Jonathan dejó a Dreo y a Vladimir con Alaric y había
corrido a ayudar a Gail y a Kenny con los niños cuando vio que Danny se venía
abajo. Anastasia tenía una crisis nerviosa y Anne intentaba calmarla
asegurándole que no le había sucedido nada a Eurielle. Alaric ayudaba a Aderyn
y a Elar a reunir a los niños y verificaban que
estuviesen todos mientras Dan, Eowaz y Amy veían a Daira arrodillada al
lado de Giulian terminando el trabajo que había comenzado Iván.
-
Fuera de la
herida externa, solo se trataba de una conmoción cerebral pero creo que ya
podemos reanimarlo, porque ya hice todo lo necesario --
dijo la arzhaelí
-
Bien porque no
nos va a agradecer si no está presente al momento del nacimiento de su
hija --
dijo Dan desesperado por irse al hospital
-
¡REINVIA! -- dijo Daira apuntándolo con su Athame
Giulian abrió los ojos, sacudió la cabeza como
intentando despejarse pero le dolió horrores.
-
No debes hacer
esa clase de movimientos por un rato
-- le advirtió Daira --
acabas de sufrir una conmoción
-
¡Demonios! --
exclamó Giulian cuando los recuerdos regresaron --
¿Qué me golpeó?
-
Eso no importa
ahora, tienes que levantarte -- dijo Dan ayudándolo a ponerse de pie
-
Espera hombre,
que aun todo está girando
-
Pues intenta
detenerlo, porque Sam está en el hospital y tu hija está por nacer --
dijo Dan sin ninguna delicadeza
-
¡Dan! --
exclamaron Amy, Diandra y Daira al mismo tiempo
Giulian había palidecido pero se levantó con la mayor
celeridad ignorando tanto el dolor de cabeza como la aun poca estabilidad, por
fortuna Dan seguía sujetándolo mientras corrían hacia el Dver. Pero apenas desaparecieron de la vista y cuando Eowaz y
Diandra ayudaron a Daira a ponerse de pie, ésta emitió un quejido apenas
audible y se llevó las manos al abdomen, esto causó la mayor alarma en Amy y
fue expresada en un grito con tinte de urgencia.
-
¡Jonathan!
-
¿Qué haces
Amy? Ese solo será un estorbo en lugar
de una ayuda -- dijo Daira, pero
Jonathan ya corría hacia ellas
-
¿Qué sucede? -- preguntó
sorprendido de no ver a Giulian -- ¿Dónde está Giulian?
-
Camino al
hospital
-
¿Qué? --
ocupados como estaban, casi nadie se había enterado de lo sucedido con
Sam.
-
Olvídate de
Giulian, Daira está…
-
¡Amy! -- la
interrumpió Daira -- Estoy perfectamente
-
Daira --
dijo Eowaz
-
Esto aun va a
tardar señor
Jonathan no necesitó escuchar más para saber de qué estaban hablando y al igual que
Giulian hacía unos momentos, había palidecido y todos pensaron que perdería el
sentido cuando lo vieron tambalearse.
-
¿Lo ven? --
preguntó Daira sujetando a Jonathan
-- Ahora tendremos que cuidar del
niño
-
Daira es mejor
que vayas al Hospital tú también -- opinó Eowaz
-
Desde luego --
dijo Jonathan aun con cara de susto
-
Señor, ya le dije
que esto va a tardar
-
¿Cómo puedes
saberlo? -- gritó Jonathan
-
No me grites
McKenzie, y te aseguró que lo sé mejor que tú
-
¡Pues irás
quieras o no!
Pero si el uno era obstinado, la otra no era menos
terca, de modo que se apartó de él y fue hacia donde estaban Elar y Aderyn con
los niños.
Iván y Mael llegaron al Hospital de Arx casi al mismo
tiempo y muy poco después que Garlan. Ambos corrieron hacia el área de
emergencia, vieron al arzhaelí en la puerta y escucharon a Sam.
-
Garlan…
-
Olvídalo Niña,
pero deja de hacerme estas cosas -- dijo con su acidez de costumbre y Sam logró
esbozar una sonrisa
-
Gracias gruñón
-
¿Qué
esperan? -- les gritó Garlan a los dos Läkares que se
habían acercado y ellos comenzaron a empujar la camilla cuando llegaron los
otros dos
-
Iván…
-
Tranquila linda,
ya estoy aquí -- ella intentó sonreírle pero en ese momento le
atacó la segunda contracción. A Mael le dolió el corazón y cerró los ojos mientras
sujetaba la mano helada pero ya estaban empujando la camilla
-
Todo va a salir bien Nena --
alcanzó a darle un apresurado beso en la frente y se apartó
No había pasado mucho tiempo cuando llegaron en
carrera Giulian y Dan, se detuvieron al lado de Mael y Garlan, y el primero fue
el que les infirmó.
-
Hace unos minutos
la llevaron dentro, Iván acaba de decir que apenas comienza
Tanto el uno como el otro sintieron que el alma se les
iba a los pies recordando la vez anterior. Sin embargo, trataron de
tranquilizarse para que cuando les permitiesen entrar Sam no los viese en aquel
estado. Casi enseguida llegaron Danny y Gail en compañía de Amy, el pobre Danny
que venía con una palidez mortal, miró casi con odio a Giulian y se juró a sí
mismo que si aquel desgraciado volvía a embarazar a su hermana lo destrozaría
con sus propias manos. Pero aunque hubiese querido expresar en palabras aquello
no pudo, porque en ese momento sintió de nuevo aquel condenado dolor y esta vez
había transcurrido menos tiempo entre ese y el anterior, por lo que supuso que
las cosas iban acelerándose, lo que quedó confirmado unos segundos después.
-
Ya puedes
pasar --
le dijo Mael a Giulian y efectivamente en ese momento un Läkare asomó la
cabeza
-
El padre puede
pasar
Giulian se precipitó hacia la puerta y no habían
transcurrido ni cinco minutos cuando Mael miró a Dan y le dijo que Sam lo
llamaba, de manera que él respiró profundo y ya iba hacia la puerta cuando esta
se abrió.
-
¿Cómo van? -- le
preguntó Amy a Mael
-
Iván dice que
será rápido, pero la Nena está muy débil
Amy miró a Danny y a Gail pero ninguno de los dos
estaba en condiciones de ayudarla, de modo que se volvió de nuevo hacia Mael y
Garlan
-
Ustedes tendrán
que ayudarme
A pesar de que Garlan lo que quería era salir
corriendo de allí, no había sido capaz de moverse del mismo lugar desde que
había llegado y no puso objeciones cuando Amy lo sujetó por un brazo y se
apartaron un poco mientras Mael extraía el Athame de su bota y comenzaba a
trazar el círculo.
Entre tanto en el interior, Iván controlaba cuidadosamente
las constantes de Sam mientras ésta se afanaba en traer a su bebé al mundo. En
esta ocasión no se sentía tan mal como la vez anterior, pero estaba consciente
que su energía se debilitaba, de modo que recurrió a Sealkie que enseguida se dejó ver.
-
Todo marcha bien mi señora, y tu madre y tus amigos
están concentrando su energía en ayudarte
Esas palabras tranquilizaron a Sam e intentó relajar
su respiración para prepararse para la próxima contracción. Sin embargo, y
aunque las cosas parecían haberse acelerado, ya habían transcurrido más de dos
horas y aun no nacía. Cerca de las once
de la noche otro Läkare entró y se acercó a Iván.
-
Señor, la
señorita Clemmens acaba de ser ingresada con cinco centímetros de dilatación
-
¿Qué? -- preguntó
casi con horror, aquello no podía estar sucediendo se dijo Iván
Dan y Giulian habían escuchado pero aunque se
sorprendieron, no veían por qué Iván parecía tan alterado.
Después que Danny, Amy y Gail se habían marchado al
Hospital. Diandra, Aderyn y Daira habían ayudado a Elar con la comida de los
niños y luego los habían llevado a las habitaciones para acostarlos. Kenny y
Anastasia se habían marchado con una Eurielle furiosa porque no quería irse,
pero a diferencia de otras ocasiones, en aquella oportunidad Kenny que era el
que siempre intercedía a favor de su hija y la dejaba quedarse, le pareció que
no era el mejor momento para ello. Eowaz y Alaric después que todo estaba en
orden, habían decidido ir al Hospital a
ver cómo iba el parto, mientras que Anne y Peter aun luchaban con Lizzy para
marcharse, porque Jonathan no parecía tener intenciones de moverse de allí.
Estaban aun en ello cuando bajaron las arzhaelíes.
-
Anne, no es la
primera vez que Lizzy se queda aquí
-- dijo Elar al escuchar el escándalo
que tenía la niña -- Así que no veo… --
pero se interrumpió al escuchar a Daira
-
McKenzie -- y
él se giró enseguida -- Ahora sí es momento de ir al Hospital y te
agradezco que mantengas la estabilidad porque yo… --
pero hizo silencio y se aferró la brazo de Elar
-
¡Por todos los
Dioses! -- exclamó Anne
-
¡Jonathan
muévete! -- lo urgió Peter
A pesar de que Jonathan se había pasado todo el rato
diciéndole a Daira que debían ir al Hospital, ahora que ella lo había dicho
sintió de nuevo que el mundo empezaba a girar. Sin embargo, la voz de su padre
lo sacó del limbo, corrió hacia Daira, la levantó en brazos y entró al Dver.
El Läkare que le había llevado la noticia a Iván
abandonó la sala mientras Iván se preguntaba por qué tenían que antojarse ambas
el mismo día y casi al mismo tiempo. Sin embargo, se concentró en lo inmediato,
porque con la última contracción de Sam
ya se veía la cabecita del bebé.
-
Vamos Sam, ya
viene --
le dijo
Sam hizo otro esfuerzo mientras apretaba las manos de
su padre y de Giulian y sintió cuando salió el bebé. A los pocos segundos
escucharon un llanto apagado
-
Se cumplió tu
deseo Giulian -- escucharon que decía Iván
-
¿Escuchaste
princesa? -- preguntó él emocionado -- Es
una… --
pero se quedó paralizado cuando escuchó de nuevo a Iván
-
Vamos linda, la
otra está en camino
¿La otra? Giulian miró a Dan y este le devolvió la
misma mirada de desconcierto, pero unos pocos minutos después escucharon otro
llanto.
-
Otra linda
señorita -- dijo Iván entregándosela a la Nyrs
-
¿Dos? --
dijo Giulian mirando a Dan
-- ¿Otra vez?
-
Pues aunque
pareces dudarlo así es -- dijo Dan mientras acariciaba la cabeza de su
hija --
Ya linda, ahora podrás descansar
Pero en ese momento Sam apretó las manos de ambos y
emitió un gemido ahogado que a Giulian lo hizo temblar y a Dan mirar con
desesperación a Iván, pero éste parecía muy ocupado y ciertamente lo estaba.
-
Linda solo un
esfuerzo más
Ni Giulian ni Dan entendieron aquello pero Sam hizo un
esfuerzo supremo e Iván a su vez hizo lo
que pudo por ayudarla, unos segundos
después Iván tenía en sus manos una tercera bebita.
-
Bueno hermano,
eres padre de unas lindas trillizas
-- dijo Iván
-
¡Tres! --
dijo el aturdido padre con la voz ahogada
Giulian miró a Sam pero ésta se había desvanecido, de
modo que elevó los ojos a Dan y éste lo miraba con expresión decididamente
burlona.
-
Por definición
eso es lo que significa trillizas
El pobre sujeto se fue hacía atrás y aunque no se
había desmayado, se habría dado un serió golpe si uno de los Läkares no lo
sujeta, pero Dan había dejado de prestarle atención a Giulian porque estaba
desesperado por ver a sus nietas. Sin embargo, cuando las Nyrs le acercaron a
las niñas, se sintió mortificado.
-
¿Están bien? --
preguntó con preocupación
-
Sí señor --
dijo una de ellas
-
Pero es que son
tan…
-
Es normal que
sean pequeñas Dan, ten en cuenta que compartían el espacio que normalmente es
ocupado solo por uno -- lo tranquilizó Iván que aun atendía a Sam
Las Nyrs se acercaron a Giulian que seguía recostado
contra la pared y al igual que a Dan le pareció que las nenas eran sumamente
pequeñitas, sujetó a dos de ellas y Dan a la tercera pero hasta allí le llegó
la compostura y un llanto incontenible se desbordó por sus ojos.
Entre tanto afuera, en cuanto Mael escuchó el primer
llanto sonrió, pero enseguida se tensó y pensó que algo no iba bien. Sin
embargo, unos minutos después escuchó el segundo llanto y en forma automática
abrió los ojos y muy sonriente miró a Amy pero antes de decir nada volvió a
tensarse y en esta ocasión estuvo a punto de romper el círculo y correr, porque
imaginó que ahora Sam sí estaba en problemas. No obstante, mantuvo la serenidad
y al momento siguiente escuchó a Iván decir que eran... ¡Tres! En forma
automática giró la cabeza hacia la puerta y se encontró con los ojos
desorbitados de Gail pero ninguno de los dos dijo nada, aunque sí participó que
todo había salido bien.
Una vez que Iván terminó de atender a Sam, se lavó las
manos a toda velocidad, le dio un apresurado beso en la frente a Sam para luego
volverse y caminar hacia la puerta seguido de Dan y Giulian. En el momento que
abrió, Diandra y Aderyn que habían venido cuando trajeron a Daira, la primera
que estaba secando la sudorosa frente de Danny y la segunda mirando en forma
inquisitiva a su marido, se volvieron y corrieron hacia él, pero antes de que pudiesen
preguntar nada, vieron salir a Dan y a Giulian con las bebés. Después de la
incrédula mirada de todos excepto las de Gail y Mael, se armó un gran alboroto.
Sin embargo, Iván no podía quedarse a dar explicaciones, se limitó a decirles
que Sam estaba bien y que por el momento descansaba y luego marchó hacia donde
se encontraba Daira.
Amy lloraba y reía al mismo tiempo, mientras que las
chicas querían cargar a las niñas. Aunque Gail y Mael habían escuchado lo que
había dicho Iván en cuanto a que era normal que fuesen pequeñas, no dejaron de
asombrarse ante el pequeñísimo tamaño de las niñas. No obstante, tenían todos
sus rasgos perfectamente definidos.
Iván entró a toda prisa en la sala donde tenían a
Daira sin detenerse a hablar con los padres de esta ni con los McKenzie.
Jonathan estaba de pie al lado de Daira y tenía casi peor cara que ella, porque
aparte de que aquel era su primer hijo, su mente estaba invadida por el
anterior y muy doloroso recuerdo de lo vivido con Liz, de modo que estaba
francamente aterrorizado.
-
Vamos McKenzie
quita esa cara, nadie está muriendo solo estoy teniendo un bebé -- estaba
diciendo ella cuando Iván entró
-
¿Cómo vamos? -- le
preguntó él
-
Pues éste chico
parece que…
-
Chica -- la
interrumpió Jonathan, pero ella lo ignoró
-
… no termina de
decidirse si quiere o no nacer de una vez
-- Iván sonrió y ella agregó --
Gracias por venir Iván
-
No me lo perdería
por nada del mundo -- le dijo él
-
¿Ya nació el bebé
de Samantha? -- le preguntó
-
Las bebés --
corrigió él
-
¿Las? --
preguntó Jonathan -- ¿Fueron gemelas?
-
En realidad
trillizas
-
¡Demonios! --
exclamó él y miró a Daira -- La nuestra es solo una ¿no?
Pero ella no pudo contestar porque en ese momento la
acometió otra contracción, apretó los dientes pero cerró los ojos y pensó en
los detalles del proceso que estaba llevando a cabo su cuerpo, distrayendo de
ese modo su mente.
-
Lo estás haciendo
muy bien y ya falta poco -- le dijo Iván cuando ella abrió los ojos
Jonathan esperaba y deseaba con toda su alma que eso
fuese cierto, porque cada vez que la veía palidecer por el dolor, él sentía una
terrible opresión en el pecho. Las
contracciones comenzaron a sucederse con más frecuencia y a las dos de la
mañana del nuevo día, Jonathan escuchó la voz de su hijo por primera vez.
-
¡Felicidades a
los dos! -- dijo Iván mirando el pequeño cuerpecito en
sus manos -- Otro al que se le cumplió el deseo, es una
niña --
agregó mirando a Jonathan
Aunque Iván no estaba muy seguro de que el chico se
hubiese enterado de algo, porque un segundo después caía desplomado y en su
caso no corrió con la suerte de Giulian y nadie pudo llegar a tiempo para
detener su caída.
Cuando Sam despertó, Giulian
estaba sentado a su lado.
-
Hola princesa -- y se inclinó a darle un beso --
¿Cómo te sientes?
-
Cansada pero bien. ¿Las niñas, dónde están? Quiero verlas.
El fue por la primera y la
colocó en sus brazos.
-
Hola Galadriel Bryanna
-- dijo besando la cabecita de su hija,
y luego Giulian le colocó a la otra bebe, en los brazos -- Hola Gamariel Lynnet – la
besó también y por último Giulian se acercó con la tercera
-
Creo que tendrás que verla desde aquí
-- dijo sonriente pero se la
acercó tanto como pudo
-
Gemdariel Giuliana -- dijo mirándolo mientras besaba a su hija y él
sonreía por demás satisfecho
-
Tengo la sensación de que esto no fue una sorpresa, al menos no para ti
¿o me equivoco? -- dijo risueño
-
No amor, no te equivocas, yo lo sabía pero quise que fuera una sorpresa
para ti
-
¿Princesa, sabes lo cerca que estuve de sufrir un paro cardíaco?
-
¿Estás molesto conmigo? -- preguntó poniendo cara compungida
-
Aunque quisiera no podría mi amor. Tú le has dado sentido a mi vida y
cinco razones más para vivirla
Se inclinó sobre ella y le
dio un dulce beso en los labios mientras las niñas dormían en brazos de ambos.
En otra habitación se
desarrollaba una situación algo distinta, pero más o menos por las mismas
razones. Jonathan estaba mirando embobado a su hija cuando Daira abrió los ojos
después de un sueño reparador que Iván le había inducido una vez que había
terminado de atenderla.
-
¿De manera que ya despertaste señorita? -- escuchó
Jonathan a sus espaldas y se giró con la niña en brazos
-
Lo siento mi amor, pero no tienes idea de lo que sentí, o tal vez sí
pero de cualquier manera…
-
McKenzie -- lo interrumpió ella --
Deja de decir incoherencias y déjame ver a mí hija
Él se acercó, colocó a la
niña en sus brazos y Daira pudo ver bien a su hija por primera vez. Después de
unos segundos pensó que aquel condenado individuo no solo había conseguido lo que
quería y había sido niña, sino que encima de todo, tenía sus mismos rizos
dorados y con toda seguridad tendría los mismos ojos.
-
Es perfecta ¿no? -- estaba diciendo él
-
Claro que lo es -- dijo ella, pero no se esperaba lo que ocurrió
a continuación, porque el sujetó su rostro y lo giró hacia él
-
Gracias mi vida -- y le dio un suave beso en los labios que
sorprendió enormemente a Daira, porque si algo no era Jonathan, era suave
-
¿Ya has pensado en el nombre que le daremos?
-
Sí, aunque no sé si vaya a gustarte
-- dijo ella
-
¿A ver?
-
Arianell Johana -- pero él sonrió complacido, sin embargo, al
minuto siguiente su expresión cambió
-
¿Qué? -- preguntó ella
-
Daira, los últimos meses han sido los más terribles y dolorosos de mi
vida --
y Daira sintió algo de remordimiento porque ella había sido la
responsable de tantos viajes al Hospital
-- y no me estoy refiriendo a lo
que pudiste haberme hecho, porque me lo tenía merecido y me lo merecía por
estúpido
-
Bueno coincido con eso último, aunque…
-- pero hizo silencio cuando lo
vio abrir ante sus ojos una pequeña caja con un anillo --
McKenzie…
-
¿Te casarías conmigo?
-
¿Por qué?
-
Porque esté imbécil descubrió a las malas que no podría vivir sin ti, y
no podría porque… te amo Daira Clemmens
-- ella lo miró con los ojos muy
abiertos
-
Podría pensarlo McKenzie -- le dijo sonriendo después de unos segundos
Jonathan soltó el aire que
había estado conteniendo y olvidándose de la anterior suavidad, le dio uno de
esos besos que originalmente la habían hecho perder la cabeza, con el pequeño y rubio resultado que ahora
anunciaba su presencia de forma escandalosa.
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