LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

sábado, 9 de agosto de 2014

Cap. 60 ¿Cumpleaños feliz…?



El día del cumpleaños de Giulian, Dan había propuesto celebrarlo fuera y no en el Castillo como lo hacían siempre. Había un nuevo Restaurant de un viejo compañero de colegio y él quería ir a conocerlo. De modo que todos quedaron en que se verían allí esa noche. Sam había despertado a Giulian temprano con un dulce beso.

-         Feliz cumpleaños Cornwall  --  le dijo

El abrió los ojos, sonrió feliz y no pudo evitar pensar en la enorme diferencia que había entre este día y su último cumpleaños.  Dan y Amy demostrando su poca misericordia con Giulian, casi derriban la puerta haciendo que el Arzhaelí se enfureciera, pero finalmente no le quedó más remedio que rendirse al hecho de que no lo dejarían en paz, porque poco rato después entraban Iván y Elar seguidos de Danny, Diandra y Dreo. Giulian intentaba quitarse a Dreo de encima cuando entraron Elijah y Brendan, y para completar el cuadro llegó Gail con su habitual escándalo y lanzó a Vladimir a la cama también. Giulian sacó rápidas cuentas y pensó que para el próximo cumpleaños la cantidad de chicos en su cama sería de… ¡SEIS! Y no estaba contando al de Iván, porque asumía que estaría pequeño y suponiendo que fuese más tranquilo que Dreo y Vladimir, porque aquellos demonios aun no caminaban pero igual  no había forma de controlarlos. 

En la noche se dirigieron al Restaurant como habían acordado con los demás. El lugar era muy elegante y hermoso. Los condujeron a la mesa que habían reservado y Gail comenzó a hacerle bromas a Sam por su avanzado embarazo. Todo estaba marchando bien pero como se ha dicho anteriormente,  los Douglas no buscan los problemas, éstos los persiguen a ellos.

-         ¿DANIEL?  --  dijo una hermosa mujer acercándose a su mesa  --  ¡Por todos los cielos Daniel Douglas, no has cambiado nada!

El aludido que se había puesto de pie al escuchar su nombre, ahora estaba siendo abrazado por una  mujer con más efusividad de la que a Sam le pareció apropiada y Amy tenía cara de querer asesinarlo. Alaric, Armel y Garlan, ya se estaban preparando para proteger a Dan de una furiosa Amy, mientras que Daira y Elar miraban a la mujer con franca antipatía.

-         Althea, que sorpresa  --  dijo Dan tratando de desembarazarse del abrazo

La tal Althea comenzó a pasear la vista por la enorme mesa  tropezando con los fríos ojos de Amy,  seguidamente con otros cuatro ojos exactamente iguales a los de Dan y la cara del mismo repetida en un chico y una chica, de modo que sacó sus cuentas rápidamente. Una pena que no fuese igual de rápida para desaparecer de allí.

-         ¡Vaya Amy!  Veo que te quedaste con uno de los chicos más codiciados de Develieng y que hacerte la difícil te funcionó  --  el comentario aparte de ofensivo, le pareció ridículo a todos, ya que no había nadie en el mundo Arzhvael que no estuviese  perfectamente al tanto de la historia de los Douglas  --  Pero… -- la mujer calló porque había tropezado con los azules ojos de Giulian

Giulian cerró los ojos con resignación, porque sabía lo que vendría a continuación. Se puso de pie y la mujer soltó un chillido estridente.

-         ¡GIULIAN!  --  lo que probaba que estaba perfectamente al tanto de todo o podría haberse tratado de Vlad

Éste no se molestó en devolverle el no deseado abrazo sino que por el contrario intentaba soltarse del mismo, pero la mujer le plantó un beso en los labios. Se hizo un súbito y pesado silencio alrededor de la mesa y todos miraban a Sam que tenía la vista en la lejanía.

-         Dime que tú no has cometido la misma estupidez que Dan.

Danny perdió la paciencia que además nunca había tenido y estaba por ponerse de pie cuando escuchó:

-         Siéntate, tú eres un caballero

El chico miró a su hermana pero ella seguía con la vista perdida en algo que nadie podía ver. Pero si bien Sam había detenido a Danny, nadie detuvo a Garlan.

-         Basta Althea, no es tu problema lo que los demás hagan con su vida y ciertamente nada te da derecho a comportarte de forma tan grosera

-         ¡Vaya, vaya Garlan McEwan!  --  exclamó con cierta sorpresa  --  ¿Desde cuándo tú defendiendo a éstos dos?

Y aunque Garlan estaba muy lejos de estar defendiendo a aquellos dos y lo único que quería era evitarle un mal rato a la Niña, no pudo decir nada más porque Giulian se le adelantó.

-         Althea, no voy a fingir que me agrada verte y si te fijas bien esto es una reunión privada, donde por supuesto no eres bienvenida  --  dijo Giulian con voz fría y controlada

Amy, Elar y Daira sonrieron con satisfacción. Danny y Gail casi se ponen a aplaudir. Sam seguía con la vista en un punto más allá, y los demás que pudiesen haber considerado lo dicho por Giulian como una muestra de grosería independientemente del comportamiento de la mujer, ciertamente estaban muy complacidos. Iván por su parte miraba a Sam con extrema preocupación, porque aunque parecía muy serena, él la conocía mejor que nadie y sabía la tormenta que estaba formándose detrás de los ojos violeta.  La sonrisa de Althea había vacilado en sus labios pero se había rehecho de inmediato.

-         No has dejado de ser el mismo y aún te funciona, porque sigo derretida por ti  -- dijo sonriéndole coquetamente.

-         Lo siento por ti, porque la hermosa mujer que ves a mi lado es mi esposa  --  dijo Giulian con extrema satisfacción al ver su cara

La mujer vaciló, miró a Sam, miró a Dan y luego a Giulian de nuevo decidiendo que aquello debía ser una broma y soltó una carcajada.

-         ¿La hija de Dan?  Sí claro. No creo que Amy te lo hubiera permitido, ella te conoce mejor que nadie y además una… ¿niña?  no podría satisfacer tus exigentes necesidades amor  --  dijo mirando con desprecio a Sam

Ahora sí Danny estaba decididamente furioso, Gail miró a la mujer en forma peligrosa, Amy se puso violentamente de pie y Garlan dio un paso hacia Althea sujetándola por un brazo.

-         ¡He dicho que ya basta!  --  dijo con ira

Pero definitivamente había gente a la que le gustaba desafiar su buena fortuna, pensó Aderyn mientras sujetaba a Gail.

-         Eso estoy más dispuesta a creerlo  --  dijo la estúpida mujer mirando a Garlan  --  Aunque no eres precisamente del tipo paternal,  con toda seguridad Amy debe haber estado encantada de entregarte a su hija

Pero aunque Giulian estaba furioso, no hubo tiempo de que nadie hiciera o dijera nada, porque escasos segundos después a la mujer comenzó a brotarle una fea erupción en el rostro. Comenzó a chillar y Garlan la soltó mientras ella  se llevaba las manos a la cara y veía con horror que éstas también tenían feas ronchas.

Danny sonrió con inmensa satisfacción y a nadie sorprendió que Amy también. Dan miró a su hija que seguía mirando a la distancia e Iván le sujetó un brazo a Sam

-         Sam por favor  --  le dijo

-         No  --  contestó simplemente la chica.

Armel habría podido detener aquello pero lo estaba disfrutando tanto como los demás, aparte de sentirse muy satisfecho por el enorme dominio que había demostrado Samantha de su control mental, porque después de todo él era su profesor y tenía derecho a sentirse así.

Althea se alejó gritando adolorida y aterrorizada pero Sam no hizo nada por deshacer lo que fuera que hubiera hecho. Ella no era de naturaleza cruel pero esa estúpida mujer se lo había buscado.

-         ¿Seguimos con nuestra cena?  --  preguntó Amy decididamente feliz.

Tanto Dan como Giulian estaban visiblemente molestos. Amy, Danny y Gail seguían con sonrisa de satisfacción al igual que Elar, Daira y Armel. En el caso de Peter y Anne que habían asistido al espectáculo sin saber qué pensar, seguían en la misma situación. De modo que Iván pensó que se imponía una explicación de lo ocurrido.

-         Escuchen,  esa mujer fue con nosotros al colegio. Y todos…  --  dijo vacilando un poco  --  en algún momento nos sentimos atraídos por ella. Era una chica muy insistente y la verdad era difícil ignorarla.

Todos lo miraban con mudo asombro, ya que por alguna razón no podían imaginarse a Iván sintiendo atracción por esa mujer.

-         Nadie en su sano juicio creerá eso Iván, así que deja de protegernos  --  dijo Dan  

-         Y yo puedo asumir mis propios errores. Esa mujer fue y sigue siendo una zorra. Es cierto que hizo de todo para llevarte a la cama pero no lo consiguió  --  le dijo Giulian  -- En cuanto a mí, no había que hacer grandes esfuerzos para eso. Es algo de lo que no estoy orgulloso pero que tampoco puedo negar.

Esa explicación aunque cruda, les pareció más acorde con la realidad.

-         Estoy muy orgullosa de  ustedes  --  dijo Amy  --   quizá tenga que aceptar que en realidad están madurando.

Sam miró a Giulian y aún en contra de lo que todos pudieran haber esperado sabiendo lo celosa que era, acarició su mejilla y le dio un beso, de modo que pudieron continuar su cena con tranquilidad.

Sin embargo, aquella noche estaba destinada al fracaso, porque cuando ya salían Estefanía Lery estaba haciendo su entrada en el local en compañía de otras personas, pero  nada los hubiera podido preparar para la reacción de la mujer. Estefanía, una mujer por lo general  fría y controlada, se le fue encima a Samantha.

-         ¡Tú, ramera indecente!  -- gritó con odio y levantando la mano con evidente intención de golpearla.

A pesar de que todos se habían quedado estupefactos incluida Sam, Giulian reaccionó por instinto y sujetó la mano de la mujer.

-         Cuidado Estefanía  --  siseó con ira contenida  --  estás insultando a lo que me es más precioso.

-         No es más que una cualquiera barata que enloqueció a mi hijo y ahora está en Fangelsi por su culpa  --  dijo la otra

-         Tu hijo no es más que lo ustedes hicieron de él, un mal nacido cobarde que golpeó e intentó violar a MI esposa. Está donde debe estar como el criminal que es. Así que escúchame bien, de ahora en adelante, si ella tiene la poca fortuna de encontrarse contigo de nuevo, te esforzaras en tratarla con sumo respeto y en ningún caso volverás a levantar la mano en su contra o pagarás caro tu osadía.

Todos miraban unos enfurecidos como era el caso de los padres de la chica y sus hermanos, mientras que Daira, Elar y los esposos McKenzie miraban aterrados con la seguridad de que Giulian mataría a aquella mujer, pero Alaric y Armel ya estaban preparados para impedirlo, porque Garlan estaba mirando a Estefanía con una expresión muy parecida a la de los Douglas, la de Iván y la de Giulian.

-         Giulian…  --  dijo Sam en un gemido casi inaudible.

Nadie la había escuchado excepto él, y cuando volteó sintió que el mundo dejaba de girar. Sam se había doblado por la cintura y estaba recostada de una pared. Giulian soltó a Estefanía y corrió hacia Sam. Todos se giraron al ver el súbito cambio de actitud de Giulian y se quedaron helados.

-         Giulian…creo que… --  dijo ella con un hilo de voz.

-         No te preocupes princesa, todo va a estar bien te lo prometo  --  dijo más confiado de lo que en realidad se sentía  --  Rápido tenemos que llevarla al hospital  --  dijo mirando a Dan y a Iván

Todos se pusieron en movimiento excepto Danny que para sorpresa de todos estaba pálido y recostado de la pared, y Garlan que a pesar de la conmoción, se acercó a Estefanía.

-         Si le sucede algo a ella o a sus bebes, te juro que te encontraré donde quiera que estés y te haré pedazos.

Y a ninguno de los que lo escuchó le cupo la menor duda de que cumpliría su amenaza, porque el peligroso brillo asesino de sus ojos no dejaba lugar a ninguna duda y todos conocían de primera mano el poder destructor de aquel individuo.

Llegaron al hospital y enseguida Daira e Iván se ocuparon de que atendiesen a Sam con la mayor celeridad. Giulian quería entrar con ella pero no lo dejaron, Iván le dijo que debía esperar a que la revisaran. Dan estaba desesperado, esto no estaba bien, aún no era tiempo de que los bebes nacieran, se suponía que faltaba casi un mes. Al cabo de un rato salieron Daira e Iván en compañía de un Läkare y por sus caras supieron que algo no iba bien. Amy sujetó con fuerza el brazo de Elar, y Dan había palidecido al recordar lo sucedido con Liz.

-         Señor Cornwall, debemos tomar una decisión. No podemos hacer nada para detener el nacimiento pero es muy probable que debamos decidir entre salvar a los niños o a su esposa.

Aquello los tomó a todos por sorpresa. Elar vio que Iván tenía los ojos llenos de lágrimas y quiso acercarse pero Amy estaba a punto de desvanecerse y ciertamente Dan no estaba mucho mejor. Armel no sabía a quien ayudar y Alaric se había quedado paralizado. Garlan estaba más allá de las palabras y miraba a Giulian rogando para que dijese lo que él esperaba escuchar.

Giulian había sentido que algo muy frío recorría su cuerpo y un miedo  cerval se había apoderado de él pero no dudó ni un minuto.

-         Sálvela a ella, cueste lo que cueste, sálvela a ella.

Danny, Gail y Garlan soltaron el aire. Las mujeres lloraban pero nadie con mayor desconsuelo que Amy. Dan  le tenía una mano en el hombro a Giulian que parecía a punto de desmayarse. Aderyn y Diandra sostenían a Danny que  estaba dividido entre el dolor físico, el dolor emocional por su hermana y la furia que sentía hacia Estefanía Lery.

Escucharon un grito que los paralizó de terror. Danny que se había puesto de pie, sintió de nuevo un fuerte dolor en la zona de la espalda y el abdomen y se dobló por la cintura. Sintió que pasaba pero se preparó para pasar una muy mala noche. Sin embargo, para sorpresa de todos, se dirigió hacia Garlan.

-         Garlan necesito que me…

-         Ya lo sé pero no estás condiciones, yo lo haré

-         Y yo voy contigo  --  dijo Gail

Alaric no necesitaba que nadie le aclarase nada, sabía perfectamente lo que estaba sucediendo y fue tras Garlan y Gail.

Había pasado aproximadamente una hora cuando estuvieron de regreso y traían prácticamente a rastras a Estefanía, de modo que todos los miraron muy sorprendidos.

-         ¿McEwan qué haces?  --  preguntó Dan pero él no prestó atención y se dirigió a Danny

-         Aquí la tienes Douglas  ¿Qué quieres hacer con ella?  --  le preguntó

Danny acercó  una silla y sentó a Estefanía  al lado de la puerta y la ató a ella.

-         No podrás moverte y no podrás desmaterializarte. Permanecerás sentada ahí y escucharás cada uno de sus gritos de dolor  --  dijo con rabia  --  si todo sale bien vivirás, pero si algo sucede, te juro que no volverás a ver la luz del sol  --  concluyó y luego miró a todos como desafiando a que alguien lo contradijera pero nadie se atrevió.


Daira se asomó y le dijo a Giulian que ya podía pasar y éste entró corriendo. Pasó otra hora y todo lo que podían hacer era escuchar con angustia los gritos de dolor de Sam. Dan se sentía impotente, recordó cuando sus hijos nacieron pero había sido mucho más rápido, sufrió mucho en esa oportunidad cada vez que Amy sentía el dolor pero el de su hija lo estaba destrozando. Danny por su parte sufría de forma física el dolor de su hermana, pero sabía que muy probablemente no se comparaba con lo que ella estaba sintiendo y eso lo hacía mirar con un odio profundo a Estefanía  quien a sus ojos era la responsable de todo. Armel intentó ayudar a Danny pero al parecer el lazo que unía a éstos gemelos era demasiado fuerte y era poco lo que podía hacer.

Daira asomó de nuevo la cabeza, le dijo Amy que Sam quería verla y ésta se apresuró a entrar. 

-         Madre, ya sé que no he sido la mejor de las hijas pero…  --  dijo con apenas un hilo de voz

-         Tranquilízate linda  --  le dijo Amy conteniendo las lágrimas  -- esto pasará en un momento.

-         Escúchame por favor  -- insistió la chica  --  si yo no puedo resistirlo, júrame que cuidarás a mis bebes y a Giulian.

Éste se encontraba cercano al estado de shock y solo sostenía su mano deseando que eso fuera suficiente para mantenerla a salvo. Amy pensó que era inconveniente discutir con su hija en ese momento de modo que se limitó a hacer lo que le pedía.

-         Te lo juro. Pero todo saldrá bien, ya lo verás.

-         Mamá quiero ver a papá.

Amy le dio un beso en la frente y salió presurosa a buscar a Dan. Éste entró con el corazón hecho pedazos, miró a su hija y no fue capaz de decir nada. Ella lo miró mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

-         ¿Papá podrías quedarte conmigo hasta el final?

Dan le tomó la otra mano y se quedó a su lado. Cuando otro desgarrador dolor la atravesó, sintió que la abandonaban las fuerzas y caía por un túnel oscuro. Tanto Giulian como Dan sintieron que el corazón había dejado de latirles cuando las manos de Sam perdieron la fuerza con la que los sujetaba. Miraron con terror a Iván pero éste les dijo que solo había perdido el sentido. Un mecanismo de defensa del organismo para recuperar un poco la fuerza.

Sam sentía que caía en el vacío pero ya no sentía dolor. Pensó  en sus bebes y se sintió triste, pero sabía que había mucha gente que cuidaría de ellos. También pensó en Mael y que moriría sin haber podido volver a verlo. Luego comenzó a ver a su alrededor figuras conocidas. Liminiades fue la primera en hablar.

-         Ten paciencia, las cosas pueden parecer pero no ser.

-         Estoy muy cansada Liminiades, solo quiero que todo termine.

-         Tienes un compromiso que aún no has cumplido  -- escuchó que le decía Aine – en un momento todo habrá terminado.

-         Solo otro pequeño esfuerzo y podrás continuar  --  dijo Sealkie  -- tu energía está restableciéndose.

-         Solo soy un ser humano normal y siento que mis  fuerzas se agotaron.

-         Estás viendo las cosas equivocadamente  --  dijo Aine  --  no eres un ser humano común. Eres una Arzhvael. ¿Sabes la diferencia entre un Arzhvael y un humano normal?

Sam buscó la respuesta a esa pregunta, sabía que en el algún lugar de su cerebro debía estar pero Aine continuó.

-         Los  seres humanos utilizan un porcentaje muy pequeño de la capacidad de su cerebro, los Arzhvaels en cambio lo utilizan todo, es por eso que son capaces de  percibir aquello que a los ojos humanos se escapa. En tu caso, no solo percibes lo que sucede en tu dimensión sino que tienes la capacidad de ver también la nuestra y eso te da el poder de modificar la materia y los pensamientos. Puedes proyectar tus pensamientos y crear la realidad que otros perciben. De modo que  no solo no eres un ser humano común, sino que eres una Arzvhael muy poderosa y tienes un deber que cumplir.

Sam estaba tratando de asimilar todo lo que estaba escuchando ¿Modificar la materia y los pensamientos? A su mente acudieron dos hechos. La aparición en la que nadie podía percibir su presencia y Waldweibleim le había dicho que tenía que desear ser vista. Y el episodio donde pudo entrar en los pensamientos de alguien y modificarlos. Las cosas iban tomando forma en su cerebro. ¿Pero justamente ahora? ¿Cuando ya no tenía fuerzas para continuar?

-         Busca la ayuda que necesitas en este momento en tu sangre. Sabes lo que tienes que hacer  --  dijo Sealkie.

Unas caras que le resultaban extrañamente familiares se acercaban a ella. Madre, es hora de volver. Trató de mirar mejor pero se alejaban de prisa.

-         Es hora de regresar mi señora, se acerca el momento  --  dijo Liminiades

Todo comenzó a oscurecerse a su alrededor y de pronto volvió el dolor. Apretó las manos que estaban entre las suyas y gritó, pero una vez que pasó el dolor, pensó en lo que le acababan de decir. Necesitaba a su hermano y lo necesitaba YA.

El tiempo que Sam permaneció desmayada, los que estaban afuera se consumían de la preocupación. Si bien es cierto que la angustia era terrible al oírla gritar, no escuchar absolutamente nada no era mejor. Algo sucedía. Mientras los dos hombres que permanecían dentro se debatían entre una momentánea tranquilidad y la pregunta de si volvería a abrir los ojos. Dan no recordaba haber experimentado un dolor y una angustia parecida. Giulian por su parte, ni siquiera podía permitirse pensar que pudiera perderla, sabía que moriría él también. E Iván aunque había asistido a muchos partos, incluido el nacimiento de su propio nieto, pensó que ninguno se comparaba con aquel. Sam era su niña y cada dolor, cada quejido, le dolían en el alma.

Cuando Sam volvió en sí, tuvieron un breve lapso de alegría hasta que el dolor volvió a atenazar sus gargantas al escucharla gritar. Pero se recuperó y habló:

-         Papá… necesito a… Danny, y lo necesito ahora.

No había tiempo para preguntar o para discutir. Dan asomó la cabeza y llamó a su hijo. Danny dudó un momento, miró a  Estefanía y se dirigió a Gail y a Garlan

-         Háganse cargo  --  no fue una petición, fue una orden y ambos haciendo gala de su lealtad se acercaron a la mujer.

-         No creas que porque él no esté te puede ir mejor, yo también estoy dispuesto a matarte sin que me tiemble el pulso  --   dijo Gail

-         Normalmente salvamos vidas, pero te juro que no sentiré ningún arrepentimiento si tengo que suprimir la tuya  --  le dijo Garlan

Danny los miró agradecido  y entró detrás de su padre. Cuando vio a su gemela sintió que una mano helada le apretaba el corazón.

-         Danny…  te necesito  --  dijo la chica casi sin fuerzas

-         Aquí estoy Sam  --  le dijo tomando la mano que su padre había dejado libre

Los Läkares se mostraron en desacuerdo por la cantidad de gente dentro pero tuvieron que desistir, ya que ninguno estaba dispuesto a salir de allí y ciertamente no estaban en posición de discutir con Daira que era su jefe ni con aquellos cuatro conocidos y peligrosos Arzhaelíes.

-         Los necesito a los dos… para poder… traer a estos bebes al mundo.

-         No te vamos a abandonar  --  dijo Dan

Sam sintió que se acercaba otra contracción y se apresuró.

-         Giulian por favor, coloca tus manos en mis hombros, necesito tu fuerza

-         De acuerdo princesa  -- y se colocó en la posición que le había indicado

-         Y de ustedes lo que necesito es el poder que reside en nuestra sangre.

Nadie entendía muy bien lo que estaba pasando pero tampoco iban a discutir con ella y  aunque les resultaba todo muy extraño, obedecieron sus órdenes. Lo que ellos no sabían, era que ella estaba recibiendo indicaciones de sus espíritus guardianes. Aine le había indicado las posiciones que debían tomar.  Sealkie, le decía donde concentrar su energía. Liminiades se concentraba en mantener su calor corporal, cuya temperatura bajaba con cada contracción. Y Waldweibleim, le proporcionó el último recurso que necesitaba, una daga de plata. Sam soltó a su padre, tomó la daga y siguiendo las instrucciones de Aine, se las transmitió  a su padre.

-         Papá, haz un corte en la palma de mi mano y…

Pero Dan no necesitó más, recordó el conjuro que habían realizado cuando los gemelos nacieron y se apresuró a llevar a cabo la petición. Con un movimiento preciso hizo el corte en ambas manos de su hija, se hizo uno él y uno en la palma de la mano de Danny para después ambos unir sus manos a las de Sam.

-         Iván…  --  lo llamó Sam

-         Aquí estoy linda  -- dijo él secándose las lágrimas

-         Iván ya vienen, prepárate a recibirlos

Los Läkares estaban a punto de preguntar qué demonios estaban haciendo, cuando Daira les ordenó apartarse justo en el momento que una intensa luz blanca los cegó. El dolor atravesó a Sam y no hubo tiempo para que hicieran preguntas, porque enseguida la cabecita del primer bebe se asomó e Iván se preparó para recibirlo. Sam hizo un nuevo esfuerzo y logró alumbrar a su primer hijo. Se escuchó el llanto  del bebé pero no hubo tiempo para mucho más, porque el otro venía en camino. Iván le entregó el bebé a Daira, y Sam escuchó la voz de Giulian de forma muy lejana.

-         Es un varón princesa  -- dijo emocionado  --  otro pequeño esfuerzo mi vida  -- agregó con la voz quebrada.

Sam sintió que iba a partirse en dos pero hizo un último esfuerzo y el segundo bebé vio la luz pero Samantha no pudo ver a sus hijos porque perdió el sentido. Danny se tambaleó pero se rehízo. Dan miraba con angustia la mano inerte de su hija y pensó lo peor. Giulian se aferraba a sus hombros como si de esa manera pudiera aferrarla a la vida. Sin embargo, Iván les aseguró que solo estaba inconsciente por el esfuerzo pero que estaría bien.

Daira le entregó a  Danny  a uno de sus sobrinos e Iván le dio el otro bebé a Dan. Ellos se acercaron a Giulian que después que Iván le aseguró que Sam estaría bien, se dejó caer contra la pared del fondo con las lágrimas que había estado derramando durante todo el proceso aún corriendo por su rostro, y a través de ellas miró por primera vez a sus hijos. Dan y Danny tenían sonrisas en sus labios pero él no sabía si tendría la fuerza suficiente para tomar en sus brazos a los gemelos que lloraban a todo pulmón, pero cuando Dan puso al primero de ellos en sus brazos, el bebé dejó de llorar de inmediato, así que Danny hizo lo mismo con el mismo resultado.

-         ¡Felicidades amigo  ya eres padre!  --  le dijo Iván


Faltaban solo cinco minutos para que el día terminara, cuando el mundo había recibido a los gemelos Cornwall Douglas.

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