LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

viernes, 15 de agosto de 2014

Cap. 67 Al fin una…



Unos días después del nacimiento de Nathaniel, Sam dormía un sueño agitado, Giulian despertó al sentirla removerse entre sus brazos y se alarmó al escucharla sollozar.

-          Princesa  -- intentó con suavidad pero ella no despertaba y seguía igual  --  ¡Princesa!  --  llamó más alto

Aun tardó algunos segundos en despertar por completo y se sentó sobresaltada en la cama. Giulian la abrazó e intentó que se serenase, pero ella se había aferrado a su cuello y lloraba con desesperación.

-          Tranquila mi amor, solo era un mal sueño  --  le dijo él

Aunque ella finalmente se tranquilizó, no pudo volver a dormir. Las imágenes se repetían una y otra vez en su mente. Veía a Giulian ensangrentado, muriendo y ella no podía hacer nada. Escuchó la lenta respiración de él  y elevó la cabeza. Intentó moverse con cuidado para no despertarlo de nuevo, y cuando consiguió una posición más cómoda, se quedó mirándolo hasta el amanecer. Cuando él abrió los ojos, se encontró con los ojos violeta que lo miraban.

-          Buenos días princesa

-          Prométeme algo Giulian  --  él la miró con extrañeza, pero sonrió antes de responder

-          Lo que quieras mi vida, y así el mundo entero esté incluido, igual lo tendrás.

-          Es mucho menos que eso, pero mucho más importante para mí  --  le dijo  --  Prométeme que nunca vas a dejarme

Aquello sorprendió tanto a Giulian, que pensó que no había escuchado bien.

-          ¿Dejarte?  --  preguntó alarmado  --  Princesa tú eres mi vida, la única forma en la que…

-          Justamente eso es lo que tienes que prometerme que no sucederá  --  insistió ella

El cerebro de Giulian registró con rapidez que aquello debía obedecer a la pesadilla que ella había tenido durante la madrugada, de modo que la atrajo hacia sí.

-          Nunca mi amor, nunca voy a dejarte, te lo prometo

Samantha pasó ese día nerviosa e intranquila, prestó poca atención a las clases y llegó a casa sumamente cansada. Pasó un momento por la habitación de los niños, les dio un apresurado beso y fue a recostarse un rato, pero cuando Giulian subió extrañado porque ella estaba tardando en bajar a cenar, la encontró profundamente dormida y decidió dejarla descansar. Pero si hubiese sabido lo que en realidad estaba haciendo, con toda seguridad habría procurado despertarla.

-          Mi señora debes acompañarme  --  dijo Liminiades

-          ¿A dónde?  --  preguntó Sam pero de pronto se vio en un prado, y aunque estaba segura que era de noche, éste se encontraba bañado por la luz del sol, y a su alrededor se encontraban los elementales

-          Mi señora hay algo importante que queremos informarte  --  dijo Sealkie  --  Hemos solicitado permiso para comenzar con tu entrenamiento, pero se nos ha indicado que debemos esperar

-          Sin embargo, se nos ha autorizado para revelarte un asunto de suma importancia  --  dijo Aine  --  Hace muchos años, los señores de los elementos se vieron obligados a desterrar y encerrar en una prisión a uno de ellos por los grandes males que estaba causando tanto a tu mundo como al nuestro. Tu ancestro Myrddhin les prestó un gran servicio al ayudarlos en esa tarea, y es por ello que en agradecimiento, se lo otorgaron todos los poderes de los elementos, a él y a su descendencia, pero él mismo decidió que no todos estaban preparados para hacer un uso adecuado de ellos, razón por la cual sus descendientes han heredado algunos de esos poderes en mayor o menor medida, pero nunca todos. A él le fue revelada una profecía, según la cual en un momento determinado, surgiría un Arzhvael con la habilidad de liberar todo el mal que había sido encerrado, y ese momento coincidiría con el nacimiento de su heredera, y la única con derecho a recibir y manejar todos los poderes de los que él ha sido portador, y cuya misión sería detener esta catástrofe.

Samantha estaba intentando asimilar todo aquello, pero no se atrevía a pensar en lo que le había dicho su padre, y que adquiría otro significado ahora.

-          El momento está cada vez más cerca mi señora  --  dijo Liminiades  --  Según la instrucción que se nos ha dado, debes terminar tu educación y algunos otros asuntos que tienes pendientes, y entonces será el momento de iniciar el entrenamiento, tanto tú, como aquellos a los que consideres de tu entera confianza  para compartir la pesada tarea que te aguarda

Aunque Samantha estaba realmente alarmada, porque pensaba que así fuese cierto que ella era la heredera de Myrddhin, no estaba ni remotamente preparada para hacer frente a una catástrofe de aquellas dimensiones.

-          Lo estarás mi señora, debes confiar en ti y en los que comparten tu sangre  --  dijo Sealkie

-          Por lo pronto debes regresar, estaremos a tu disposición siempre que nos necesites, y llegado el momento de iniciar tu entrenamiento, vendremos por ti  --   dijo Aine

-          Aguarda  --  dijo Sam  --  ¿Cómo sabremos si esa cosa es liberada?

-          Descuida, nosotros lo sabremos porque habrá ciertas señales de ello

Aquello no la convencía mucho y la tranquilizaba menos, pero no tenía más alternativa que confiar en lo que le decían. De modo que se despidió de todos, y regresó.

Samantha despertó con la sensación de tener un peso en el corazón, y en realidad así era, porque recordó la reunión con los elementales y lo que le habían informado. Pensó que debía hablar con su padre, pero luego lo pensó mejor y decidió esperar a la noche y pedir a los chicos que viniesen, de ese modo les informaría a todos de una vez.

Aquel día fue especialmente agitado, porque al día siguiente era el cumpleaños de Elijah y día de San Valentín, de modo que después de las clases, se fue a casa a toda prisa porque aunque Elar le aseguró que ella se encargaría de lo que faltaba, a Sam no le parecía justo dejarle todo el trabajo a ella porque además ahora tenía a Nathaniel. Se alegró de al menos haber comprado ya el obsequio para Giulian, porque no le habría dado tiempo de ir al centro comercial ese día.

Los chicos llegaron a la hora convenida y una vez que todos estuvieron reunidos, Sam suspiró y pensó en alguna forma de evitar que Giulian comenzase a subirse por las paredes al escuchar lo que iba a decirles, pero en realidad no la había, de modo que se dispuso a comenzar su relato y luego vería cómo enfrentarse a la posible reacción de Giulian.

-          Si los he reunido hoy, es porque tengo algo importante que decirles  --  comenzó, y les contó todo tal y como lo recordaba y añadió al final  --  De modo que cuando se presente el individuo con intención de abrir la prisión, tendré que detenerlo.

A pesar de que todos la miraban en asombrado silencio, Danny no era de los que podía permanecer mucho tiempo así.

-          ¿Pero… y cómo lo sabremos?

-          Ellos deben tener una especie de vigilancia, porque me dijeron que me avisarían cuando se presentase

-          Bueno, independientemente de quién sea el desgraciado que va a hacer esto, tenemos que empezar a prepararnos  --  dijo Gail

-          Claro, imagino que tendremos que aprender un montón de cosas antes de estar preparados para enfrentarnos a él  --  opinó Aderyn

-          Más que preparación teórica, habrá que reforzar la habilidad y la rapidez  --  dijo Dan

-          Y más aun la percepción, si nos vamos a enfrentar a una fuerza como esa, no es solo cuestión de habilidad y fortaleza física  --  agregó Iván

-          Pero coincido con Aderyn en que la preparación en cuanto a magia antigua, nos vendría muy bien  --  dijo Elar

-          Bueno, creo que tendremos de desempolvar alguno viejos libros  --  opinó Amy

-          Aparte de todo eso, tenemos que organizarnos con los niños, porque tía Anne sola no podrá cuidarlos a todos y no sabemos cuanto tiempo nos tome esto  --  dijo Diandra

Sam los miró y pensó que ni siquiera les había informado aún que los elementales le habían dicho que podría escoger quienes la ayudarían con la tarea, y sin embargo ahí estaban todos haciendo planes para ayudarla. Se sintió tan agradecida, que unas lágrimas asomaron a sus ojos.

-          Supongo que yo ya había dejado suficientemente claro, que no te dejaría sola nunca, ni en esto, ni en nada  --  dijo Danny poniéndose de pie y acercándose a ella

Sam supuso que Danny había estado observándola y había tenido acceso a lo que estaba pensando, pero no tuvo tiempo de decir ni hacer nada, porque en ese momento…

-          ¿Sola?  -- escucharon que decía una voz conocida  --  Eso no sucederá mientras yo esté vivo

-          ¡MAEL!

El jubiloso grito de felicidad que salió de todas las gargantas fue ensordecedor, pero la primera en reaccionar fue Sam, se levantó volcando la silla y corrió hacia él lanzándose en sus brazos. Después de un momento se separó y lo miró.

-          ¿Cómo estás Nena?  --  pero las lágrimas le tenían la garganta cerrada  --  Pensé que te alegraría verme, así que me entristecen esas lágrimas

-          Tonto  --  logró decir ella

-          Hazme sitio Sam, que tengo que asestarle un buen golpe a este infeliz  --  dijo Gail, pero en cuanto Sam se apartó le dio un fuerte abrazo

Las chicas lloraban y reían al igual que Sam, pero sin duda el más emocionado era Iván, que esperó a que todos lo saludasen y asegurarse de que su voz no iba a traicionarlo, para acercarse.

-          Bienvenido a casa hijo  --  le dijo mientras lo abrazaba

-          Gracias padre  --  y luego miró a Elar  --  Entiendo que me he perdido de unas cuantas cosas, un hermano incluido

-          Un hermano y unos cuantos sobrinos  --  dijo Gail

-          No sabes lo contenta que estoy de que hayas vuelto Mael  --  lo saludó  Elar

-          Gracias Elar, pero más que por la bienvenida, por hacer feliz a quien tanto lo merece

-          Felicidad que ahora sí está completa  --  agregó ella mirando a Iván cuyos ojos brillaban en aquel momento

Después de eso Sam quiso explicarle a Mael lo que acababa de informarle a la familia, pero él le dijo que no era necesario porque ya lo había escuchado todo, ya que estaba arriba con Elijah.

-          Y repito que si en algún momento pensaste que estarías sola, es porque no me conoces lo suficiente  --  le dijo

-          Lo siento  --  dijo ella bajando la mirada  --  es que… no estabas… te fuiste y no sabía donde…

-          ¡Ey!  --  dijo levantándole el rostro  --  Así hubiese estado en el fin del mundo habría vuelto, porque  una vez te dije que estaría siempre que me necesitaras y no he cambiado de opinión

-          Gracias Mael  --  dijo ella abrazándolo de nuevo

En ese momento Willow anunció la cena, pero antes de dirigirse al comedor, Samantha se acercó a Giulian que había permanecido en obstinado silencio con relación al asunto de los elementales. Sam lo miró, y después de unos instantes él abrió los brazos y ella se refugió en ellos.

-          Tendrías que matarme para no ir contigo a donde fuera necesario princesa

Ella se lo agradeció infinitamente, ya que sabía el conflicto con el que estaba batallando en su interior, había podido ver la tormenta detrás de sus azules ojos, y sin embargo había decidido apoyarla.

Pasaron al comedor, y las chicas comenzaron a contarle a Mael todo acerca de los angelitos de la familia, pero mientras ellas hablaban, Samantha se había dedicado a observar con más detenimiento a Mael, llegando a la conclusión de que había cambiado mucho. Y no era solo en el aspecto físico, que ya era bastante, porque no solo su complexión parecía haberse fortalecido, sino que su expresión era otra, había unos prematuros hilos de plata en sus cabellos, y sus ojos tenían una frialdad que no estaba allí antes. Pero lo que más impresionó a Sam y la hizo preguntarse dónde había estado y qué había estado haciendo, fue que a pesar de seguir tratándolos a todos de la misma forma, la frialdad que veía en su mirada, también parecía emanar de su persona. Esto también fue percibido por Iván, pero a diferencia de Samantha, él tenía una idea más clara de las razones, y solo esperaba que el dolor hubiese podido ser mitigado.

-          ¿Ya viste a los gemelos, Mael?  --  preguntó Giulian 

-          No aun no

-          ¿Por qué? ¿No estabas con Elijah?  --  preguntó Sam

-          Sí, y quise verlos cuando llegué, pero no me pareció apropiado si tú no me autorizaba a ello.

-          ¡Mael! Tú no necesitas esa clase de autorización  --  dijo ella con indignación

-          Te pido disculpas entonces

Sin embargo, Sam lo miraba entre enfadada y dolida por su actitud. Sin duda era mucho lo que Mael había cambiado.

Una vez finalizada la cena subieron, pero como ya Mael había saludad a su hijo y a Brendan, fueron directamente a la habitación de Danny,  donde estaban sus hijos y el de Gail al cuidado de un Nisser, ya que no se arriesgaban a dejarlos solos en ningún momento y así se lo hicieron saber a Mael.

-          Pues con todo lo que me has contado, no me extraña, lo que sí me extraña es que Di no te haya asesinado  --  dijo Mael con una sonrisa

-          Te aseguro que no me han faltado las ganas  --  dijo ella

-          Dreo y Vladmir han crecido mucho  --  dijo acercándose a los niños que jugaban en el piso

-          Y los problemas han crecido con ellos  --  aseguró Aderyn

Después de eso fueron a la habitación de los gemelos y como de costumbre, las cosas orbitaban por encima de ellos.

-          ¡Vaya!  --  exclamó Mael

-          Ya te lo habíamos advertido  --  dijo Danny

-          Y por fortuna en este momento son solo los juguetes y no ellos mismos  --  agregó Gail  --  más de una vez hemos tenido que salir a perseguirlos en nuestras Glides  --  y Mael rió imaginándose el asunto

-          Tienen tus ojos  --  le dijo a Sam  --  pero son idénticos a ti  --  agregó mirando a Giulian, para suprema satisfacción de éste

-          Este es Derian Iván  -- estaba diciendo Sam  --  y éste, es Darien Mael  --  y él la miró con asombro  --  y si aceptas, nos gustaría que fueses su padrino  --  Mael los miró a ambos y luego se acercó al gemelo alzándolo

-          Hola Darien  --  le dijo y el bebe le sonrió  --  Creo que vamos a llevarnos bien tú y yo jovencito

-          ¿Eso es un sí?

-          Por supuesto Nena  --  le dijo y ella sonrió aliviada, porque no sabía la razón pero por un momento pensó que podía decirle que no

Después de eso fueron a ver al  recién nacido Nathaniel que dormía en su cuna, aun así Mael lo alzó y se sintió verdaderamente feliz por Iván, y ciertamente Iván no podía estar más feliz en ese momento.

El cumpleaños de Elijah se desarrolló sin mayores inconvenientes, aparte de las travesuras ya normales. Elijah prácticamente no se movió del lado de su padre en todo el día, algo naturalmente lógico después de tanto tiempo sin verlo. Brendan iba y venía pero la mayor parte del tiempo estuvo con Dreo y Vladimir que según pudo constatar Mael, no se sentaron ni un minuto. Los gemelos Douglas siendo tan pequeños aún, estuvieron casi todo el rato dormidos, mientras que los gemelos Cornwall parecían un tornado, tan pronto estaban en un lugar como en otro, y eso que aun no caminaban.  Pero en líneas generales, no hubo desastres que lamentar.

Febrero se iba con la misma celeridad que Enero, ya Nathaniel tenía un mes, era un bebé hermoso, tenía los serenos ojos verdes de su padre, y ya le había comenzado a crecer un rubio cabello tan claro como el de Elar.  Pero lo que más llamaba la atención de todos, era que Nathaniel era un bebe sumamente tranquilo, apenas si lloraba por nada, y hasta el presente no había hecho nada extraño que alterara la paz y tranquilidad de sus padres. Esto por supuesto, traía a Giulian sumamente preocupado, porque al menos en el caso de los gemelos, no pasaba un día sin que hubiese que detener el acelerado crecimiento de las plantas a su alrededor, o uno en el que no tuviesen que atraparlos antes de que escapasen por alguna ventana abierta. Y en  los casos de Elijah y Brendan, seguían desapareciendo hacia los lugares más insólitos sin que nadie pudiese hacer nada para detenerlos.

De Dreo y de Vladimir mejor ni hablar, porque aquellos dos eran desastres naturales, y todos estaban convencidos que cualquier día los techos les caerían encima. Y si hablamos de los otros gemelos, Ian y Ethan, el asunto no mejoraba mucho, porque el día que cumplieron dos meses Danny casi sufre un infarto. Estaba en su habitación terminando de vestirse y Diandra aun no salía del baño cuando escuchó a Dreo a gritar.

-          ¡Papaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! 

Danny soltó la camisa que estaba por ponerse y abandonó la habitación en carrera, pero cuando llegó a la de sus hijos se quedó paralizado. Prácticamente toda la habitación estaba en llamas. A pesar de la impresión, Danny reaccionó de prisa convocando un escudo, entró a toda prisa, sacó a los gemelos de las cunas y como pudo alzó a Dreo también y los sacó de allí. Cuando salía con los tres niños, Diandra ya corría hacia allá. Danny le dio a los gemelos y volvió para extinguir el fuego. Una vez que pasó la conmoción, Diandra seguía muda y muy pálida, pero Danny se agachó y miró a su hijo mayor.

-          ¿Dreo, tu hiciste esto?  --  pero el niño movió la cabeza en forma negativa

Si bien era cierto que Dreo era terrible, también lo era que no mentía, y por la carita de susto que tenía Danny estaba seguro que no había sido él.

-          Dime que estoy imaginando cosas  --  dijo Diandra que parecía haber encontrado su voz

-          Espero que sí  --  dijo Danny

Pero  en breve serían desengañados y notarían que no estaban imaginando nada, porque  los pequeños gemelos Douglas parecían tener especial adicción por aquel elemento y donde quiera que estuviesen, solía arder un alegre fuego en los momentos más inconvenientes.

 Estando así las cosas, Aderyn comenzó a preguntarse qué clase de desastre sería su próximo hijo y miraba con cierta envidia a Elar.

El sábado durante la cena familiar y mientras las chicas hablaban de las últimas diabluras de los niños, Giulian miraba con preocupación a Iván, hasta que éste se hartó.

-          ¿Qué sucede Giulian? ¿En qué nuevo lío estás metido?  --  le preguntó

-          En ninguno

-          Claro  --  dijo él en tono sarcástico, mientras todos miraban a Giulian  --  Suéltalo de una vez

-          Es que estaba pensando…

-          Algo de antemano peligroso  --  dijo Elar, pero él no le prestó atención

-          … ¿has pensado en hacer que un Läkare examine a Nathaniel?

-          ¿Y por qué iba a hacer eso?  Está perfectamente sano

-          Lo dudo mucho, ese exceso de tranquilidad es preocupante y…

-          ¡Giulian Alexander!  --  exclamó Amy  --  ¡Eres el mayor de los…!

Pero tanto ella como los que se estaban partiendo de risa, quedaron súbitamente en silencio cuando Aderyn lanzó un grito evidentemente de dolor. Iván reaccionó con celeridad pero no tanta como la de Mael que ya estaba al lado de la chica y la estaba alzando.

-          ¡A Arx!  --  alcanzó a decir Iván, y el chico desapareció de su vista

-          ¡Vamos Gail!  --  dijo Sam halándolo por un brazo  --  Mamá por favor, hazte cargo de los niños

Dan, Diandra y Danny ya habían corrido al Dver, mientras Sam y Giulian arrastraban a Gail. Cuando llegaron Mael esperaba a las puertas de la sala y Gail tenía la pregunta en los ojos.

-          Tranquilo, ya Iván la está atendiendo

-          ¿Daira está con él?  --  preguntó Sam

-          No, él le envió un mensaje pero aun no ha llegado, pero hay otro…  --  se interrumpió cuando un Läkare asomó la cabeza

-          El padre puede pasar  --  de modo Gail entró

Sin embargo, apenas habían pasado unos minutos, cuando Mael sonrió y los miró a todos.

-          Todo salió bien

-          ¿Cómo que todo salió bien?  --  preguntó Danny  --  ¿Ya nació?  --  preguntó con incredulidad

-          Pues sí

Todos lo miraron sorprendidos, había sido casi tan rápido como el de Diandra y no habían alcanzado a avisar a los padres de la chica. De modo que Diandra se apresuró a enviar el mensaje. Unos minutos después salió Gail, y ellos se acercaron de prisa.

-          Dime que es un niña por favor  --  dijo Giulian y el chico sonrió con malignidad

-          Pues…

-          ¡Demonios, no puede ser!  --  exclamó Giulian y Gail rió

-          Sí, sí es una niña

En ese momento la bebé comenzó a llorar y Sam se la quitó de los brazos a Gail. Era una linda bebita con los cabellos tan rubios como rayos de sol a la que dieron por nombre Lyseryd  Adwyn. Giulian se acercó y miró a su sobrina y sonrió.


-          ¡Al fin una!  --  dijo muy contento y todos rieron

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