Danny y Diandra estaban a
punto de entrar al Dver cuando Samantha casi cayó en brazos de su gemelo.
-
¿Sam? -- dijo muy
sorprendido -- ¿Qué sucede? ¿Qué…?
Pero las palabras murieron
en sus labios. Su hermana lloraba en sus brazos como una niña asustada. Se
alarmó y miró a Di buscando ayuda pero la chica estaba igual de asombrada y a
punto de largarse a llorar también al ver a su cuñada así. Danny trató de
pensar con serenidad e intentó mirar en los pensamientos de su hermana, pero
allí reinaba el caos, de modo que tan suavemente como pudo la llevó hasta un
sillón, pero la chica se resistía a soltarlo.
-
Sam por favor, quiero ayudarte, pero dime qué sucedió
-
Giulian… -- logró decir entre sollozos
Danny y Diandra se
alarmaron, porque para que Sam estuviera en ese estado debía haberle ocurrido
algo realmente grave a Giulian. Danny pensó en enviar un mensaje a sus padres para pedir información pero Sam
lo detuvo antes de que pudiese hacerlo
-
¿Qué? Solo voy a…
-
Ya sé lo que vas a hacer -- le dijo
-
¿Sam, dime qué sucedió? ¿Qué le paso a Giulian?
Sam cayó en la cuenta de
que su hermano no sabía nada. Cuando se metió al Dver no tenía un rumbo fijo,
solo quería desaparecer de allí y lo único que le vino a la mente fue su
hermano. Ahora se enfrentaba al hecho de tener que dar explicaciones y la
súbita necesidad de enfrentar a Danny la hizo calmar su llanto. Pensó en la
mejor manera de decírselo pero no había ninguna, de modo que solo lo dijo.
-
Danny, estoy embarazada -- por un momento él pareció no haberla entendido
-
¿Qué… tú… qué?
-
Ya me escuchaste, estoy embarazada.
Pocas veces en su vida
Danny se había sentido tan perdido como en aquel momento. Su cabeza experimentó
el mismo caos que vio en la de su hermana. Sam por su parte pensó que Danny se
desmayaría igual que Giulian, pero simplemente estaba como petrificado, ni
siquiera parpadeaba.
-
¿Danny?
Pero él seguía intentando
poner orden en su cerebro. Sam estaba embarazada, eso lo entendió, pero algo no
le cuadraba. Revisó a toda velocidad lo que sabía de la relación de su hermana
y Giulian. Sam lo amaba y Giulian la amaba, ergo,
quería casarse con ella. Llevaba tiempo escuchando la historia. ¿Por qué
maldita razón Sam se negaba a casarse? Y ahora esto. Cuando decidió hablar, se
sorprendió de la serenidad de su propia voz.
-
Samantha, te juro que estoy tratando entender, Giulian lleva mucho tiempo
intentando casarse contigo. Si ayer me
hubieras dicho que querías dejarlo porque ya no lo amabas o que te habías
equivocado o qué se yo, lo habría entendido. Pero ahora estas esperando un hijo
suyo, no puedo creer que él haya huido por eso, por lo que solo puedo pensar
que has sido tú la que ha salido corriendo
-- hizo una pausa y la sujetó por
los hombros -- Sam mírame ¿qué es lo que
pasa?
-
No es tan fácil Danny. Sí, es verdad que ya me había pedido que nos
casáramos, pero no lo hizo porque en realidad quisiera, lo hizo porque
Anne --
dijo mirando a Di -- le dijo que debía hacerlo.
-
Sam eso es ridículo -- dijo Diandra que hasta ese momento había
permanecido en silencio – Giulian te ama y todos sabemos eso
Danny tuvo un desagradable
presentimiento y esperaba estar equivocado.
-
¿Sam, al menos lo sabe? ¿Sabe que va a ser padre?
-
Sí, se lo dije esta mañana.
-
¡Por todos los Dioses, Sam! ¡Ese hombre debe estar desesperado
buscándote!
-
Debes volver Sam -- dijo Diandra
-
No -- dijo con obstinación --
ahora solo quiere casarse conmigo porque mi padre lo mataría.
-
Sam, sabemos que papá no…
-
Pues espero que lo haya hecho pedazos
-- y comenzó a llorar de nuevo.
Danny no sabía qué hacer.
De lo último que había dicho su hermana podía deducir que sus padres ya estaban
al tanto de la situación. Miró a Diandra
y ella entendió el mensaje. Se disponía a salir del salón pero Sam la detuvo.
-
No lo hagas -- le dijo con una mirada escalofriante y ambos
la miraron y se miraron -- No quiero ver a nadie --
agregó
-
Sam, te estas comportando de forma irracional --
dijo Danny
Sam guardo silencio, lo
miró por varios minutos sin decir nada y aunque Danny intentaba con todas sus
fuerzas ver qué estaba pensando, ella había levantado un sólido muro que se lo
impedía.
-
De acuerdo, solo déjame tranquilizarme y volveré a casa.
Se levantó para dirigirse
al Dver y Danny la siguió.
-
¿No dijiste que ibas a esperar un poco?
-
Sí, pero no aquí, quiero caminar.
-
Voy contigo -- dijo en seguida el chico.
-
No Danny, quiero ir sola.
-
No voy a permitirte hacer eso
-- dijo el otro con disgusto
-
No me obligues a detenerte.
Danny estaba librando una
batalla interior. Si la dejaba ir sola nada le garantizaba que regresaría.
Aparte de cualquier posible peligro que pudiera correr, si algo le sucedía él
no podría perdonárselo y ahora sí con toda seguridad sus padres y Giulian lo
matarían por haber cometido esa estupidez.
Sam pudo ver con sorprendente claridad todo lo
que él estaba pensando. No quería hacerle daño a su hermano, de modo que
decidió hacerlo de la forma menos violenta posible y mientras Diandra corría
hacia Danny al verlo caer, Sam desapareció.
Después de haber hecho volar violentamente la puerta y
encontrase con que Sam no estaba, Giulian bajó furioso al salón, Iván venía
entrando en ese momento y se sorprendió al ver las expresiones de todos.
-
¿Qué está
sucediendo? -- preguntó
-
Ahora no tengo
tiempo para perderlo explicándotelo
-- fue la respuesta de Giulian
-
¿A dónde
vas? --
preguntó Dan.
-
¿A dónde crees? Seguramente se
fue al Instituto y cómo comprenderás, aparte de tener que hablar con ella no puedo permitir que en su
estado siga participando en el Club.
Iván pensó que no había que
ser un genio para entender lo que estaba sucediendo. Sam había dado la noticia
de su embarazo y por alguna razón había causado este caos. Todos entraron al
Dver con rumbo al Instituto, pero Iván estaba seguro que ella no estaba allí,
sin embargo nada dijo, porque fuese cual fuere la razón de Sam para
desaparecer, él pensaba que sería mejor darle algo de tiempo para pensar. No
obstante, estaba igualmente seguro que nadie lo escucharía y Giulian menos que
nadie. Se fueron directamente al lugar donde se llevaban a cabo las prácticas y
no había señales de ella. Gail y Aderyn se acercaron y en seguida notaron que algo no iba bien.
Sam no estaba con ellos y Danny tampoco, parte de que Iván venía en el grupo
-
¿Han visto a Samantha? -- fue el saludo de Giulian
Sorprendidos, ambos
contestaron que no y Aderyn tuvo una idea bastante aproximada de lo que podía
estar ocurriendo, pero la furia que veía en los ojos de Giulian la desconcertó.
Intentó con Iván pero él se limitó a hacer un gesto negativo
-
¿Y a Danny? -- preguntó Amy
-
Danny tampoco ha llegado -- le contestó Gail.
Con toda certeza supieron
que Sam estaba con él. Giulian echó andar de nuevo hacia donde se encontraban
los diferentes Dvers del Instituto.
-
¿A dónde vas? -- le preguntó Dan
-
A buscarla -- fue la seca respuesta del otro.
-
No estamos seguros de que esté allí
-- dijo aún sabiendo que existían
pocas posibilidades de estar equivocado
-- Envíale un mensaje a Danny primero.
-
Yo estoy seguro de que está con él y no soy tan necio como para
alertarla de mi llegada.
Partieron con destino a la
casa de Danny y cuando Giulian salió, lo primero que vio fue al chico tendido
en el suelo y a Diandra junto a él
-
¿Dónde está? -- preguntó Giulian pero Di no le prestó
atención ocupada en reanimar a Danny
Cuando recuperó el
conocimiento y los vio a todos allí, sintió que una mano helada le apretaba la
garganta. Sam había escapado.
-
¿Dónde está? -- repitió Giulian
-
No lo sabemos -- dijo Diandra
-- atacó a Danny y se fue
Amy se llevó una mano a la
boca porque la idea de su hija atacando a su hermano la superaba. Danny miró
molesto a Diandra.
-
No me atacó, solo me apartó de su
camino… con delicadeza
-
¿Tienes idea de a dónde pudo haber ido?
-- preguntó su padre
-
No -- y de verdad no tenía ni idea.
Giulian estaba dividido
entre la rabia por la necedad de Samantha y la angustia de que algo pudiera
ocurrirle. Dan sin embargo, tenía esperanzas de que su hija recapacitara y
regresara lo antes posible. Amy no sabía ni qué pensar, solo se sentía muy
angustiada. Diandra estaba molesta por lo que había hecho su cuñada pero
también muy preocupada. Gail no entendía nada e Iván se mantenía al margen.
-
Todo esto es por lo del embarazo ¿verdad? --
preguntó finalmente Aderyn
-
¿Tú lo sabías? -- le preguntó un
indignado Danny, mientras Gail en medio de la sorpresa, tenía ganas de ahorcar
a su mujer
Todos la miraban y ella
buscó la mirada de Iván. Giulian interpretó acertadamente esa mirada y ya se
estaba volviendo enfurecido hacia su amigo cuando Aderyn volvió a hablar.
-
Sí, yo la acompañe al hospital.
-
¿Al hospital? -- preguntó asustado Giulian --
¿Por qué?
Una serie de aterradoras
imágenes pasaron por su mente. ¿Algo no iba bien con el embarazo?
-
Pues… ¿cómo que por qué? -- se extrañó Aderyn
-
Fue a buscarme para confirmar lo del embarazo --
intervino Iván
Giulian pasó de la angustia
a la rabia nuevamente mientras todos miraban a Iván con distintos niveles de
asombro o indignación, según fuese el personaje en cuestión.
-
¡Eres un mal nacido! -- le gritó Giulian --
¿Por qué no me lo dijiste?
-- y ya se iba hacia él cuando
Dan lo detuvo
-
En primer lugar, porque no me correspondía a mí hacerlo, y segundo,
porque aunque hubiese tenido intenciones de hacerlo y no las tenía, apenas me
enteré ayer por la tarde -- le dijo
-
¿Giulian, qué sucedió? -- preguntó Aderyn -- Ayer estaba feliz con la idea de tener a
tu hijo creciendo en su vientre.
Giulian sintió que algo muy
frío recorría su cuerpo. Se la pudo imaginar fácilmente con su alegría casi
infantil por la noticia. ¿Y qué había hecho él?
-
¡Maldita sea, tengo que encontrarla y rápido!
-
¿Giulian? -- ahora fue Danny
-
Esta mañana cuando me lo dijo, yo cometí lo que supongo fue el error de
mencionar nuevamente lo del matrimonio, reconozco que quizá debí esperar para
insistir en ello teniendo en cuenta que hasta ahora se ha negado con vehemencia
a casarse, pero no lo hice porque esté embarazada, lo hice y lo he estado
haciendo porque la amo.
Danny y Di se miraron y
ambos pensaron que era hora de que Giulian supiese lo que pensaba Sam.
-
Giulian, ella cree que tú le has estado pidiendo que se case contigo
solo porque Anne te lo dijo. No sé cómo se enteró de eso pero ha sido la razón
de su negativa.
Giulian lo miró incrédulo.
Recordaba la conversación que había tenido con Anne pero ella no hizo más que
acelerar algo que ya él había planeado, solo que tenía miedo de la respuesta.
-
¡Pero ya se los he dicho, yo la amo! ¡Esa es la única razón!
-
Eso ya lo sabemos -- dijo Aderyn
-- ¿pero en verdad no pasó nada
más?
-
No, nada más.
-
Quizá no fue lo que dijiste sino el cómo
lo dijiste -- dijo Gail con su habitual
forma directa de decir las cosas
Fue uno de esos extraños y
eventuales razonamientos que por su simpleza resultaban acertados. Giulian lo
pensó un momento y llegó a una rápida conclusión.
-
Tal vez tengas razón, quizá no
debí mencionar “matrimonio y Dan” en una misma frase.
Y les contó con exactitud
cuáles fueron sus palabras, al menos como podía recordarlas.
-
Realmente eres un imbécil Giulian
-- dijo Dan --
mira que decir semejante idiotez.
-
Es evidente que no tienes ni la más peregrina idea de cómo pedirle
matrimonio a una chica -- dijo Amy
-
Puedes acusarme de muchas cosas Enana -- dijo
él --
pero de lo que ciertamente no puedes, es de tener mucha experiencia
pidiendo matrimonio.
Un asomo de sonrisa llegó a
los labios de Danny pero recordó el problema
en el qué estaban y que debían encontrar a Sam. Propusieron
cualquier cantidad de lugares pero
ninguno les parecía muy probable. Aún así decidieron ir a comprobarlo y
Danny miró a su mujer, pero Diandra lo
interrumpió antes de que él pudiese decir lo que estaba segura que diría.
-
No me voy a oponer a buscarla, pero si ella no quiere ser encontrada no
podremos hacerlo.
Iván estuvo de acuerdo en
que nunca se habían dicho palabras más ciertas. Sin embargo, de nuevo fue Gail
quien propuso lo más acertado.
-
En esas circunstancias, los únicos que podrían hacerlo con alguna
posibilidad de éxito serían Garlan y el cachorro, y de hecho, él querrá
quitarnos la cabeza a todos por no haberlo llamado de inmediato
-
¡Demonios! -- exclamó Danny y antes de que nadie dijese o
hiciese nada más, le envió un urgente mensaje a Mael.
Mael estaba dándole unas
últimas instrucciones a Paul antes de salir para Averdeen como lo había venido haciendo todos los sábados. Él sabía
que a esa hora todos habrían partido hacia el Instituto y él aprovechaba la
mañana para pasarla con los niños, y en la tarde solía llevarse a Elijah de
paseo.
-
Es solo rutina -- le estaba diciendo al Kriger --
todos deben estar de vuelta a más tardar a final de la tarde, pero si
llegase a presentarse alguna emergencia, acude a Alaric, él estará aquí.
-
Anda tranquilo, yo me encargo
-- dijo el chico
-
Bien, estaré de vuelta a eso de…
Pero se interrumpió de
súbito y antes de que Paul tuviese ocasión de preguntar nada, ya Mael había
desaparecido.
Cuando Sam salió de la casa
de Danny, estaba en la misma situación que cuando abandonó la suya, con el
añadido de que se sentía terrible por haber atacado a su hermano. En alguna
parte de su cerebro seguía repitiéndose lo que le había dicho Danny con
respecto a que Giulian la amaba, pero ese mismo y terco cerebro se negaba a
aceptarlo. La desesperación la superó de nuevo en cuanto abandonó a su hermano
y solo le vino un nombre a la mente, y más tardó ella en pensarlo que él en
hacer veloz acto de presencia.
Sam había pensado en Mael
llevada por la desesperación, pero era algo lógico porque él siempre había sido
su apoyo en momentos difíciles. Sin embargo, apenas lo hizo comenzó a cuestionarse
la conveniencia de ello pero no tuvo ocasión de ir más allá, porque casi de
inmediato él estaba frente a ella.
En el brevísimo lapso de
tiempo que empleó en llegar hasta Sam, Mael había sentido miedo, dolor y una
desesperación infinitas, y cuando la vio, todos esos sentimientos se
confirmaron de manera inequívoca al comprobar en un rápido vistazo, las
condiciones en las que estaba. Sam por su parte en cuanto lo vio, olvidó lo que
había estado pensando y cayó en sus brazos hecha un mar de lágrimas.
-
Nena -- dijo él con la mayor suavidad posible -- no
importa de lo que se trate, vamos a salir de ello, te lo prometo
Pero lejos estaba él de
saber de lo que se trataba y Sam no dejaba de llorar. Afortunadamente Mael era
poseedor de una paciencia infinita y se limitó a sostenerla en sus brazos
mientras ella lloraba con desconsuelo. Al cabo de unos minutos de un llanto que
parecía inagotable, sintió que ella se serenaba un poco, o al menos lloraba de
forma menos convulsiva.
-
¿Quieres contarme lo que sucedió?
-- preguntó y ella negó con la
cabeza aun enterrada en su pecho -- De acuerdo, si solo quieres compañía aquí
estaré, pero si me crees merecedor de tu confianza, también te escucharé
-
Mael… -- pero las palabras se agolpaban en su garganta
tejiendo un nudo imposible de atravesar
-
Tranquila Nena, estás conmigo y nada va a sucederte
Había dicho aquello, porque
aunque se había propuesto no invadir sus pensamientos, resultaba inevitable
percibir sus emociones y había sentido con toda claridad el miedo, pero se preguntaba
miedo a qué exactamente.
-
Mael -- dijo ella después de un rato
-
¿Sí?
-
Mael estoy… embarazada
Aunque no era un secreto
para Mael la relación existente entre Sam y Giulian, nada lo habría preparado
para aquello, ni para el dolor sin nombre que experimentó y que fácilmente
podía asociarse con la imagen de un corazón partiéndose a la mitad. En algún
recóndito lugar de su mente y de aquel corazón que ahora estaba hecho pedazos,
él había conservado la esperanza, pero ésta quedó suprimida de golpe. Ahora
estaba seguro que la había perdido para siempre.
Sin embargo, y haciendo un
inhumano esfuerzo, se sobrepuso a su propio dolor y se concentró en lo
inmediato, y lo inmediato era ella.
-
Nena, supondría que esto debería ser un motivo de alegría, de modo que…
Pero Sam no lo dejó
concluir y se vio contándole todo lo que había estado sucediendo, desde su
punto de vista, lógicamente. Le dijo que era verdad que ella amaba a Giulian
pero que no estaba tan segura de que él la amase a ella, y que si bien era cierto
que le había pedido que se casasen, primero lo había hecho porque Anne le había
dicho que eso era lo correcto, y ahora porque sus padres lo matarían si no lo
hacía.
Todo esto y bien mirado,
era un absurdo de proporciones descomunales, porque quien conociese a Giulian
Cornwall, sabría de cierto que nadie lo obligaba a nada aunque su vida
dependiese de ello. Pero Sam era joven, terca y estaba especialmente
vulnerable. Y en el caso de Mael, aunque por la periferia de su mente saltase
como fuegos artificiales lo ilógico del asunto porque todos sabían que Giulian
amaba a Samantha, él la amaba también de forma ciega, y si Sam le hubiese dicho
que toda su vida había estado equivocado y que el cielo era en realidad rojo y
no azul, él habría estado dispuesto a creerlo. De modo que experimentó una ira
igualmente ciega y su mayor deseo en aquel momento era hacerle el mayor daño
posible a aquel estúpido desgraciado, y se juró que le pagaría con sangre cada
una de sus lágrimas.
Sin embargo y de momento,
hizo a un lado su sed de venganza y volvió a concentrarse en Sam, era
imperativo ponerla a salvo de ella misma. Ya estaba claro en que lo único que
ella quería era huir, pero él no podía dejarla sola en aquel preciso momento,
aparte de lo emocionalmente mal que estaba, en cualquier momento el agotamiento
físico y mental iban a vencerla.
-
Nena, debes descansar un poco…
-
No voy a volver a casa -- dijo con terquedad
-
No estoy sugiriendo que lo hagas, pero no puedes quedarte aquí, y no vas
a estar vagando por allí
-
Pero no tengo a dónde ir, todos querrán…
-
Sí, sí tienes -- le dijo él
Sam lo pensó un momento y
súbitamente supo a dónde podía ir, recordó con claridad ciertas palabras que le
habían dicho hacía mucho tiempo “…estas
puertas permanecerán abiertas para ti siempre, y estos muros te ofrecerán un
refugio cuando lo necesites”.
Danny y Gail habían enviado
mensaje a Mael pero había resultado insólitamente imposible comunicarse con él.
Pensaron que estaría en algún lugar protegido tal vez en algún ejercicio y por
eso no los estaba recibiendo, de modo que Danny se volvió a sus padres.
-
Creo que debemos hablar con Garlan, porque Gail tiene razón, es el único
que…
-
No, no es el único. Hay más Arzhaelíes con sus mismas capacidades como
Iwerd por ejemplo -- lo interrumpió Giulian
-
Giulian, no estamos como para que te pongas con tus celos ahora --
dijo Amy -- quiero encontrar a mi hija y quiero hacerlo
ya mismo, y sabes tan bien como todos nosotros que Garlan es el mejor.
Todos miraron con cierta
sorpresa a Giulian, porque solo a él podía ocurrírsele estar celoso de Garlan,
eso suponiendo que Amy estuviese en lo cierto, ya que todos sabían la antipatía
que se tenían Garlan y Samantha, de modo que era una de las cosas más absurdas
que habían escuchado.
En cualquier caso estaban
discutiendo el llamarlo, cuando la figura de Jonathan se hizo presente frente a
Giulian.
-
¿Se puede saber qué sucede
infeliz? Vine a ver la exhibición de Duelo y ni tú ni nadie apareció ¿Está todo
bien?
Aderyn envió un rápido y
críptico mensaje a su hermano, avisándole de la desaparición de Sam y mientras
los demás discutían si llamar o no a Garlan, Jonathan apareció allí con cara de
preocupación. Cuando recibió la contestación de su hermana, lo primero que
pensó fue en el desgraciado del hijo de Bastian, de modo que se dio la mayor de
las prisas en acudir.
-
¿Y bien?
Pero nadie parecía muy
dispuesto a decir nada, de modo que se fue derecho hacia Giulian, pero apenas
había dado unos pocos pasos, cuando fue lanzado violentamente contra la pared.
Inicialmente tuvieron cierta dificultad en entender lo que estaba sucediendo,
pero cuando lo hicieron otro enorme terror se apoderó de ellos, porque vieron a
Mael sobre Giulian a quien había tirado al piso y ahora apretada su garganta.
Todos pensaron que estaban
en verdaderos y grandes problemas, Mael era rápido, fuerte y letal, y la única
persona que podía detenerlo sin necesidad de emplear la fuerza, era justamente
la que no estaba. Y al mismo tiempo pensaron que si Mael estaba allí y a punto
de matar a Giulian, era porque sabía lo sucedido, por tanto él sabía dónde
estaba Samantha. Todo esto pasó a la velocidad de la luz por las cabezas de los
presentes y todos se abalanzaron hacia ellos en un intento por detener la
masacre que estaba sucediéndose ante sus ojos.
Ya Giulian tenía la cara
hecha una pena, Iván se debatía entre causarle el mismo daño que ya le había
provocado en una anterior ocasión a Mael, y la necesidad de proteger la vida de
Giulian. Pero aunque pidiéndole perdón internamente a Mael intentó el mismo
método, aquel chico nunca decía nada que no fuese a cumplir, y tal y como había
dicho, estaba preparado para no dejarse abatir. De modo que Iván no tuvo ningún
éxito.
La fuerza combinada de Gail
e Iván, tampoco estaba teniendo éxito y nadie quería atacar a Mael, pero si no
lo hacían y pronto, iba a matar a Giulian. Jonathan no entendía lo que estaba
sucediendo pero igual estaba ayudando a Danny y a Dan en su intento por
apartarlos, algo del todo inútil en su opinión, porque si no podían los
Natchzhrer, ellos tenían muchas menos posibilidades, algo que quedó demostrado
cuando fueron violentamente apartados por el furioso Mael.
-
Te… advertí… que si volvías… a hacerle… algún daño… te mataría -- con
cada palabra que decía, Mael descargaba un golpe
-
¡Mael, tú no eres un asesino!
-- le gritó Diandra desesperada
-
¡Cachorro por favor, él la ama, todo es un mal entendido! --
intentó Aderyn con lágrimas en los ojos
Diandra y Aderyn se miraron
y con inmenso dolor por lo que iban a hacer, apuntaron sus Athames hacia Mael,
porque preferían enviarlo al hospital y que él enfureciese con ellas, a que
terminase en Fangelsi por matar a Giulian.
-
¡No! -- gritaron Gail y Danny al ver que las chicas
lanzaban unos aterradores rayos hacia Mael, pero a pesar de que ciertamente lo
habían herido, él seguía destrozando a Giulian
Iván por su parte y con el
mismo dolor en el alma, le dijo lo único que consideró que podía detenerlo, porque
Giulian ya estaba inconsciente y Mael seguía golpeándolo.
-
¡Mael, Samantha lo ama y no te
perdonaría nunca que mancharas tus manos con la sangre del padre de su hijo!
Aquello pareció tener el
efecto esperado, porque Mael lo soltó y se levantó aunque seguía mirándolo con
el mayor desprecio y un odio aterradoramente frío brillaba en sus ojos
esmeralda. Una vez que lo soltó, Amy y Dan se abalanzaron sobre el cuerpo
inerte de Giulian, e Iván avanzó hacia Mael al ver la sangre manando de las
heridas que le habían ocasionado las chicas.
-
Hijo…
-
Asegúrate de que sepa que por esta vez te debe la vida, pero que si hay
una próxima, aunque me gane el odio y el desprecio de la Nena, no tendrá tanta
suerte -- dijo impregnando cada sílaba de una ira mal
contenida
-
Mael, Sam…
Pero Danny no tuvo
oportunidad de completar la frase, porque Mael había desaparecido.
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