegado tras él, le hizo un rápido chequeo comprobando que no lo atacaba
ninguna enfermedad y esto solo confirmó que Sam debía estar en las mismas
condiciones, restaba saber la razón y lo más importante, dónde. Dejaron a
Crappy a cargo y ellos volvieron al salón en el momento en el que Amy se había
acercado a Garlan
-
Garlan
-- escuchó él a su lado
-- Es mi hija -- y
no se le escapó la nota de súplica en su voz
-
Descuida, vamos a encontrarla. Tú y
Giulian me han hecho la vida miserable durante muchos años, pero estamos unidos
por el mismo juramento y aparte de eso, le debo mi vida a la Niña.
Dicho
esto se volvió y caminó hacia Mael que estaba acercándose a Danny nuevamente.
-
Olvídalo Berserker, tenemos que hacerlo
sin él -- le dijo de modo que Mael se dio por vencido y
ambos se marcharon
Sam
abrió los ojos y trató de ubicarse, estaba tendida en una superficie dura y
áspera. Intentó ponerse de pie pero aparte del mareo le dolía la cabeza y la
espalda. Se llevó la mano atrás y el líquido caliente le indicó que estaba
sangrando.
Comenzó
a hacerse las preguntas de rigor ¿Dónde estaba? ¿Qué demonios había ocurrido?
Quiso mirar a su alrededor pero la oscuridad reinante no la ayudaba en nada.
Escuchó un gemido y de pronto los eventos recientes acudieron en tropel a su
memoria.
-
¡Diandra!
-
¿Sam?
Respiró
aliviada al escucharla, pero se fastidió mucho porque no podía ver y de pronto
una esfera lumínica apareció a su lado. Terminó de incorporarse y se acercó a
su cuñada.
-
¿Estás bien?
-
Un poco golpeada pero nada más
-
¿Sabes qué ocurrió? -- le
preguntó a Di mientras concentraba toda su energía en determinar dónde se
encontraban
-
Solo un poco más que tú. Te lanzaron un
conjuro para hacerte perder la consciencia y otro te golpeó la espalda
pero no me enteré cuál fue
-
Eso no tiene mucha importancia práctica
en este momento -- le dijo
-- ¿Qué ocurrió contigo?
-
Intenté defenderme pero no resultó nada
sencillo, estoy segura que abatí a dos sujetos pero luego perdí el sentido, así
que no tengo idea de dónde estamos.
-
Yo sí
-- le aseguró ella que ya había
identificado el lugar sin posibilidad de duda
-- Estamos en una propiedad de
los Lery. Si logramos salir de aquí, Danny va a matarme
-
No digas tonterías Sam, pero sí sería muy
útil que buscáramos la forma de salir de aquí
Tanto
Sam como Diandra concentraron toda su energía en salir de allí pero cualquier
conjuro o actividad que implicase abandonar aquel lugar, parecía imposible,
porque sin duda estaba protegido. Sin embargo, Sam pensó que la protección no
era muy efectiva, ya que había podido convocar luz, de modo que estaba por
seguir intentándolo cuando escucharon pasos, así que hizo desaparecer la esfera
de luz que seguía flotando a su lado. Los pasos se detuvieron ante la puerta y
unos segundos después vieron entrar a Lery con una antorcha en la mano.
-
¡Ah Samantha, Samantha! --
dijo él con extrema satisfacción
-- Finalmente te tengo donde
quería
-
Yo no estaría tan seguro de eso,
Lery --
le dijo con más confianza de la que sentía
-
Fui amable contigo, te invité de la mejor
forma a venir a mi casa, he intentado
por todos los medios acercarme a ti pero no me has escuchado. Así que tú me
obligaste a actuar de esta forma
-
¿Y todo lo anterior no te dice nada?
-
Solo que eres una chica muy difícil.
Primero McKenzie, después Lèbedev y ahora Cornwall, pero ya me cansé de
esperar.
-
Respuesta equivocada. Nada, escúchame
bien, nada me hará cambiar de opinión con respecto a ti
-
¿Nada? ¿Estás segura? --
preguntó con una desagradable sonrisa
-- ¿Qué tal que utilice a tu
cuñada para practicar mis habilidades?
-
Eres despreciable Lery, pero eso ya lo
sabes. Lo que no sabes, es como lamento que Danny se haya tomado la molestia de
salvar tu miserable vida.
-
No estás en posición de rechazar mis
atenciones ahora. Tú decides, vienes conmigo o tu cuñadita y posiblemente tu
sobrino, sufran las consecuencias.
Sam no
fue consciente de haber hecho o pensado nada, pero repentinamente un latigazo
abrió un surco en el rostro de Lery y él camino hacia ella y la abofeteó con
furia, Sam se tambaleó y Diandra la sostuvo.
-
¡Ya me cansé de este jueguito! Si es así
como hay que tratarte, por mí está bien, pero vendrás conmigo quieras o no.
Pero
en ese momento alguien más entró y las chicas se quedaron de piedra.
-
¿Jared?
-- preguntó Sam incrédula
-
Mi querida Samantha, creo que ya es hora
de que me presente adecuadamente -- dijo el aludido
-
¿Disculpa? --
dijo más confundida aún
-
Mi verdadero nombre es Mikael --
dijo para asombro de las chicas, pero lo que agregó fue más asombroso
aún --
Mikael O’Neill, y llegó la hora de comenzar a poner las cosas en su
lugar.
Garlan
y Mael estaban seguros de estar en el lugar correcto. Les había tomado un
tiempo sorprendentemente corto dar con el sitio, pero ahora el problema era
acceder. Alaric que había ido con ellos los miraba inseguro. Sabía por años de
experiencia, que Garlan rara vez se equivocaba, y aunque llevaban relativamente
poco tiempo trabajando con Mael, era un berserker, por lo tanto contaba con
ciertas ventajas aparte de su entrenamiento. Pero que hubiesen llegado allí tan
pronto y que ellos se mostrasen tan convencidos, era lo que extrañaba al
Arzhaelí.
-
Creo que lo mejor es llamar a los
demás --
dijo Mael
-
No estando Vladimir, tendremos que acudir
aparte de a Delos, a…
-
¿No han considerado que podría tratarse
de una trampa? -- los interrumpió Alaric -- Y
de ser así, estaríamos atrayendo a nuestros compañeros a ella.
-
No, no lo es --
aseguró Mael
-
Sé que estás perfectamente entrenado
Mael, pero…
-
No, no se está guiando por sus emociones,
porque yo también puedo sentir la energía de la Niña, y si dejaras de
cuestionarte nuestros métodos, tú también podrías hacerlo -- lo
riñó Garlan
Alaric
los miró a ambos pero decidió no discutir más, sabía que no tenía ninguna
posibilidad con aquellos dos, uno por peligroso y el otro por decididamente
anárquico. Sin embargo, cuando estaban por enviar el mensaje, súbitamente Mael
abrió mucho los ojos pero no tuvo tiempo para decir nada, porque a los pocos
minutos y antes de que Garlan pudiese convocarlos, comenzaron a aparecer los
Arzhaelíes.
Sam
estaba en estado de shock. Aquel infeliz tenía que haberse vuelto loco, era la
única explicación posible. No obstante, mientras esto ocurría, ninguna de las
dos había dejado de emitir señales de aviso a los suyos, pero la súbita
revelación las había dejado momentáneamente estupefactas.
-
Pero… ¿Qué dices? --
logró articular Sam
Mientras
Jared, o Mikael o como quiera que se llamase aquel infeliz reía en forma
desagradable, el cerebro de Sam trabajaba a toda marcha aunque seguía negándose
a aquella monstruosa posibilidad. Todo aquello tenía que ser una pesadilla pero
un problema mucho más urgente se presentó. Diandra apretó con fuerza el brazo
de Sam, ella giró la cabeza y sintió que el piso se hundía bajo sus pies. Di se
había doblado por la cintura y tenía expresión de pánico.
-
Sam… el bebé…
Sam
tenía ganas de gritar, buscaba frenéticamente una salida a esa terrible
situación y finalmente solo vio un camino posible.
-
¿Lery, tú quieres tenerme? --
preguntó con toda la serenidad que fue capaz de reunir -- De
acuerdo, lo harás, pero con la condición de que me dejas ayudar primero a
Diandra.
-
¡NO!
-- gritó Di con desesperación
-
Cállate Diandra -- le
ordenó ella
-
No estás en posición de poner condiciones
Samantha
-
Bien, entonces nadie obtendrá lo que
quiere -- dijo con estudiada frialdad --
Sabes que no te dejaré tocarme ¿verdad? Has tenido suficientes pruebas a
lo largo de todos estos años de lo que soy capaz de hacerte
Lery
la miró y lo pensó durante unos momentos. Sabía que esa mujer hasta sin su
Gwialen era peligrosa, de modo que llegó a la conclusión de que tendría la
oportunidad de conseguirla de forma fácil, ya que si la dejaba ayudar a la otra
chica, después tendría el método más seguro para obligarla a ceder por las
buenas, ya que por el niño ella lo haría.
-
De acuerdo, tenemos un trato. Yo te dejo
ayudarla y luego vendrás conmigo pacíficamente, porque si intentas cualquier
cosa, el que se quede a vigilarlos matará primero al niño y luego a ella.
Sam
estaba desesperada, por su cabeza pasaban imágenes aterradoras pero no podía
flaquear, era crucial que mantuviese la calma.
-
Bien, entonces tienes mi palabra. En
cuanto a ti Jared, o como quiera que te llames, tendrás que ponerte en la cola
para matarme -- esto lo dijo con todo el frío odio que pudo
reunir
-
No te preocupes, a diferencia de Lery,
tengo mucha paciencia y no tengo apuro, así que puedo esperar.
Una
vez que ellos abandonaron la celda, Sam se permitió un momento de angustia pero
no podía entretenerse, Di estaba teniendo una fuerte contracción y Sam se
preguntó qué había pasado. Aun no era tiempo para que el bebé naciese y supuso
que el shock y el maltrato recibido habían acelerado las cosas.
-
Tranquila Di, saldremos de esto -- le
dijo con más confianza de la que sentía
-
¿Por qué lo hiciste Sam? Sabes que no nos
dejaran salir de aquí de todas formas y solo estas retrasando el momento
de… --
estaba diciendo con voz jadeante la chica
-
No digas tonterías Di, claro que vamos a
salir de aquí -- la interrumpió
-
Sam… tengo miedo… mi bebé -- y
de forma insólita Diandra comenzó a llorar
A Sam
se le rompía el corazón, casi nunca veían llorar a Diandra, porque de todos
ella era siempre la más fuerte, pero ahora se trataba de su hijo y ella pensó
que tenía que sacarla de allí a como diese lugar. Pensó que aunque no estaba
muy segura de poder hacerlo, debía intentar comunicarse en forma directa con su
hermano y con los demás, era lo único que podía hacer.
-
Ya está Di, acabo de enviarles aviso, y
pronto…
-
No me engañes Sam, estamos en un lugar
protegido, no podemos hacer eso
-
Vamos Di, confía en mí --
pero las cosas se precipitaron
-
Sam… creo que ya viene… -- y
la chica aferró la mano de Sam con tanta fuerza que ella creyó que iba a
rompérsele.
-
No te preocupes Di, todo va a salir bien
En Averdeen Danny estaba sentado con la
cabeza entre las manos intentando no enloquecer, había recuperado sus fuerzas
lo que lo hacía suponer que su hermana había estado sin sentido pero ahora lo
había recuperado, sin embargo, no había
podido establecer contacto con su gemela por mucho que lo había intentado pero
de pronto tanto él como Gail se miraron con igual expresión de horror.
-
Frieg
nos atrapó y nos tiene cautivas en una celda de
la Mansión de los Lery. Dense prisa, necesitamos ayuda
Los
chicos se habían quedado petrificados, pero Danny no era de los que eso le
duraba mucho tiempo.
-
Ya sabemos donde están --
dijo poniéndose de pie
-
¿Dónde?
-- preguntó Dan
-
Las tiene Frieg Lery --
dijo Gail con supremo odio
-
¡Ahora sí voy a matar a ese mal
nacido! -- gritó Giulian
Pero
nadie se ocupó de las incoherencias que siguió diciendo, sino que todos se
pusieron en movimiento y cuando llegaron al lugar vieron la estupefacción en
los rostros de Alaric y Garlan. Si embargo, nadie se molestó en hacer
innecesarias preguntas.
-
Amy
-- dijo Garlan acercándose a
ella --
ya yo hice mi parte, ahora te toca a ti hacer la tuya
-
Gracias Garlan, no lo voy a olvidar -- le
dijo ella y se volvió hacia Eowaz
-- Señor, nosotros dos somos muy
pocos, necesitamos a Delos, porque sin Vlad…
-- pero se interrumpió al
recordar a su hermano
-
Ya está avisado y viene en camino -- le
dijo Eowaz
-
Pero Kenny está aquí --
dijo Jonathan
-
Pero él…
-- comenzó Philip
-
No solo es bueno en conjuros de
destrucción -- dijo Armel
-- sino también en los de
ocultamiento
De
modo que llamaron a Kenny que se dispuso a ayudar a Amy y a Eowaz, y en ese
momento hizo su aparición Delos.
-
¡Gracias los Dioses! --
exclamó Amy para disgusto de Dan, pero no podía ponerse necio en ese
momento, se trataba de su hija y era lo único importante
-
No había forma que no viniese Amy --
dijo Delos
Después
de eso, los cuatro se pusieron a trabajar y mientras lo hacían, los chicos se
tensaron. Danny había intentado dar a viso a su hermana para que supiese que
habían recibido el mensaje pero no sabía si lo había recibido, de modo que en
cuanto la escucharon de nuevo sus corazones se encogieron dolorosamente.
-
Danny…
¿dónde están?
La
desesperación en la voz de Sam los hizo entrar en pánico, porque eso suponía
que estaban en muchos problemas.
-
Estamos
cerca Sam, resistan
Pero
por alguna razón, si bien Danny, Gail, Aderyn y Mael podían escuchar a Sam, no
sucedía lo mismo con ella. No obstante, no podía entretenerse a pensar si la
escuchaban o no, porque Di acaba de dar un grito y tenía los nudillos blancos
de la fuerza con que apretaba la mano de Sam. Ella tomó aire y acercó las
mantas que habían aparecido en la celda, disponiéndose a hacer todo cuanto
pudiese por su cuñada. Diandra emitió otro grito y Sam abrió mucho los ojos al
ver que la cabecita del bebe ya se asomaba. Nunca en su vida había estado más
asustada, siempre había pensado y según lo que había visto, que los partos
duraban más tiempo.
-
¿Iván
dónde estás? -- pensó con desesperación, pero luego agregó
con más calma -- Vamos Di, un último esfuerzo, ya viene -- y
tomó una manta preparándose para recibir al bebé.
-
Tranquila
linda, tú puedes hacerlo
-- pensó Iván inútilmente, porque
este mensaje tampoco llegó
Diandra
pujó una vez más y el bebé terminó de salir. Con la mayor de las emociones, Sam
escuchó la voz de su sobrino por primera vez, y con lágrimas en los ojos miró a
Diandra.
-
Es un hermoso niño, Di
Con
cuidado Sam cortó el cordón y lo anudó, limpió al bebé, lo envolvió en otra
manta y lo acercó a Diandra. La chica estaba exhausta, había sido rápido, muy
rápido, pero había dolido mucho.
-
Gracias… Sam -- le
dijo con apenas un hilo de voz y Sam se aterró, porque sintió que la estaba
perdiendo
-
Di por favor resiste, Danny está en
camino -- dijo confiando en que así fuese, ya que no
había recibido confirmación a sus desesperados mensajes, pero en ese momento se
abrió la puerta
-
Me informaron que ya todo había
concluido -- dijo Lery
-
Sam… no
-- dijo Di sin fuerzas
-
¿Vendrás conmigo por las buenas o tendré
que obligarte? -- le preguntó él apuntando con su Gwialen a
Diandra y al niño
-
Eres un bastardo despreciable, y lo que
hago, lo hago solo porque amenazas sus vidas
-
No me importa cómo te tenga, lo
importante es que vas a ser mía como debió ser siempre --
dijo él
-
¿Tuya?
Sueñas Lery, después de esto no seré más tuya de lo que soy ahora -- le
dijo impregnando cada sílaba del más profundo desprecio
-
Camina
-- le dijo apuntándola
-
Sam… por favor, no…
Ella
le dio una última mirada a su cuñada y a su recién nacido sobrino, y salió con
el corazón hecho pedazos, solo esperaba que su hermano llegase a tiempo para
sacar a Di y a su hijo de allí.
Amy,
Eowaz, Delos y Kenny, estaban apuntando en ese momento al vacío.
-
¡ADEILAD
YN DATGELU CUDDIO! -- una
expresión de triunfo se dibujó en sus rostros
-
¡Giulian, lo tenemos! --
gritó Amy
-
¡Jonathan, Iván, Mael! --
gritó él a su vez y todos se giraron hacia Giulian
En ese
momento Danny percibió de nuevo con toda claridad la desesperación de su
hermana
-
Danny…
-
Estamos
entrando Sam
Ya los
Arzhaelíes estaban en posición de ataque y Dan se acercó a su esposa.
-
¿Dónde apuntamos?
-
Así que prepárense a atacar con la mayor
violencia -- les advirtió Eowaz
Giulian,
Armel, Philip y Aderyn cubrían el centro, Dan, Danny, Gail, Elar y Alaric, el
flanco derecho, mientras que Mael, Garlan, Jonathan e Iván, se ocupaban del
izquierdo. Estaban todos muy conscientes que no podían perder el tiempo, en
cuanto los que estaban dentro notasen la ruptura de las protecciones, Sam y
Diandra correrían mayor peligro, y en el caso de Iván que ya sabía que el bebé
había nacido y se lo había notificado a sus tres compañeros, pero no había
dicho nada a los demás para no alterar más a Danny, concentraron toda su
energía en un punto específico, porque si los demás no lograban abrir la brecha
ellos entrarían solos si era necesario.
-
Danny,
Diandra está en una celda en el sótano, yo estoy en el piso superior en una
habitación, pero…
A Danny
y a Mael por lo general más controlado, los invadió la desesperación cuando la
comunicación se cortó. ¿Pero…? ¿Pero
qué? En ese momento Iván que llevaba el
mando, les estaba gritando
-
¿Preparados? --
todo el equipo dio la voz de asentimiento y él miró a Eowaz --
¡Ahora!
-
¡SAFLE
AGORED! -- lanzaron los cuatro
Los
Arzhaelíes divisaron la construcción, lanzaron los rayos en esa dirección y se
escuchó una gran explosión. Después de eso, la casa quedó perfectamente visible
y todos comenzaron a correr.
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