LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

martes, 15 de julio de 2014

Cap. 31 Esta chica quiere volverme loco…



Casander observaba a los Douglas y a sus amigos pero sin acercarse, y pudo ver claramente cuando después de su enfrentamiento con Lery, Giulian besaba a Samantha no precisamente como lo haría un padre y por un momento se sintió como un estúpido. Siempre tuvo razón después de todo y solo esperaba que aquel hombre la hiciera feliz.

Dan y Amy salieron en la noche, porque tenían ganas de divertirse un poco, de modo que Giulian y Sam quedaron solos en la casa. Tomaron una cena ligera y se sentaron frente a la chimenea. Sam se acurrucó en los brazos de Giulian y le dio un beso.

-         ¿Debo suponer que ya no estás molesta?  -- preguntó desafiando su suerte

Sam lo miró y él se sorprendió, esperaba ver ira en sus ojos pero lo que vio fue… ¿duda?

-         ¿Qué sucede princesa?

-         Quería preguntarte algo.

Se aprestó a escuchar pero su sorpresa aumentó en cuanto la escuchó.

-         ¿No me dejaste dormir contigo por las razones que me diste, o porque no… porque no soy lo bastante buena para ti?

Giulian la miró boquiabierto durante unos segundos y a Sam que estaba interpretando erróneamente su silencio, se le llenaron los ojos de lágrimas antes de continuar.

-         Ya sé que no tengo mucha experiencia, en realidad ninguna, y tú en cambio…pues…

-         ¡Sam! Sam escúchame --  la interrumpió antes de que siguiese por ese camino  --    ¿De qué hablas? Lo que estás diciendo es un absurdo ¿Acaso has perdido el juicio?

-         Es que tú… bueno… ya sabes estás acostumbrado a chicas más… ¿hábiles? Tal vez después de  todo te dieras cuenta de que en realidad no me amas… no sé…

-         ¡Por todos los Dioses, Samantha!  --  dijo con exasperación  -- Tú podrías darle clases de lo que es ser mujer a cualquiera de esas chicas.

Aunque aún tenía lágrimas en sus ojos, una sonrisa comenzó a formarse en sus labios.

-         ¿Lo dices solo para no hacerme sentir mal o…?

-         ¡Lo digo porque es cierto!  Sam, todo lo que te ha dicho tu madre de mí es verdad, he sido un desastre con las chicas, hubo una época de mi vida en que las coleccioné como trofeos. Sé que a la última cosa que yo habría podido aspirar, era a amar y a merecer una mujer que me entregara su primera vez a mí y que lo hiciera por amor. 

Sam le echó los brazos al cuello y siguió sollozando, pero ahora lo hacía de felicidad.

-         Princesa yo te amo y nada va a cambiar eso.

La besó tiernamente pero eso solo podía ser el principio, siempre perdía el control con aquella pequeña criatura que lo había hechizado, así que terminaron haciendo el amor sobre la alfombra del salón y cuando recuperó algo de lucidez, se alegró mucho de que sus amigos estuvieran fuera. Tendría que hacer algo con aquella particular debilidad.

La segunda semana comenzó y cuando estaban en el comedor, Sam se llevó una sorpresa inesperada.

-         Hola Samantha  --  dijo una voz extrañamente familiar 

En el momento en que se volvió, sus ojos se abrieron  desmesuradamente por la sorpresa.

-         ¿Qué… cómo… pero…?  -- no podía completar una frase  y eso la fastidió mucho.

-         No me di cuenta la vez anterior de que tuvieras problemas de lenguaje  -- rió divertido el chico

-         No tengo problemas de lenguaje  --  dijo irritada

-         Ahora sí te pareces más a ti – dijo el otro

-         ¿Samantha?  --  preguntó Dan

-         Sí, lo siento  --  dijo Sam  -- Ellos son mis padres, mis hermanos y mis cuñadas  -- dijo señalándolos – y él es Jared

-         Un placer conocerlo señor Douglas  --  dijo extendiéndole la mano, y miró por un tiempo ligeramente mayor a Amy   -- Jared, Jared Konstantin  --  dijo  dándoles  la mano a todos.

Sam aún no lo podía creer, de modo que…

-         ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me dijiste que eras  un Arzhvael también?

-         No estás siendo muy amable  --  dijo Jared  -- ¿De veras quieres  que te conteste eso ahora?

-         Pues claro  --  dijo frunciendo el entrecejo

-         Ya veo que no has perdido tu mal genio --  dijo burlón  --  De acuerdo, no te lo dije porque creo recordar que te encontrabas digamos que un tanto… ¿frágil?   --  Sam enrojeció pero él continuó  --  Además ¿Para qué iba a decirte algo que ya tú sabías?

Ya Danny había perdido la poca paciencia que lo caracterizaba y no le agradaba aquel individuo.

-         ¿De qué habla?  --  dijo mirando a su hermana

-         De que tu  hermana estaba huyendo de algo o de alguien cuando la conocí y solo quise ser delicado  --  dijo  --  Pero como no quiero seguir interrumpiendo me retiro. Nos veremos seguido Samantha.

-         No si yo puedo evitarlo  --  pensó Mael mirando al sujeto y grabando cada detalle de su persona

La mente de Sam trabaja frenéticamente, ciertamente ella había estado segura de eso, pero lo que menos esperaba era encontrárselo aquí. Seguía sin saber si le agradaba o no, pero por lo pronto había sido directamente desagradable.

Todos miraban a Sam como esperando una explicación y ella decidió que lo mejor era  la verdad, después de todo no había motivos para ocultarla.

-         Lo conocí cuando me fui de… vacaciones  --  dijo escuetamente

Todos se miraron sin saber qué pensar, pero todos tuvieron la misma impresión, aquel sujeto no era alguien agradable, y en el caso de Danny y Mael, estaban decididos que bueno o malo, no permitirían que se acercase a Sam.

Un par de semanas más tarde, Sam llegó de un humor horrible a casa después de una salida con sus padres. Habían ido al Centro Comercial y allí se habían encontrado con Casander. Los Douglas lo saludaron con su habitual cariño porque a pesar de que la relación de su hija con el chico no había funcionado, seguían teniéndole el mismo aprecio y se alegraron mucho de que Giulian no los hubiese acompañado por haber sido llamado a Arx.

Dan arrastró a Amy hacia la tienda de artículos deportivos, porque quería una nueva Glide y Sam se quedó conversando con Casander, pero por supuesto las cosas no podían ser tan sencillas. Sam vio a Lery y quiso huir.  Frieg Lery ya había notado que el infeliz de Giulian Cornwall era el nuevo juguete de Samantha, de modo que estaba loco por molestar.

-         No me dirás que no te lo advertí Lèbedev --  dijo socarronamente  -- esta chica tiene un corazón de hielo.

No pudo haber escogido un peor momento y lugar, porque Sam ni siquiera se movió pero Lery salió disparado sobre la mesa de un café que estaba a unos metros de la chica y ésta caminó decidida hacia él. Dan y Amy salieron en carrera y Casander también fue tras ella

-         Decididamente eres lento para aprender, pero quizá ahora decidas mantener cerrada tu sucia bocaza.

Se había formado una conmoción por el estruendo y enseguida parecieron varios agentes del orden, miraron a Lery tirado en el piso con el rostro sangrante y una mesa encima, y luego miraron hacia el grupo.

-         Yo soy el responsable de esto  --  dijo Casander de inmediato

-         Tú no tienes lo que se necesita  --  dijo Lery mientras lo ayudaban a ponerse de pie

-         Eres un miserable Lery y…

-         Samantha  --  la detuvo Dan

-         Señorita  --  estaba diciendo al mismo tiempo uno de los agentes que había entendido que ella era la agresora  --  tendrá que acompañarnos

-         Desde luego que no irá a ninguna parte  --  dijo Dan  --  Escúcheme jovencito, somos…

-         Déjalo papá  --  lo detuvo y luego le dijo a él solo  -- quiero ver que este infeliz intente algo en mi contra

Casander estaba sumamente apenado y nadie sabía por qué se sentía tan responsable del asunto, porque a decir verdad él no había hecho nada. Sin embargo, fue con los Douglas a la Oficina de Asuntos Legales del Consejo, que era por donde tenían que pasar todos para determinar la naturaleza del crimen.

En las puertas del Edificio se encontraron con Gail y Aderyn que acababan de dejar la Oficina de Peter, pero antes de que pudiesen decir nada, Sam se comunicó con ellos.

-         No digan absolutamente nada

Los chicos obedecieron pero fueron tras ellos y por el camino Dan les contó en un susurro apresurado lo que había sucedido.

Siendo que Lery era el agredido, fue el primero en ser escuchado, pero cuando le llegó el turno a Sam, el Delegado abrió desmesuradamente los ojos porque la reconoció de inmediato.

-         ¡Señorita Douglas!  -- exclamó

Sam compuso su mejor cara, le dedicó al individuo una encantadora sonrisa  y le narró los hechos. Le dijo que aquel sujeto se había pasado media vida molestándola y que lamentaba mucho haber perdido los estribos de aquella forma, lo que por supuesto era una mentira manifiesta porque no lo lamentaba en lo más mínimo. Finalmente el Delegado hizo pasar nuevamente a Lery y le endilgaron una multa por insultar y molestar a Samantha, y por alterar el orden público. El Delegado los acompañó hasta la puerta y casi le da un paro cardíaco al ver a los Arzhaelíes que estaban en la oficina exterior.

Cuando vieron salir a Sam, todos se abalanzaron sobre ella pero no dejaron de notar que Lery llevaba una pésima expresión.

-         ¿Qué sucedió?  --  preguntó Dan

-         ¿Estás bien Nena?  --  preguntó a su vez Mael

-         ¿Qué haces tú aquí? Pensé que estabas en Arx  --  dijo ella

-         Lo estaba, pero Gail me avisó que estabas en problemas

-         ¡Gail!  --  dijo ella  --  Espero que no hayas asustado a Danny y a Diandra también

-         No tuve tiempo  --  contestó él con su habitual desparpajo

-         ¿Samantha qué sucedió?  --  insistió Dan

-         Nada  --  y comenzó a caminar hacia la puerta

-         ¡Samantha Sofía Douglas!  --  exclamó Amy y Sam se detuvo  --  Me dirás ahora mismo lo que sucedió

Los agentes que escucharon a Amy, en ese momento desearon ser tragados por la tierra.

-         Ya te lo he dicho madre, nada. Solo le dije al Delegado lo que había sucedido y él me dijo que lamentaba mucho todo y le impuso una multa a Lery por molestarme y por alterar el orden  --  agregó con una sonrisa maligna

-         ¡Genial!  --  exclamó Gail riendo  --  Tú lo apaleas y es a él a quien sancionan. Eres única Sam

Abandonaron el Edificio y una vez que ellos habían salido, el Delegado llamó a los agentes, quienes recibieron una reprimenda

- ¡Ni siquiera se molestaron en averiguar a quién estaban deteniendo!  --  les gritó  --  ¡Esa mujer es una Arzhaelí, por todo los Dioses! Y no cualquier Arzhaelí, es Samantha Douglas ¿Tienen idea de lo que pudo haberles hecho? No, por supuesto que no, ustedes no piensan. Solo espero que esto no nos traiga consecuencias, pero yo en su lugar me andaría con mucho cuidado, porque si tuvieron oportunidad de notarlo, el más alto de los sujetos que estaban esperándola, es Mael Berserker, y supongo que el nombrecito les suena, así como estarán al tanto de que puede borrarlos a todos ustedes en un segundo y sin agitarse mucho.

Los pobres chicos salieron de allí y no sabían si estaban más preocupados por la furia de su jefe, o por las consecuencias que pudiese acarrearles en el futuro lo sucedido. Lo que ellos no comprendían era que un Arzhaelí jamás tomaría represalias en contra de alguien que solo cumplía con su deber.

Esa noche cuando Giulian llegó y preguntó por Sam, Dan y Amy se miraron y le dijeron que estaba en su habitación. Él se dio la vuelta para buscarla y Dan lo detuvo.

-         Giulian, si no te abre a la primera no insistas

-         ¿Por qué?  -- dijo mirándolo extrañado

-         No tuvo un buen día.

-         ¿Qué pasó?

-         Tuvo un encontronazo con Lery y…

Giulian endureció el semblante y tensó la mandíbula. Ya estaba considerando diversas maneras de hacerlo pagar.

-         ¿Qué se atrevió a hacerle?  --  preguntó con voz acerada

-         En realidad ella le hizo más daño a él  --  dijo Amy

Aquello lo tranquilizó un poco y dándoles la espalda, se dirigió hacia las escaleras

-         Bueno ya se lo advertimos  --  dijo Dan

Giulian tocó repetidas veces a la puerta pero no recibió respuesta. Llevaba cerca de media hora llamando y perdió la paciencia.

-         Sam o me abres…  --  pero se interrumpió cuando la puerta se abrió

Pasó pero no la veía, dio otro par de pasos y la puerta se cerró. Se volvió pensando que estaría detrás, pero no estaba allí. Se giró de nuevo y casi se cae. Ella venía caminando hacia él con un brillo maligno en los ojos, pero cuando Giulian bajó la mirada al resto del cuerpo, se quedó sin habla. Traía un conjunto negro absolutamente transparente y que quitaba la respiración.

-         ¿Es tu deseo que no pueda descansar? Porque si es así, espero que estés dispuesto a correr con las consecuencias.

Todo lo que Giulian pudo pensar en ese momento fue: Esta chica quiere volverme loco

Muchas horas después, casi al amanecer, Giulian pensó que por muchos años que viviera, no creía que se repitiera una noche como aquella. Viendo su rostro pacíficamente dormido nadie creería el volcán que esa pequeña mujer era capaz de despertar en él.

Iván estaba cansado. Cuando Eowaz le pidió hacerse cargo del Instituto, no pensó que aquello fuese tan agotador. Todo el tiempo había asuntos que resolver, estudiantes con problemas y un sinfín de asuntos que aunque pareciesen intrascendentes, le consumían una gran cantidad de tiempo. Había momentos en los que lamentaba que Eowaz no lo hubiese escuchado cuando él manifestó que le gustaría poder dedicarse a estudiar su pasión, que era la ciencia de la salud.

-         Tú eres un Arzhaelí, Iván  --  había dicho Eowaz  --  Y estás destinado a otras cosas, aunque en este momento no lo entiendas.

Y ciertamente no lo entendía, pero a diferencia de los gemelos y de Dan, era mucho más disciplinado y obedecía sin discutir. Se levantó del sillón y decidió que lo que aun le faltaba por resolver tendría que esperar. Caminó por los pasillos del Instituto prácticamente desiertos a aquella hora, saludó a los Krigers de guardia que se cuadraron al verlo, y salió al patio desde donde se desapareció hacia Arx.

Llegó al patio central y miró hacia un lado, Mael estaba frente a una formación de aspirantes en aquel momento e Iván arrugo el entrecejo. Sí él descansaba poco, Mael parecía hacerlo mucho menos.

-         ¿Qué haces aquí a estas horas?

Se sorprendió porque al escuchar la voz, notó que estaba tan distraído que casi había chocado con la Arzhaelí.

-         ¡Elar!  --  exclamó  --  Esa pregunta podría hacerla yo.

-         Estaba en una reunión con Eowaz y con Philip  --  le contestó ella

-         ¿Todo en orden?  --  y ella sonrió

-         Sabes que sí

-         Vamos Elar, no he invadido tu mente

-         Pero como yo no tengo tu habilidad y aun no has contestado mi pregunta…  --  y dejó la frase inconclusa

-         Vengo a entrenar un rato

-         ¡Por todos los Dioses, hombre! Me apuesto mi Gwialen a que vienes del Instituto y que no has comido siquiera  --  y ahora fue el turno de Iván de sonreír

-         Conservarás tu Gwialen  --  se limitó a decir él confirmando su suposición

-         Llegas tarde  --  escucharon una voz a sus espaldas

-         Lo siento, me entretuve más de lo que había planeado Alaric

-         Y no entrenará hoy  --  dijo Elar y sin darles tiempo a nada asió el brazo de Iván y se desaparecieron

Alaric se quedó mirando boquiabierto el lugar donde habían estado sus compañeros y después de un momento se dio vuelta y comenzó a caminar hacia el edificio maldiciendo en todos los tonos. Había dejado de salir con una hermosa señorita por culpa de aquel infeliz que se había empeñado en entrenar ese día,  y ahora se iba así sin más.

-         Como si te faltaran a ti oportunidades  --  escuchó la voz de Armel

-         Deja de hurgar en mi  cerebro, Armel  --  dijo con fastidio sin volverse

-         No necesito hacerlo, traes un escándalo difícil de ignorar  --  le dijo el otro en tono burlón

-         No fastidies  --  y Armel rió

-         Míralo desde este punto de vista, Iván te hizo un favor, sabes que involucrarse con chicas Firbolgs no es un buen asunto

-         ¡Armel Haider!  --  exclamó deteniéndose  --  Me gustaría que dejaras de perseguirme

-         No te persigo imbécil, pero cuando alguno de ustedes se mete en líos por culpa de su inconsciencia con las chicas, después soy yo quien tiene que ir a resolver el asunto.

-         Eso es porque eres un entrometido que no conoce la palabra diversión.

-         Créeme que la conozco, solo que mi concepto de la diversión difiere un tanto del de ustedes, que por otra parte y si de ignorar significados se trata, ustedes no tienen idea de lo que es discreción.

-         Mi apellido no es ni Cornwall, ni McEwan  --  dijo de malos modos

-         Te faltó Douglas y ahora McKenzie  --  dijo con sorna  --  Pero no estás molesto con ninguno de los inocentes niños, sino con el bueno de Iván y yo te diría que lo dejaras en paz, de toda esa jauría, es el único que nunca se mete en problemas y ciertamente tiene derecho a un poco de distracción.

-         Y me alegra, siempre que no me fastidie los planes

Dicho esto se marchó y Armel se quedó riendo. Mucho quejarse de los gemelos y de Daniel, y tanto él como Garlan eran el mismo asunto, tal vez menos irritantes pero cortados por la misma tijera.

Cuando Iván llegó a casa, encontró a Dan en el estudio, cosa que  por la hora le pareció extraña.

-         ¿Desvelado, o Amy te corrió de nuevo? ¿Qué hiciste esta vez?  --  preguntó con humor

-         Esta vez no es mi mujer el motivo de desvelo, sino mi hija

Iván se tensó al instante y lo miró en forma interrogativa. Aquella mañana  él había intentado convencer a las chicas para que por sus embarazos, dejasen tanto las prácticas de campo como del Club de Duelo,  pero finalmente Sam lo había ayudado a llegar a una solución de compromiso con ellas, quedando de acuerdo en que dejarían todo eso cuando faltase menos de un mes para sus respectivos partos y no antes. El asunto era que había visto a Sam también y le había parecido que estaba bien.

-         ¿Qué sucede con Sam?

-         Iván, tú has visto crecer a los gemelos y yo no, pero he notado algo que o bien nadie más ha notado, o se han olvidado de mencionar

-         ¿A que te refieres?

-         Sabemos que inicialmente, todos necesitamos de nuestras Gwialens o Athames para canalizar la energía, y solo cuando alcanzamos cierto nivel, podemos hacer uso de ésta sin ningún canalizador, pero invariablemente al menos hasta donde yo sé,  la expulsamos a través de las manos. Tal vez en ocasiones podemos hacer que se muevan los objetos, o en un momento de ira hacer que estallen cosas sin necesidad de direccionar la energía con las manos, pero en un ataque de cualquier especie sí es necesario dirigirla.

Ya Iván sabía por donde venía Dan y por supuesto también él lo había notado y lo había conversado con Eowaz.

- Entonces  --  siguió diciendo Dan  --  He estado recordando lo que le sucedió a la periodista y aunque es posible que en medio de la confusión nadie lo haya notado, yo sí, y estoy positivamente seguro de que Samantha no movió ni un solo dedo, y al mismo tiempo lo estoy de que fue ella la que le hizo eso. Y más recientemente, el día del altercado con Lery sucedió exactamente lo mismo.

- Sí Dan, tienes razón y ya lo había discutido con Eowaz, pero no tenemos una respuesta muy clara del asunto. Hasta ahora, todos los poderes que han manifestado los chicos aunque diferentes entre sí, aun estamos estudiándolos. En algunos casos, hemos llegado a la conclusión de que sus dones naturales fueron aumentados por decisión de los Dioses, como ya estás al tanto a raíz del viaje a Asgard, pero en otros como el de Sam, aun no tenemos respuestas. Eowaz dice que con toda seguridad la hay, pero que en la intrincada red de la energía universal todavía hay mucho que desconocemos.

Estuvieron hablando un rato más y luego Dan comenzó a bostezar.

- Me voy a dormir  --  dijo  --  Tal vez tú no lo necesites pero este pobre sujeto sí. Por cierto  --  dijo antes de llegar a la puerta  --  ¿Dónde estabas? No sueles llegar tan tarde

- ¿Ahora vas a hacer de guardián?  --  le preguntó y Dan que no se había detenido, lo hizo y se volvió

- ¡Iván Nathaniel!  --  exclamó y caminó de nuevo hacia él  --  No me digas que…  --  y comenzó a reír al ver la cara de Iván

- Vete a dormir Dan

- Vamos hombre  --  dijo intentando dejar de reír  --  ¿Quién es la afortunada?

- No he dicho que…

- Ni falta que hace, eres transparente como el agua del lago amigo mío. Vamos dímelo

- No seas infantil Daniel.

- Lo voy a averiguar de cualquier manera, así que ahórrame el trabajo

- Solo fui a comer con Elar

- ¡Felicidades!  --  exclamó palmeándole el hombro  --  Hermosa chica, al menos sigues teniendo buen gusto y espero que tan hábil como es con su Gwialen lo sea…

- ¡Cierra la boca y vete al Hellheim Daniel Douglas!

Dicho esto abandonó el estudio a una velocidad endemoniada mientras Dan reía a más no poder. Pero cuando comenzó a subir las escaleras su mente se desvió de nuevo hacia su hija y se detuvo

- ¿Será posible…?  --  comenzó en voz alta  --  Vete a dormir Dan, ya estas empezando a pensar tonterías  --  se dijo y  continuó su camino pero la idea seguía en su cabeza



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