Cap. 69 Padre e hijo…

Después del paseo y de llevar a los niños a comer, Mael pensó qué hacer a continuación. Evidentemente Jonathan debía estar muy ocupado aun, porque no se había molestado en enviarle ni un miserable mensaje para saber si Daira no lo había matado. Por supuesto Mael dudaba que fuese así, pero aunque Daira era sumamente pacífica, él sabía que Jonathan tenía la muy dudosa habilidad de sacar de quicio al ser más paciente de la tierra. Durante el tiempo que había durado su voluntario exilio, Mael había descubierto a Jonathan en más de una ocasión pensando en la arzhaelí, y a pesar de que le costaba mucho creer que en realidad su amigo estuviese tan interesado en una sola mujer, se había hecho evidente que así era. Lo que preocupaba a Mael era el posible interés de Daira, y habiendo sido testigo del enorme esfuerzo que había hecho Jonathan desde siempre por hacerle la vida miserable a la pobre, no estaba muy seguro de si tendría alguna oportunidad.

-          Papi  --  escuchó la voz de su hijo

-          Dime  --  dijo girando la cabeza

-          Lizzy  --  dijo el chico señalando a la niña que Mael tenía en brazos

-          ¿Qué sucede con Lizzy?

-          Se durmió

Mael miró a la niña y notó que era cierto, Lizzy había recostado la cabeza en su hombro y se había quedado dormida. Mael pensó en dirigirse a la casa de los McKenzie y entregarle la niña a Anne pero eso le supondría una serie de preguntas acerca de dónde estaba Jonathan y una indecente cantidad quejas por parte de Anne con relación a la responsabilidad de su hijo.

-          Puede venir a casa con nosotros  --  dijo Elijah

Ya Mael no se sorprendía de la capacidad que tenía su hijo para siempre parecer saber lo que pensaban o sentían los demás.

-          Muchas veces G la ha llevado a casa  --  insistió el niño

-          De acuerdo, iremos a casa entonces  --  dijo él tomando la mano de Elijah

Se encaminaron al Dver pero iba pensando en la conversación que había tenido con Elijah el día de su regreso. Cuando habían llegado lo primero que hicieron fue presentarse ante Eowaz, quien se había mostrado sumamente complacido de verlos.

-          Me alegra mucho tenerlos de vuelta  --  había dicho el anciano

-          Gracias señor  --  contestaron ambos

-          Pero si me lo permite  --  dijo Jonathan  --  Quisiera ir a ver a mi familia y luego vendré a ponerme al corriente de cualquier cosa que deba saber

-          Por supuesto, ve  --  le había dicho Eowaz y el chico no perdió el tiempo marchándose enseguida,  después Eowaz miró a Mael  --  Tú también puedes ir a ver a tu hijo y luego conversamos  --  sin embargo, Mael había negado

-          Primero me gustaría saber qué ha sucedido con todos en mi ausencia

-          De acuerdo, Samantha…

-          De ella lo sé todo señor, me refería a los demás  --  lo interrumpió él

Eowaz lo miró y después de un momento se sintió tranquilo recordando las palabras de Freyja, Mael siempre amaría a Samantha pero de una forma distinta y eso le permitiría vivir en paz y sin dolor. Le había hecho un recuento de los últimos acontecimientos relacionados con su familia, con la Orden y con algunos amigos.

-          ¿Zimmerman?  --  había preguntado Mael al final

-          Todo marcha muy bien con él, no es especialmente sociable, pero tenemos varios así  --  dijo Eowaz con una sonrisa  --  y está haciendo un muy buen trabajo con el grupo de Giulian. Tienes buen instinto Mael, y no te equivocaste con él

-          Me alegro por él  --  había dicho el chico, se despidió de Eowaz, pero antes de llegar a la puerta…

-          Mael  --  lo llamó el Arzhaelí y él se giró  --  Bienvenido

-          Gracias señor, por todo

En cuanto dejó el despacho de Eowaz, se dirigió a Arx. Escuchó que todos estaban en el salón pero él subió directo a la habitación de su hijo.

-          ¡Papi!  --  había exclamado Elijah

-          ¡Padrino!  --  había gritado Brendan

Y ambos habían corrido hacia él que los recibió en sus brazos.

-          A ver  --  dijo separándose un poco para mirarlos  --  ¿Cómo está el par de terremotos?

-          ¡Bien!  --  dijeron ambos, después de eso Elijah había mirado a Brendan y éste caminó hacia la puerta

-          ¡Ey!  --  lo detuvo Mael  --  ¿Dónde crees que vas?

-          Déjalo papi, Bren tiene algo que hacer  --  Mael lo miró con expresión de sorpresa, porque dudaba mucho que un niño de tres años, tuviese algo qué hacer y solo  --  ¿No me crees?  --  preguntó Elijah

-          Por supuesto que te creo, pero…

-          Va a estar bien pero si quieres envía a Blaidd con él  --  y era justamente lo que estaba pensando hacer Mael

Una vez que estuvieron solos, Elijah tomó el rostro de su padre entre sus manitos y lo miró a los ojos. Como de costumbre a Mael le pareció estar mirando sus ojos en un espejo.

-          Ya no estás triste  --  dijo el niño

-          No hijo, no lo estoy  --  le dijo él, aunque Elijah no había hecho una pregunta sino una afirmación categórica

-          ¿Volverás a marcharte?

-          Solo cuando deba hacerlo

-          Bueno, porque mami lloró mucho  --  aquello le sentó como una patada en pleno estómago a Mael  --  G le dijo que no lo hiciera, porque tú volverías y…

-          Un momento  --  lo detuvo él  --  ¿G?

-          Giulian  --  aclaró Elijah

-          ¿Giulian?  --  preguntó con cierto asombro  --  ¿Ya no lo llamas papá?

-          Tú eres mi papá

-          Lo sé pero…  --  se detuvo en cuanto Elijah elevó una ceja en forma idéntica a su madre, lo que significaba que había dado por concluido el tema

Esa noche no habían podido hablar mucho, porque paralelamente mientras hablaban Mael escuchaba lo que les decía Sam a los demás, de modo que cuando iba a decirle a Elijah que regresaría luego…

-          Mami te necesita  --  y ahora Mael sí mostró su sorpresa

-          ¿Elijah… cómo…?

-          Ve con ella  --  dijo el chico de forma terminante

Mael había bajado pero con la creciente sensación de que en el último año habían ocurrido más cosas de las que esperaba y que debía averiguar a la mayor brevedad.

Al día siguiente se levantó temprano y fue a la habitación de los niños, quería ser el primero en felicitar a su hijo,  como esperaba el niño ya estaba despierto y Willow terminaba de supervisarlo mientras se vestía. Elijah siempre había sido sumamente independiente e insistía en vestirse solo. Sam entró unos minutos después y como Brendan seguía dormido bajaron ellos tres a desayunar. En cuanto terminaron, Mael salió con el chico al jardín y mientras caminaban hacia el lago, Elijah sonrió.

-          ¿Qué sucede?  --  le preguntó

-          A G le va a doler la cabeza  --  dijo el chico ahogando la risa

Mael se detuvo en seco y miró al niño. La noche anterior había estado pensando que cuando Elijah le había dicho que bajase porque su madre lo necesitaba, era debido a esa especial conexión que parecía tener Elijah con ambos, tanto con él como con Sam, pero ahora estaba bastante seguro de la razón por la que había dicho que a Giulian le dolería la cabeza, porque mientras caminaban él lo había escuchado llamar a Sam y quejarse, ya que los gemelos estaban haciendo de las suyas. Sin embargo, y hasta donde sabía, Elijah estaba muy pequeño como para haber desarrollado el sentido del oído de esa forma, de modo que se agachó hasta quedar a la altura de su hijo.

-          ¿Elijah, escuchaste lo que dijo Giulian?

-          Sí

No obstante, Mael miró hacia arriba y aun pensó que tal vez los gritos de Giulian podían percibirse con facilidad casi a cualquier distancia y quiso cerciorarse. Prestó atención y luego miró a Elijah.

-          ¿Hijo, puedes escuchar a mami?  --  y él volvió a asentir

-          Está riñendo a G  --  dijo con una sonrisa maligna idéntica a la de Samantha en opinión de Mael

-          No creo que eso sea gracioso Elijah  --  le dijo sintiéndose obligado quién sabía por qué razón a ser solidario con Giulian

-          Sí, sí es, porque G se lo busca

Mael suspiró con resignación porque aquel era un argumento imbatible, de modo que optó por dejarlo así y continuaron su camino hacia el lugar que parecía ejercer fascinación en Elijah desde que había llegado a vivir allí.

-          Nunca me has dicho por qué te gusta tanto el lago  -- le dijo mientras se sentaban en la orilla

-          Tengo amigos ahí  --  dijo él con la mayor naturalidad

-          ¿Cómo has dicho?

-          Viven muchas personas ahí abajo

De acuerdo, se dijo Mael, debía conservar la calma y tratar de entender. Seguramente aquella explicación solo se trataba de la natural imaginación infantil, porque ciertamente Mael era consciente de la cantidad de criaturas que habitaban las aguas, pero de ningún modo Elijah podía referirse a ellas como sus amigos, aunque siempre estaba la posibilidad de que hubiese visto algún hada del agua, porque aunque estas criaturas se dejaban ver poco, lo hacían más frecuentemente con los niños, como era también el caso de Gwyn  el hada protectora de los Cornwall. De manera que probó por ese lado.

-          ¿Has visto a alguna de ellas?  --  le preguntó

-          Sí claro, veo a muchas cuando estoy allí

-          ¿Allí dónde?

-          En el Lago

-          ¿Como ahora?

-          No papi, dentro del Lago  --  después de decir eso, pareció pensar en algo y miró a Mael  --  ¿Quieres venir conmigo papi?

-          ¿Quieres decir bañarnos en el Lago?

-          No, vamos a visitar a mis amigos

Mael lo miró y pensó que para ser imaginación, aquello estaba llegando muy lejos, por tanto no podía ser eso.

-          Hijo, las personas no podemos respirar bajo el agua  --  pero Elijah no pareció entender bien eso, de modo que se lo hizo más gráfico  --  Mira, si coloco mi mano sobre tu nariz y tu boca, así  --  dijo haciéndolo  --  no puedes respirar ¿comprendes?  --  y el chico asintió  --  Bien, si entramos al lago, una vez que estemos bajo el agua no podremos respirar

-          Yo sí  --  dijo Elijah con sencillez

Mael iba a decir algo pero repentinamente cayó en la cuenta de algo que había olvidado. Sam era descendiente casi directa de una Sirena, pero aun así y hasta dónde él sabía, ni ella ni Danny, ni la misma Amy, podían respirar bajo el agua.

-          ¿Hijo, le has dicho esto a tu madre?

-          No

-          ¿Por qué?

-          Mami estaba muy triste desde que te marchaste y después estudia mucho y los gemelos  --  Mael entendió sin necesidad de que siguiese, pero Sam tenía que saber aquello  --  ¿Vienes?  --  preguntó el chico después de un rato de silencio

-          Elijah, tal vez tú puedas hacer eso pero yo no  --  él lo miró durante unos segundos y luego se levantó y caminó hacia el lago  --  ¿Dónde vas?

-          Voy a preguntar

-          Espera, espera  --  dijo intentando detenerlo, pero el chico ya había metido la cabeza en el lago

Sin embargo, y como el resto de su humanidad estaba afuera, Mael se tranquilizó. No obstante, la tranquilidad comenzó a desaparecer porque el tiempo pasaba y Elijah seguía con la cabeza bajo el agua.

Mael estaba por sujetarlo cuando Elijah se incorporó, sacudió sus empapados cabellos y se giró hacia su padre, pero Mael no tuvo ocasión de decir o preguntar nada, porque al minuto siguiente…

-          Saludos Berserker

-          Ella es Naiad, papi  --  dijo Elijah alegremente

-          Señora  --  saludó Mael doblando de inmediato una rodilla a tierra

-          Ponte de pie, te lo agradezco pero no soy merecedora de tu pleitesía  --  dijo la criatura  --  Eres padre de la sangre de Gwargedd Annwnk y de Lorelai, de modo que eres tú quien merece reconocimiento.

Mael se incorporó y se permitió mirarla bien. Era una mujer de extraordinaria belleza, tenía el cabello negro azulado y los ojos… ¡violeta!  ¡Era una Ninfa!  Mael se preguntó en qué demonios había estado pensando y cómo había sido tan estúpido como para olvidar aquella doble filiación de los gemelos.

-          Señora, lamento que haya sido…

-          No tienes por qué, él tiene derecho a solicitar mi presencia y yo estoy obligada a obedecer  --  dijo mirando a Elijah

-          Puedo preguntar la razón

-          Porque fui designada como el espíritu guardián de la sangre de mis señoras

De modo que era como Gwyn, pensó Mael. Sin embargo, los gemelos nunca la habían visto, de eso estaba seguro, pero luego se dijo que con la vida tan azarosa que habían llevado y debido a que sus primeros años estuvieron alejados de su mundo, habría sido difícil aquel contacto.

-          Pero aun así, siempre estuve cerca  --  le aseguró el hada, y luego agregó  --  Él tiene derecho a visitar nuestros dominios y no debes temer por su seguridad, porque todas las criaturas que lo habitan siempre velarán por él y nada malo va sucederle mientras esté con nosotros

-          Te lo agradezco  --  dijo Mael

-          Ahora debo volver

Se despidió de Elijah y desapareció en el lago. El niño miró contento a su padre pero Mael estaba pensando que eran muchas las cosas que sin duda aun le faltaban por descubrir de su muy especial hijo.

-          ¿Ahora si me crees papi?

-          Nunca dije que no lo hiciera  --  pero de pronto Elijah se puso serio

-          Me dijeron que tú no puedes acompañarme  --  algo que no extrañó a Mael  --  pero Naiad siempre vendrá si quieres hablar con ella  --  eso le pareció grandioso pero dudaba que le sirviese de algo

El resto del día y aun durante la fiesta de cumpleaños, Elijah estuvo contándole de las muchas veces que había bajado al lago y Mael se preguntaba dónde demonios estaban todos cuando aquello había ocurrido y cómo era posible que nadie lo hubiese notado.

-          Mi abuelo me sacó del lago una vez  --  le dijo Elijah en un momento determinado, y después de eso el chico sonrió  --  y después Dan y G tenían cara de susto

Aquella era otra de las cosas de Elijah que nadie parecía entender. Dan era Dan, pero Iván era abuelo, aunque Amy solía decir que eso era porque Dan era demasiado infantil como para que lo considerasen abuelo. Pero obvió eso por irrelevante, ahora tenía asuntos más importantes en los cuales pensar y otro era ese comportamiento y la forma de expresarse de Elijah que en ningún caso se correspondía con la de un niño de su edad. Ellos habían aceptado el hecho cierto de que era un chico inteligente, pero esto iba más allá y por primera vez se sintió preocupado con relación a la forma como había sido concebido su hijo y a lo que había sido sometido, preguntándose si todo lo que le hicieron estaba incidiendo en ello, y en si a pesar de que ya no estaba bajo la influencia de ninguna droga ni medicamento de ninguna especie, los que había recibido antes seguían afectándolo.  Pero como él no tenía la respuesta a ninguna de esas preguntas, decidió que lo mejor que podía hacer era hablar con Eowaz y con Iván, y tal vez someter a Elijah a alguna clase de prueba para saber si todo marchaba como era debido.

Sin embargo, cuando al día siguiente Mael había hablado con los Arzhaelíes, ambos se mostraron en desacuerdo. Iván le dijo que él personalmente se encargaba de vigilar que la salud y  el crecimiento de Elijah fuesen los esperados y así era, ya que  tenía una salud inmejorable, el peso y la estatura si bien era un poco mayor al correspondientes a un chico de su edad medidos a partir del momento en el que fue liberado del tratamiento nemhain, no podían que olvidar que era un berserker y por tanto no era tan inusual.  En cuanto al vocabulario y a la inteligencia que exhibía fue Eowaz quien lo reprendió, porque en más de una ocasión había tenido oportunidad de hablar con Elijah y si bien era cierto que se expresaba con una corrección que no se correspondía con su edad, tampoco era algo que pudiesen considerar anormal y él apostaba a la inteligencia superior del niño.

Cuando pasaron al tema de las desarrolladas habilidades que tenían que ver con su herencia genética, sí se mostraron más sorprendidos, ya que generalmente éstas se desarrollaban cuando eran un poco mayores y ambos se comprometieron a averiguar al respecto, ya que en aquel caso sí era probable que el acelerado desarrollo al que lo habían sometido, hubiese afectado igualmente el desarrollo acelerado de sus habilidades. Aun así, decidieron llevarlo a Arx y practicarle varia pruebas tendientes a comprobar de la forma más concluyente posible si estaba siendo víctima de algún efecto retardado o de largo plazo ocasionado por las drogas y químicos con las que había sido tratado.

Sin embargo, había transcurrido un mes y Mael aun no tenía respuestas concretas aunque tampoco parecía haber nada anormal en su hijo y en ese momento cuando estaban llegando a la casa y Elijah estaba ofreciendo su cama para que acostase a Lizzy, un enorme temor asaltó a Mael y esperaba que este no tuviese ninguna base cierta, porque lo que menos quería era ver pasar a su hijo por el infierno y el dolor que a él le había tocado vivir y aunque Elijah estaba sumamente pequeño, viendo cómo todo se desarrollaba a tanta velocidad en él, Mael hizo un ruego silencioso a los Dioses para que protegiesen a su hijo del horror por el que él había tenido que pasar.