Cap. 07 Regreso a Casa…

Iván y Giulian volvieron a Averdeen cuando fue evidente tal y como Giulian había dicho, que Dan no dejaría marchar a los gemelos. Era muy tarde cuando Iván entró al estudio y encontró a Giulian con una copa en la mano.

-         ¿Celebrando solo?

Era una pregunta retórica, ya que él sabía muy bien que aunque su amigo estaba feliz por la recuperación de Dan y Amy, su ánimo no era precisamente de celebración.

-         Deja de torturarte, aun no sabemos qué piensa hacer Dan

-         Quizá no lo sepas tú pero yo sí. Es lo bastante necio como para querer volver al castillo Douglas en Lanarkshire, de hecho hará un gran escándalo cuando sepa que sus hijos no lo conocen y me acusará de no haber enseñado a los gemelos su historia familiar.

-         Es posible, pero todo lo que podemos hacer es esperar  --  dijo Iván sensatamente

-         No podría resistirlo Iván, no podré sobrevivir si se los lleva ¿Sabes lo que sería no poder bromear en el desayuno con Gail y con Danny? ¿Tienes idea de cómo me sentiría si no pudiese darle un beso cada mañana a mi princesita?

Iván lo entendía perfectamente, porque no era que él no estuviese pensando lo mismo, después de casi diez años con los chicos tener que hacerse a la idea de que se irían no era algo que estuviese muy seguro de poder soportar, y menos ahora con la reciente pérdida de Eve y Vlad, pero juzgó que lo más prudente era esperar y ver cuáles eran los planes de Dan.

Sam se había quedado dormida con la cabeza apoyada en el regazo de su padre mientras éste y Amy continuaban hablando con Danny, de este modo no se dieron cuenta que había llegado un nuevo día hasta que escucharon que llamaban a la puerta y Eowaz asomaba la cabeza.

-         Buenos días  --  saludó

-         ¿Días?

-         Así es, y si lo permites los Läkares deben hacer su trabajo  --  dijo el anciano

Dan despertó con suavidad a su hija y tanto ella como Danny abandonaron la estancia.

-         ¿Por qué no van a desayunar mientras les hacen el chequeo?

-         Después que los examinen podrán salir ¿no?  --  preguntó Danny

-         Si todo marcha como es debido, no habrá ningún impedimento para que lo hagan.

-         Entonces los esperaremos.

-         Bien  --  y miró a Sam  --  Mael está abajo.

-         Llegó muy temprano  --  dijo ella sonriendo y encaminándose a la puerta

-         En realidad pasó la noche aquí

Salieron juntos mientras que Danny se quedó a esperar los resultados. Sam y Eowaz llegaron abajo y salieron hacia el patio principal donde tenía lugar la formación, por lo que se detuvieron y Sam miró a Eowaz.

-         Señor…

-         Descuida, a ustedes se les concederá un mes de permiso, pero Mael pidió volver al trabajo.

Una vez que rompieron filas, Mael se acercó a ellos, saludó a Eowaz y éste se marchó.

-         ¿Cómo están tus padres?

-         Bien. Mael nunca podré…

-         Olvídalo nena, me doy por satisfecho al verte sonreír, tu felicidad siempre será la mayor recompensa para mí.

Sin tener en cuenta dónde se encontraban, Sam lo abrazó. Unos minutos después bajaron Dan y Amy en compañía de Danny, saludaron a Mael y luego fueron a desayunar, porque según Dan su columna vertebral estaba abriendo un hueco en su estómago. Mientras marchaban hacia el comedor, Mael iba contándole a Sam en voz baja las últimas travesuras de los niños y que ambos habían preguntado mucho por ella el día anterior.

-         ¿Les contaste a tus padres?

-         Por supuesto, mamá está loca por verlos pero creo que a papá le tomará un poco más de tiempo habituarse a la idea.

-         Entiendo  --  dijo él

Después de un animado desayuno fueron al despacho de Eowaz mientras que Mael volvía al patio de entrenamiento.

-         Señor, estoy dispuesto a volver al trabajo tan pronto como resuelva algunos asuntos  --  dijo Dan

-         Me alegra saberlo pero tómatelo con calma, tendrán un mes de permiso, después de eso espero se presenten aquí nuevamente.

Iván y Giulian llegaron en ese momento y se alegraron mucho de que ya sus amigos pudiesen marcharse, pero antes de hacerlo Eowaz los detuvo.

-         Esperen un momento  --  les dijo y se dirigió hacia su escritorio  --  Supongo que les gustará tener esto

Tanto Amy como Dan se sintieron muy contentos cuando el anciano les entregó sus Gwialen a cada uno.

-         Pudimos recuperarlas pero lamentablemente no sucedió lo mismo con sus Athames.

-         Gracias señor  --  dijeron ambos

Después de eso se despidieron y salieron al patio de nuevo, Sam corrió a despedirse de Mael y él prometió estar en casa por la noche.

Giulian como de costumbre había sujetado a Sam por la cintura aunque era completamente innecesario, ya que ella sabía perfectamente a dónde se dirigían.

-         ¿Quieres asfixiarme?  -- le preguntó

-         No, solo me aseguro de no perderte  --  le contestó con una sonrisa y desaparecieron

-         ¿Me permite señora?  --  preguntó Danny a su madre que se abrazó a él desapareciendo tras Giulian y Sam

-         Bueno, te toca ir conmigo  --  dijo Iván

-         Pero no esperes que te abrace  --  Iván lo sujetó por un brazo y Dan sintió una enorme felicidad al saber que volvía a casa.

Pero apenas pusieron los pies en tierra, Dan se dio cuenta que no estaban en su casa y se volvió hacia su amigo.

-         Creí que…

-         Nos gustaría que conversáramos un poco primero  --  le dijo éste

Él no dijo nada y caminaron hacia los escalones para alcanzar a los demás. Mandville les abrió la puerta y los saludó como si acabase de verlos. Dan iba a hacer uno de sus acostumbrados comentarios cuando lo sorprendió la presencia de Willow.

-         ¡Demonios! ¿Todavía conservas a este viejo e indeseable Nisser?

-         ¡Papá!  --  exclamó Sam

-         El señor tiene razón señorita  --  dijo el Nisser  --  Willow siempre fue muy desagradable con él

-         Vaya, si que has cambiado  --  se sorprendió Dan

-         No te confíes mucho, aun le gusta poner cosas asquerosas en las bebidas  --  escucharon que decía Gail que se acercaba

-         Crappy  --  escucharon que decía Sam  --  estos son mis padres Amy y Daniel Douglas

-         Crappy se sentirá muy honrada de servir a los padres de mi gentil señorita, y ya preparé su habitación como ordenó el señor Giulian.

-         Gracias  --  dijeron ellos y miraron a Giulian que miró hacia otro lado

-         Supongo que conocen la casa ¿verdad?  --  preguntó Sam

-         Así es, pasé buena parte de mi vida aquí  --  dijo Amy

-         Bien, será mejor que nos vayamos  --  le dijo Gail a Danny  --  Diandra está de un bellísimo humor y tuve que hacer demasiados esfuerzos para mantenerme entero cuando le dije que no podía decirle dónde estabas hasta que tú mismo  lo hicieses.

-         ¡Demonios!  --  exclamó Danny  --  Mamá, papá…

-         Descuida hijo, ve  --  le dijo Dan

-         ¿Y cuándo las conoceremos?  --  preguntó Amy

-         ¿Cómo está Anne?  --  preguntó a su vez Iván

-         Bastante mejor, de hecho Peter está en Kelten ahora, al parecer hay urgencia por el asunto de las elecciones  --  contestó Gail

-         ¿Qué les parece si invitamos a cenar a los McKenzie entonces?  --  preguntó Giulian  --  Estoy seguro que todos estarán ansiosos por verlos una vez que Danny les cuente.

-         Me parece una gran idea, gracias Giulian  --  dijo Amy

Danny y Gail se despidieron diciendo que pasarían el día en la casa de los McKenzie y volverían para la hora de la cena. Una vez que los chicos se marcharon subieron a la habitación de los niños que apenas vieron aparecer a Sam y a Giulian corrieron hacia ellos.

-         ¡Mami, papi!  --  exclamaron

Sam y Giulian se arrodillaron para recibirlos en brazos y después de besarlos y alborotarles los cabellos, los levantaron del piso.

-         Elijah, esta es la abuela Amy  --  le dijo Sam

Amy estaba más allá de las palabras, ver a aquel pequeño que la miraba a través de los ojos de su hija, era una sensación que difícilmente habría podido describir pero que llenaba cada centímetro de su corazón. Elijah se había quedado mirándola con atención sin hacer ningún movimiento, mientras que Brendan saltaba en brazos de Giulian.

-         Abuela triste, llora  --  dijo Elijah finalmente estirando un bracito como para secar las lágrimas de Amy

-         No cariño, no estoy triste  --  dijo Amy y le sonrió a través de las lágrimas  --  ¿Quieres venir conmigo?  --  le preguntó estirando los brazos

Después de pensarlo un momento, Elijah estiró los brazos y Amy se sintió feliz al abrazarlo. Sam miró a su padre que aún veía al niño con cierto recelo.

-         ¿Papá?  --  Dan pareció reaccionar y se acercó a ella  --  Elijah  --  lo llamó ella y el chico dejó de mirar a Amy y se volvió hacia su madre  --  Este es…

-         Hola tío Danny  --  la interrumpió el niño

-         ¡Genial!  --  dijo Dan  --  Tú eres abuela y yo soy tío

Iván tenía verdaderos deseos de golpearlo en la cabeza, definitivamente Dan nunca dejaría de ser un niño grande. Pero mientras él pensaba eso, Sam pensaba que tendrían las mismas dificultades que habían tenido para que Brendan diferenciase a su padre y a su tío, porque Dan y Danny eran exactamente iguales hasta el último detalle.

-         Creo que no vale la pena esforzarnos  --  dijo Iván  --  será mejor intentarlo cuando estén ambos.

Sin embargo, Sam no estaba dispuesta a darse por vencida tan pronto.

-         No Elijah, este no es tío Danny, este es el abuelo

-         Déjalo Samantha, me gusta lo de tío

-         ¡Papá, intenta ser formal!

-         Estas pidiendo imposibles linda  --  dijo Iván

Pero Elijah se había quedado mirando a su madre y a Dan con una actitud impropia de un niño de su edad, y de pronto estiró los brazos hacia Dan quien extendió los suyos en  forma mecánica. Lo que no esperaba Daniel Douglas, era sentir lo que sintió al tener a su nieto en los brazos. Repentinamente a su memoria acudieron las imágenes del nacimiento de sus hijos, experimentó de nuevo el dolor de la separación y sintió la necesidad de proteger a aquel niño a cualquier precio.

Iván respiró aliviado al igual que Sam al percibir el cambio de actitud y de sentimientos de Dan. Una vez superada la emoción, vino el turno de Brendan, y si para Dan fue duro, para Amy lo fue mucho más al ver la cara del que había querido como a su hermano en el hijo de éste. Brendan no tenía nada de Eve, era Cornwall de los pies a la cabeza y tan inquieto como ellos.

Pasaron un largo rato con los niños hasta que llegó la hora de su baño. Iván y Giulian tuvieron que arrastrar a Dan hacia el estudio porque quería quedarse, mientras que Sam se iba a la habitación de su madre.

-         ¿Y bien? Ya nos enteramos que Danny y Gail tienen novia, pero ¿y tú?  -- le preguntó Amy un rato después

-         No, yo no mamá

-         ¿Y qué sucede con el guapísimo padre de Elijah?

-         ¿Mael? No, él y yo nos queremos como hermanos, ya te expliqué las circunstancias del nacimiento de Elijah.

Amy se quedó mirando a su hija tratando de determinar si lo decía en serio o si lo hacía por temor. Después de todo, Dan había asumido una actitud muy necia la noche anterior y ciertamente a ella le había quedado muy claro que aquel joven estaba definitivamente enamorado de Samantha. Y no era precisamente por su condición, porque si era un Berserker, su sangre lo protegía de ello. No obstante, decidió asegurarse.

-         Dijiste que su apellido era Berserker ¿no?

-         Sí, pero no tienes nada de qué preocuparte, es el ser más dulce que te puedas imaginar y…

-         No estoy preocupada Samantha, sé perfectamente que no es peligroso, solo quería asegurarme de haber escuchado correctamente cariño.

Continuaron conversando acerca de su vida, Amy se mostraba muy interesada en saberlo todo. Sam le contó acerca de las cosas que habían hecho, aunque algunas ya se las había contado Danny mientras ella dormía la noche anterior. También le habló acerca de  Casander y de Will, e incluso de la persecución de Lery mientras estudiaban en Develieng.

-         ¿Lery? ¿El hijo de Kristof Lery?  --  preguntó con asombro  --  Pero Samantha, Kristof es un…

-         Ya lo sé mamá, y no he dicho que me interese, solo te lo cuento a modo de información

-         Pero entonces y en conclusión, no te interesa nadie.

-         No mamá, ni siquiera tengo idea de lo que es sentirse enamorada  --  hizo una pausa y agregó  --  ¿Cómo es, mamá?

-         Bueno cielo, es la sensación más maravillosa del mundo

-         Pero ¿Cómo sabes que estás enamorada?

-         En cuanto aparezca el indicado lo sabrás. Sentirás como si algo te presionara el corazón, te faltaran las palabras, sentirás como si un centenar de mariposas revolotearan en tu estómago y te pasarás la vida pensando en él.

Sam pensó que era maravilloso tener a su madre y poder hablar de todo esto con ella. Iván era un sol pero lo último que quería era darle más problemas de los que ya tenía, y Giulian era genial y se desvivía por atenderla y complacerla pero no era lo mismo, con él jamás habría podido tener esta clase de conversación, ni siquiera aceptaba de buenos modos que alguien se interesase en ella. Pero de pronto Sam sintió que algo muy frío recorría su espina dorsal. ¡Giulian! Se levantó de donde había estado sentada, le dijo a su madre que iría a descansar un rato y abandonó precipitadamente la habitación.

¿Qué estupideces estaba pensando? No, eso era ridículo, no podía ser. Y de pronto:

-         ¿Qué es lo que no puede ser? ¿Qué pasa?  --  se detuvo molesta al escuchar la voz de su hermano

-         Nada, déjame en paz

Estaba consciente que nunca le había contestado de aquel modo a su hermano pero necesitaba pensar, ordenar sus ideas y necesitaba hacerlo sola. De modo que puso todo su empeño en cerrar su mente a incursiones no deseadas. El problema es que esto no se trataba de dones especiales, sino que su hermano podía sentir lo mismo que ella y recordó las palabras de Eowaz: “las simples leyes de la naturaleza no se aplican a ustedes, su conexión va mucho más allá de lo que no es comprensible”

Mientras tanto, Iván y Giulian ponían a Dan al corriente de todo lo que había estado pasando en su mundo, después de lo cual Dan se interesó por asuntos personales. Desde que había llegado, un temor se había apoderado de él y necesitaba que se lo aclarasen.

-         ¿Qué ha sucedido con mis propiedades? ¿Me las expropiaron? ¿Bastian acaso…?

-         No, no tienes nada de qué preocuparte  --  lo tranquilizó Iván

-         Y todos los negocios de tu familia siguen igual de productivos. Bastian no pudo tocar ni un solo centavo de tu fortuna. Es posible que haya modificado muchas leyes pero las ancestrales y relativas a herencias y propiedades no pudo ni mirarlas, porque aunque era muy poderoso no había forma de que pudiese modificar leyes de naturaleza mágica, de modo que sigues teniendo todo lo que tenías y más.

Dan se sintió más tranquilo al saber que no tendría que preocuparse por el futuro de sus hijos y así se los hizo saber.

-         En cualquier caso no tenías por qué preocuparte  --  dijo Giulian  --  los gemelos ya disponen de fortuna propia

-         ¿Cómo dices?

-         Sabrina  --  dijo con tristeza  --  ella les legó toda su fortuna y sabes bien que la de su familia era una de las más cuantiosas de nuestro mundo. Hasta hace poco el banco había estado añadiendo cantidades de ese legado en la cuenta que habías dejado para ellos, pero una vez alcanzada la mayoría de edad tenían derecho a tomar posesión de sus bienes, pero estando las cosas como estaban no tuvieron la notificación correspondiente. En estos momentos cada uno posee una cuenta a su nombre a donde siguen llegando las ganancias. Y por cierto, debo entregarles esos documentos.

-         Bueno, como dije es un alivio no tener que preocuparme por su futuro  --  dijo Dan

-         Igual no habrías tenido que hacerlo  --  dijo Iván  --  aunque hubieses estado en la más absoluta indigencia, cuentan con nosotros.

-         Gracias, sé que han hecho todo cuanto podían y mucho más por mis hijos y nunca podré agradecérselos bastante.

-         No tienes por qué, amamos a esos chicos como si fuesen nuestros hijos y en mí caso particular, puedes suprimir el como si, para mí son mis hijos  --  dijo Iván

Después de un momento Dan abordó otro asunto y que ellos estaban esperando.

-         Danny me contó que Bastian en su persecución había allanado, confiscado o destruido muchas propiedades. ¿Está mi casa en estado ruinoso?

-         No, el Castillo Douglas de Lanarkshire está en perfecto estado. Durante el tiempo que permanecí ausente, Vlad e Iván se ocuparon de proteger todas las propiedades, tanto las tuyas como las nuestras, de modo que Bastian no pudo tener acceso a ellas, y con excepción de Clever House que quedó en ruinas después del ataque, todo lo demás se conserva

-         ¿Y cómo es que…? --  comenzó Dan pero se detuvo al considerar lo que iba a decir

-         A ella no le interesaba destruirlas Dan  --  dijo Giulian interpretando correctamente lo que su amigo estaba pensando  --  Ella quería destruirnos a nosotros, porque una vez hecho eso todo pasaría a sus manos, de modo que era estúpido hacerlo. Lo de Clever House fue daño colateral.

-         Entiendo, pero entonces ¿Por qué no fuimos directamente a casa?

-         En primer lugar, porque no pienso permitirte despreciar mi hospitalidad, y en segundo…

Giulian calló porque un nudo se había formado en su garganta, e Iván estaba más o menos en las mismas condiciones.

-         ¿Qué?  --  preguntó Dan al verlos así

-         Dan, ellos son lo único que nos queda, si…  --  comenzó Giulian pero no pudo concluir

-         Si nos los quitas…  --  siguió Iván pero de igual modo se le hacía difícil continuar  --  Sabemos que son tus hijos y que tienes todo el derecho a tenerlos contigo, pero nosotros no podríamos vivir sin ellos.

-         Dan, somos una familia, lo hemos sido desde antes de que Amy y tú desaparecieran. Siempre hemos estado juntos y tengo la esperanza de que sigamos así  --  agregó Giulian

Aunque Dan tenía un fuerte sentido de pertenencia y quería volver a su hogar, al ver las expresiones de sus amigos decidió que podía esperar. Aquellos hombres habían estado dispuestos a sacrificar sus vidas por amor a sus hijos y lo menos que podía hacer era tener algo de consideración con ellos. Quizá más adelante podrían reconsiderarlo pero por ahora se quedarían allí, de modo que Iván y Giulian se dieron permiso para respirar de nuevo con normalidad. Amy tocó la puerta y asomó la cabeza.

-         Hola chicos  --  dijo la rubia

-         Hola enana  --  dijo Giulian

-         ¿Han visto a Samantha? Pensé que estaba aquí con ustedes

-         ¿No estaba contigo?  --  preguntó Iván, pero ya Giulian caminaba hacia la puerta

-         ¡Ey!  --  lo detuvo Dan  --  ¿Dónde vas?

-         Pues a buscarla  --  dijo él  --  ¿A dónde más?

-         Pero hombre, quizá esté en su habitación

-         No, no está, ya pasé por allí, ni en la de los niños tampoco  --  dijo Amy

-         ¡Willow!  --  gritó Giulian

-         ¿Llamó el señor?  --  preguntó el Nisser

-         Willow quiero que busques a Sam y me informes dónde se encuentra.

El Nisser desapareció mientras Dan y Amy miraban sorprendidos la reacción de Giulian.

-         Ya se acostumbraran, todo lo que tiene que ver con su pequeña princesa lo hace reaccionar del mismo modo  --  les dijo Iván

A los pocos minutos apareció de nuevo el Nisser.

-         ¿Y bien?

-         La señorita está a la orilla del lago, Willow le dijo que el señor la busca y ella dijo que vendría en un momento

-         Gracias Willow  --  dijo Amy al ver que Giulian se giraba y caminaba hacia la ventana, y luego miró a su marido y a Iván --  Señor Douglas, señor Natchzhrer, sus hijos llegarán en breve con la familia de sus novias y ustedes no pensaran recibirlos vestidos así

Iván sonrió mientras Dan seguía a su mujer protestando, porque según él estaba perfectamente bien vestido con un jean y una camiseta.

Después de su  apresurada marcha del cuarto de su madre, Sam había salido a caminar por el jardín y había llegado al lago que estaba en la propiedad sentándose en la orilla. No mucho después de haber llegado allí uno de los Nisser del Castillo apareció y le entregó una nota que había llegado para ella. Era extremadamente breve.

Quiero verte. Necesito hablar contigo. ¿Vendrías a cenar a mi casa? Avísame por favor.

F. Lery

Sam se quedó mirando el trozo de papel preguntándose qué demonios pensaba Lery. Ella nunca mostró el más mínimo interés en él y de hecho le había dejado muy claro su desprecio, de modo que no entendía por qué se empeñaba en fastidiarla. Además tenía otros asuntos más urgentes que resolver como para preocuparse por él. Arrugó el trozo de papel y lo lanzó hacia atrás. Estuvo un rato mirando el vuelo de las aves tratando de serenar su espíritu y no sintió los pasos que se acercaban.

-         Una moneda de oro por tus pensamientos  --  dijo una voz conocida --  ¿Por qué tan solita princesa?

Sam con un sobresalto se puso de pie, se quedó mirando a Giulian y de momento no supo que contestarle. Ni ella misma recordaba qué hacía o en qué estaba pensando. Giulian sonrió y se acercó pero instintivamente Sam retrocedió y se llevó la mano al pecho. Giulian frunció el entrecejo y la miró extrañado. ¿Qué expresión era esa? ¿Miedo? Miró por encima de su hombro y no vio nada que pudiera haber ocasionado la reacción de la chica, así que avanzó de nuevo pero Sam retrocedió aún más.

-          ¿Qué sucede?   --  preguntó sinceramente extrañado.

Pero para su sorpresa Sam emprendió una veloz carrera. Estaba tan desconcertado que no atinó a moverse. Se volvió despacio y empezó a caminar hacia la casa. Avanzaba cabizbajo y dio con el trozo de papel que Sam había tirado. Lo levantó, lo desdobló,  leyó la nota y sintió que una inmensa ira invadía cada centímetro de su cuerpo. Cómo se atrevía el muy maldito de Lery a poner sus ojos en Sam. Pero ya se encargaría de él y se aseguraría de que entendiese bien que si quería conservar su miserable vida debía permanecer lo más alejado posible de ella. Caminó más de prisa. No sabía muy bien qué era lo que iba a hacer pero ciertamente no lo podía dejar acercarse.

-         ¡Giulian!  --  dijo Amy, con quien había chocado en el salón  -- ¿Olvidaste los ojos en alguna parte?

-         Lo siento Amy, venía distraído.

-         ¿No te piensas cambiar? Los McKenzie deben estar por llegar.

Cuando los McKenzie llegaron ya todos estaban en el salón. Anne y Peter abrazaron efusivamente a Dan y a Amy y luego procedieron a las presentaciones.

-         Recuerdan a Jonathan y a Kenny, por supuesto   --  dijo Peter que ya había sido informado de todo  -- y esta es Anastasia, la esposa de Kenny. Este es Will  --  Amy lo miró con atención recordando lo que Sam le había contado  --  y esta linda señorita es mi hija Aderyn, la novia de Gail.

-         Hemos oído hablar mucho de ti  --  dijo Dan y la chica se puso colorada mientras Amy se acercaba y le daba un fuerte abrazo.

-         Y ésta  --  dijo Danny  --   es Diandra, mi novia.

-         Hasta en eso nos parecemos   --  dijo Dan  --  en el gusto por las chicas rubias y hermosas

-         Gusto en conocerte querida  --  dijo Amy acercándose y dándole un beso en la mejilla a  la chica.

-         Necesito hablar con ustedes después de la cena  --  les dijo Sam en un susurro a sus amigas 

Tuvieron una muy animada cena. Giulian y Jonathan incordiaban como de costumbre mientras que Dan, Iván y Peter conversaban de las próximas elecciones. Amy, Anne y Anastasia, lo hacían acerca del embarazo de ésta última y los chicos molestaban a Mael que había llegado al último por causa de sus obligaciones. La conversación se hizo general y derivó hacia las aventuras de los más jóvenes. Mientras que Amy estaba horrorizada, Dan disfrutaba de lo lindo.

-         Entonces fueron dignos descendientes nuestros  --  dijo Dan alborozado.

-         Si supieras la de veces que estuvimos angustiados por estos chicos, Dan  --  decía Anne -- no hubo un año en que no nos dieran un dolor de cabeza.

-         Si,  tienen una forma especial de meterse en problemas  --  corroboró Peter

-         Claro, tienen el talento natural  --  dijo Amy mirando ostensiblemente a su risueño marido

La cena terminó y pasaron al salón. A pesar de toda la animación de la cena, cuatro personas de vez en cuando cruzaban miradas que desviaban rápidamente. Giulian se preguntaba qué le pasaba a Sam al igual que Danny. Mael sabia positivamente lo que le sucedía pero con su proverbial discreción, nada diría, y Sam se sentía incómoda cuando notaba que Giulian la miraba con atención y cuando sentía a su hermano tratando de averiguar qué tenía. Al pasar al salón, después que Kobil les trajo café Sam llamó a las chicas y subieron a su habitación.

-         ¿Qué sucede?   --  preguntó Diandra

-         No se lo van a creer, pero Frieg Lery me envió una nota invitándome  a su casa.

-         ¿¿QUE??   --  preguntaron horrorizadas las otras.

-         Pero qué decía exactamente. Para ver la nota   --  dijo Aderyn

-         Solo eso, que quería hablar conmigo, que si aceptaba cenar en su casa y que le avisara. Y no te la puedo mostrar porque la tiré.

-         ¿Y qué piensas hacer?  

-         ¿Cómo que qué pienso hacer?  Nada. ¿Acaso piensas que tengo muchas ganas de ver a Lery?

-         Me alegra mucho escuchar eso   --  dijo Diandra  --   a Danny le daría un paro cardíaco si lo supiera, no me quiero imaginar si llegaras a aceptar.

-         Eso sin contar con que Giulian despellejaría vivo a Lery en caso de que el cachorro dejase algo de él  --  agregó Aderyn  --   y probablemente tu padre también.

Conversaron un rato más y bajaron antes de que las echaran mucho de menos. Estuvieron hasta bastante tarde y luego los McKenzie se marcharon. Sam estaba cambiándose en su habitación cuando entró Danny.

-         Muy bien, ahora me dirás qué es lo que te está pasando.

-         Nada, ya te lo dije  --  contestó la chica

-         Samantha Sofía Douglas, ¿Te das cuenta de a quién estas tratando de engañar?   --  preguntó Danny perdiendo la paciencia.

Ninguno de los dos notó que habían estado levantando la voz.

-         YA TE DIJE QUE NO ME PASA NADA, MALDICION DANNY, YO NO ME METO EN TUS COSAS

-         ¡SOLO QUIERO A YUDAR!   --  gritaba a su vez Danny

Amy, Dan, Giulian, Iván y hasta Gail, estaban ante la puerta del cuarto de Sam y se miraban sin saber qué hacer.

-         ¿Siempre se pelean así?   --  preguntó Amy angustiada

-         No  --  dijo un desconcertado Giulian

-         Es la primera vez, por lo general son muy uni…  --  comenzó Iván pero se interrumpió cuando escucharon un grito particularmente violento

-         ¡LARGATE Y DEJAME EN PAZ!   --  chilló Sam

-         Lo voy a averiguar igual, y si descubro que alguien te está haciendo algo  --  grito Danny  --   ¡TE JURO QUE LO VOY A MATAR!  --   y salió dando un portazo, encontrándose con todos muy asombrados. Murmuró una avergonzada disculpa y se fue a su habitación seguido de Gail que de ningún modo se iría a dormir sin saber qué demonios sucedía

No sabiendo qué era lo mejor por hacer, cada quien volvió a su habitación. Amy y Dan se preguntaban qué podría ser lo que provocó la ira de sus hijos y Giulian se preguntaba si Danny se habría enterado de la invitación de Lery y si era eso lo que había provocado ese violento enfrentamiento con Sam. Pero por lo que había escuchado, no parecía que fuera eso. Mientras que Iván se preguntaba qué era lo que tenía a Sam tan alterada, porque si bien no había podido ver el problema, si había sentido su alteración. A todas estas, Mael se había refugiado en la habitación de los niños y una lágrima se deslizó por su mejilla, porque sabía que estaban llegando al final del camino. Esa noche ninguno de los habitantes de Averdeen pudo dormir muy bien.