Giulian y Dan caminaban
nerviosos de un lado a otro, mientras que Elar y Aderyn permanecían juntas y
tomadas de las manos. Pero de pronto todos se quedaron paralizados.
-
¡Son gemelos! -- exclamó Gail en forma jubilosa
-
¿Qué? -- preguntaron Dan y Giulian al mismo tiempo
-
Que son gemelos, dos chicos
-- repitió Gail
-
¡Demonios! -- exclamó Dan
Elar y Aderyn se habían
abrazado y reían alborozadas, y luego se habían dirigido hacia el aún
sorprendido Dan y lo abrazaban. Mientras que Giulian veía con espanto hacia la
puerta de la habitación. Si los demás no lo habían pensado él sí y si tenía
aquella expresión, era porque se estaba imaginando dos “Dreos” más.
Unos minutos después, salió
Iván confirmando la noticia, y agregando que Diandra estaba bien y que descansaba en ese momento.
-
¿Cómo son? -- preguntó Dan
-
¿Están bien? -- fue la pregunta de Elar
-
Si amor, los tres están bien
-- y luego miró a Dan -- aun
no podemos saberlo, pero por lo pronto, el poco cabello que tienen es tan negro
como el tuyo.
Mucho rato después,
salieron Sam y Amy con los bebés en brazos y todos se apresuraron para
mirarlos. Iván había tenido razón, ambos chicos tenían sus cabecitas cubiertas
por una fina capa de lo que parecía pelusa, pero tan negra como el ala de un
cuervo. En ese momento tenían los ojitos cerrados, pero Amy dijo que los tenían
azules, y Dan arrugó el entrecejo porque en su opinión, ningún Douglas podía
tener otro color de ojos que no fuese violeta.
-
No seas necio Dan, no son hijos de Danny nada más --
dijo Aderyn cuyo embarazo ya todos sabían que la ponía directamente
desagradable
-
¿Ya saben cómo van a llamarlos?
-- preguntó Elar
-
Pues no, Di está inconsciente aún y Danny…
-
¿Qué? -- preguntó Dan mirando a su hija
-
Pues creo que aun no encuentra su
voz -- dijo Sam ahogando la risa
-
Y lo entiendo, sé personalmente lo que se siente, además de que el pobre
infeliz debe estar imaginando lo que le espera
-- opinó Giulian
-
¿Te estás quejando de tus hijos Giulian Cornwall? -- preguntó Sam en tono peligroso
-
¡Por supuesto que no princesa!
-- se apresuró a contestar él
Tanto Dan como Iván,
sonrieron en forma maligna, el primero porque siempre le divertía ver como
Giulian le tenía pánico a Samantha, y el segundo, porque sabía perfectamente lo
que estaba pensando Giulian.
Como todo había sucedido
tan de prisa, no habían tenido ocasión de avisar a los McKenzie, de modo que
Gail se encargó de ello y un rato después regresaba en compañía de Anne y
Peter. Ambos se emocionaron mucho, y a pesar de que Anne pensaba en forma similar
a Giulian, estaba igualmente muy contenta. Finalmente, y cuando Diandra
despertó, Danny asomó la cabeza.
-
¡Felicidades! -- exclamaron todos al verlo
-
Gracias, ahora veremos si logro mantenerme con vida, porque si se
parecen solo un poco a Dreo, Di va a matarme
-- dijo el chico y todos rieron
Ya era muy tarde cuando se
fueron a dormir, pero al día siguiente Sam se levantó muy temprano y luego de
pasar por las habitaciones de los niños, se fue directamente a la de Danny.
-
Buenos días -- saludó la chica y caminó directo hacia la
cama -- ¿Cómo te sientes? -- le
preguntó a su cuñada
-
Cansada, pero bien -- dijo la chica
-
No tuve ocasión de felicitarte anoche
-- le dijo acercándose y dándole
un beso en la mejilla -- Los gemelos son preciosos.
-
Gracias Sam
En ese momento entraron sus
padres en compañía de Giulian, y después de saludar y felicitar a Diandra, se
acercaron a ver a los niños.
-
¿Y cómo van a llamarlos? -- preguntó Dan con desconfianza
-
Ian Denoel el que nació primero,
y Ethan Demael el segundo -- dijo Diandra sin darle ocasión a su marido de
fastidiar a su padre.
-
¿Y cómo sabes quién es quién?
-- preguntó él -- Yo
los veo iguales
-
Este de acá es Ian -- dijo Danny señalando la cuna de la
derecha -- y lo sé porque Sam les colocó esto --
dijo señalando una diminuta esclava en la muñeca del bebé -- Ian
la lleva en la derecha y Ethan en la izquierda
-
Buena estrategia -- opinó Dan
Danny, Diandra y los niños,
se quedaron en Averdeen hasta el día
de año nuevo, después de lo cual volvieron a su casa. Por fortuna y para
tranquilidad de Giulian, tuvieron en fin de año relativamente en paz.
El nuevo y último semestre
para Sam y los suyos en el instituto, comenzó muy ajetreado y con la noticia de
que Iván dejaba la dirección del mismo. A todos les sorprendió mucho, pero como
Iván aun no podía decirles la razón, tuvieron que contentarse con la
explicación de que Eowaz finalmente había decidido liberarlo de algo que en
realidad él nunca había querido. Waleska
fue designada como nueva directora y las actividades continuaron su curso.
Sam seguía intrigada por el
trabajo que realizaban los Arzhaelíes, más que todo porque estas actividades
solían realizarlas en las noches, pero entre las clases y el tiempo que
demandaban los niños, especialmente los gemelos que eran decididamente
hiperactivos, no había tenido mucho tiempo para pensar en aquello.
Enero se fue la velocidad
de la luz, y el segundo día de febrero, poco después de haber llegado al Instituto
y mientras estaban en la clase de Ciencias de la Salud, Amy recibió un urgente
mensaje de Daira.
-
Amy, Elar acaba de entrar
en trabajo de parto
Ninguno de ellos se molestó
ni siquiera en excusarse, sino que todos corrieron hacia la salida, se metieron
a toda prisa en el Dver y se
dirigieron al Hospital de Arx. Casi chocan con Iván y con Giulian que iban
llegando en aquel momento. Iván corrió en dirección al área de emergencias con
los demás tras él, pero no podían pasar de allí, de modo que no les quedó más
alternativa que esperar pacientemente.
Cuando Iván entró, Daira
estaba al lado de la asustada Elar, y sostenía su mano intentando
tranquilizarla.
-
¡Iván! -- exclamó ella al verlo entrar
-
Tranquila mi amor, ya estoy aquí -- dijo
él acercándose, tomando su mano y acariciando su cabello con suavidad
-
Tengo miedo -- dijo ella
-
No tienes por qué, tenemos que traer un bebé al mundo y vamos a hacerlo
juntos mi vida -- le dijo con su serenidad característica
Pero a pesar de que exhibía
la tranquilidad que le era propia, estaba muy lejos de sentirla. Si bien era
cierto que Iván sabía perfectamente cómo hacer aquello, y había asistido los
partos de mujeres que le eran tan importantes como Diandra, Aderyn y Sam, no
era menos cierto que tratándose de su propio hijo, se sentía como un
principiante. Sin embargo, hizo todo cuanto estuvo en sus manos por
tranquilizar a Elar, pero a pesar de que todo marchaba bien, aquel fue un
proceso largo que duró ocho angustiantes horas.
Afuera, todos estaban al
borde de sus nervios. Tanto a Dan como a Giulian, hacía mucho que se les había
pasado las ganas de molestar a Iván en cuanto saliese, y ya solo querían que
todo aquello acabase. Danny y Gail iban y venían sin saber muy bien qué hacer,
y ciertamente Danny agradecía a los Dioses que Di no hubiese tenido que vivir
tantas horas de dolor, en tanto que Gail había puesto en práctica todos los
métodos que conocía para evitar escuchar los gritos de dolor de Elar que lo
estaban enloqueciendo. Aderyn que se encontraba en su último mes de embarazo,
se sentía angustiada por la proximidad de su parto, y aunque ya tenía un hijo,
la angustia del momento la estaba afectando mucho. Diandra decidió hacer algo
para calmar sus propios nervios y fue en busca de los padres de Elar. Mientras
que Amy y Sam, se habían retirado a un rincón y se concentraban en canalizar su
energía para ayudar a Elar y a Iván.
Eowaz llegó en compañía de
Armel, Alaric y Garlan, aunque éste último se notaba que venía a la fuerza, por
algún motivo a Garlan le disgustaban los niños, y dado el motivo que los llevó
allí, aquel era el último lugar donde quería estar, pero Alaric casi lo había
arrastrado con ellos. Eowaz y Armel se unieron a Sam y a Amy, con el fin de
canalizar mayor cantidad de energía, ya que contar con los demás era inútil
porque estaban demasiado nerviosos.
Tanto Daira como Iván,
estaban al borde del agotamiento físico y mental, después de aquellas ocho
horas de angustia. Hacía alrededor de una hora, que Iván había sentido el aumento
en la corriente de energía, algo que agradeció infinitamente a quienes lo
estuviesen haciendo, pero ahora con la mayor de las emociones, se preparaba a
recibir por fin a su hijo.
-
Solo un poco más mi vida -- le dijo a Elar y le hizo un gesto a Daira
indicándole que ya el bebé estaba por nacer
-
Vamos Elar, ya falta poco -- le dijo a su amiga que estaba en estado de
semi inconsciencia
Elar hizo lo que esperaba
fuese el último esfuerzo y perdió el sentido, de modo que Iván que ya sostenía
la cabecita del bebé en sus manos, tuvo que extraer el resto del cuerpo sin
ayuda de la madre. Una vez que lo tuvo por completo en sus manos, unas
silenciosas y emocionadas lágrimas escaparon de sus ojos. A pesar de que
acababa de abandonar el vientre materno, y por lo tanto aun estaba todo
manchado con su sangre, Iván pensó que nunca había visto algo más hermoso.
-
¿Iván? -- preguntó Daira y la angustia se reflejaba en
su voz
-
Absolutamente perfecto -- dijo él levantado su mirada
Daira respiró aliviada y se
permitió sonreír, Iván le entregó el bebé a una de las Nyrs que lo asistía y
terminó de atender a Elar. Después de eso, se lavó las manos y pudo coger en
brazos de nuevo a su bebé y se acercó a Daira.
-
Gracias Daira
-
¡Oh Iván, es tan hermoso! -- dijo mirando al bebé -- Y
estoy muy feliz por ustedes
Él se inclinó sobre su
esposa y depositó un beso sobre sus labios, pero decidió dejarla descansar.
Había sido un trabajo tremendamente duro y necesitaba reponerse.
-
Ve a avisarles a todos, deben estar muriendo de angustia -- le
dijo Daira -- Yo me quedo con Elar.
En cuanto Iván abrió la
puerta y salió con el bebé en brazos, fue recibido por el grito jubiloso de
todos.
-
¿Y bien? -- preguntó Dan
-- ¿Chico o chica?
-
Es un varón -- dijo él sonriente
-
¡Diablos! -- exclamó Giulian -- No
puede ser, otro pequeño demonio -- y recibió un golpe en la cabeza cortesía de
Aderyn
-
Bueno hermano, ahora sí estás oficialmente destronado -- le
dijo Danny a Gail, pero este no le prestó atención, ocupado como estaba mirando
a su hermano
Pero Iván había dejado de
prestar atención a los que lo rodeaban y buscaba a Sam, porque ella no estaba
entre los demás y eso le extrañaba mucho.
-
¿Dónde está Sam? -- preguntó, pero antes de que Armel pudiese
decirlo, dos cosas sucedieron al mismo tiempo
Poco antes de que el bebé
naciera, Armel había suspendido su emisión de energía en la dirección en la que
la estaban enviando, y la había desviado hacia Samantha porque sintió como se
debilitaba, y una vez que todo había finalizado y que Amy había corrido hacia
Iván cuando lo vio salir, él se quedó junto a Sam.
-
Creo que te esforzaste mucho, deberías ir a descansar -- le
dijo
-
Estaré bien Armel, solo dame un minuto
-- le dijo ella, él asintió y se
dirigió hacia donde estaban los demás
Unos minutos después, Sam
se puso de pie y caminó también hacia allá, pero no estaba tan bien como
pensaba, comenzó a caer y unos brazos detuvieron su caída. Más allá Danny había
sentido un repentino vacío en el estómago y se sujetó a su padre.
-
Vamos Niña -- estaba diciendo Garlan que era quien había
sujetado a Sam -- ¿Qué te sucede ahora? ¡Cornwall!
-- escucharon los demás mientras
miraban a Danny que aun se sostenía de Dan
Al escuchar a Garlan,
Giulian había apartado a Diandra que era la que estaba a su lado, y había
corrido hacia donde Garlan sostenía Samantha. Giulian se la quitó de los brazos
y la acercó a una silla, mientras Armel se maldecía por haberla dejado y Eowaz
la miraba con preocupación.
-
Déjame lugar Cornwall -- le dijo Armel, pero como no se apartaba,
Garlan y Dan lo hicieron a un lado
-
¡Suéltame infeliz! -- exclamó él, pero ninguno de los dos lo hizo
-
Quédate quieto estúpido, Armel sabe lo que hace -- le
dijo Garlan
Armel colocó sus manos a
ambos lados de la cabeza de Sam, y comenzó a estabilizar su energía. Mientras
tanto, a poca distancia de allí y en un plano donde nadie podía verlos, los
elementales sostenían una conversación.
-
No podemos esperar más --
decía Aine
-
Yo estoy de acuerdo -- dijo Liminíades
-
Posee una energía intensa,
pero a pesar de su entrenamiento, aun no sabe manejarla --
dijo Sealkie
-
Porque los conocimientos de
su dimensión, no son suficientes para manejar esa clase de energía --
agregó Aine
-
Creo que ha llegado el
momento de que pidamos autorización para que comience su entrenamiento formal --
dijo Waldweibleim
Después de unos
minutos, Armel retiró sus manos y ella
comenzó a abrir los ojos. Se sorprendió al verse rodeada por todos.
-
Princesa -- dijo Giulian, a quien los otros ya habían
soltado
-
Lo siento, no sé qué… -- pero se detuvo y miró a Iván que a su vez la
veía con expresión de preocupación -- Iván el bebé…
-
Tranquila linda, todo salió bien y…
-- se volvió hacia Amy que
sostenía al niño tomándolo de nuevo
-- … aquí está -- le
dijo mostrándoselo
Sam se sintió muy
emocionada cuando Iván lo colocó en sus brazos. Era un hermoso bebé de mejillas
sonrosadas y sin un solo cabello en su cabecita, pero a juzgar por lo que
estaba viendo, sería tan alto como su padre, ya que para ser un recién nacido
era enorme.
-
Es hermoso Iván -- dijo y luego lo miró --
¿Cómo está Elar?
-
Bien, ahora descansa porque a pesar de que todo salió bien, fue un
proceso demasiado largo -- le dijo
-- Pero ahora usted jovencita,
debe irse a casa a descansar
-
Pero…
-
Sin peros -- le dijo, le quitó al bebé y se volvió a
Giulian -- Llévatela. Ahora.
Giulian no esperó a que se
lo repitiera, la aferró por la cintura y caminaron hacia el Dver. Una vez que se habían marchado,
los demás volvieron su atención al recién nacido y Armel se apartó con Eowaz.
-
Esto no es normal -- le dijo
-- Me consta que sabe manejar la
energía, me dio mucho trabajo durante el entrenamiento, pero sabe hacerlo. De
modo que algo no está bien
-
Iván ya me había comentado algo parecido, pero no tengo una respuesta y
solo puedo hacer conjeturas.
-
Pero generalmente aciertas con tus conjeturas --
dijo el Arzhaelí -- ¿Qué has pensado?
-
Sabemos que es poderosa, tal vez sus niveles de energía son tan intensos
que están produciendo esto
-
Pero eso no tiene mucho sentido
-
Depende de cómo lo veas. Al ser tan intensa y el no saber dosificarla,
es posible que sea lo que la deja tan débil. Pero como dije, solo son
conjeturas y es lo mejor que tengo por el momento.
Después que todos se habían
marchado, Iván dejó al bebé en la cuna y se acercó a la cama, acarició la
mejilla de Elar y ésta abrió los ojos. Al principio lucía desorientada, pero
Iván vio cómo los recuerdos acudían con rapidez a su memoria.
-
Iván…
-
No tienes que preocuparte por nada mi vida, todo salió bien y somos
padres de un hermoso bebé -- le dijo sonriéndole --
Gracias mi amor
-
¿Dónde está? -- preguntó llena de emoción --
Quiero verlo -- Iván se inclinó y luego de un dulce beso se
alejó hacia la cuna
El niño dormía, pero cuando
Iván lo levantó abrió los ojos. Él sonrió y luego de acariciar con suavidad la
mejilla del bebé, lo colocó en los brazos de su madre. Elar lloraba y reía al
mismo tiempo, porque no podía creer que aquella maravilla fuese suya y aun
pensaba que soñaba.
-
Hola chiquito -- murmuró con emoción
-
Cielo, creo que nuestro hijo es cualquier cosa, menos chiquito
-- dijo Iván con diversión
-
Tiene tus ojos -- dijo ella
-
Eso aun no podemos saberlo mi amor, suelen cambiar al pasar unos días
-
Sé que serán iguales a los tuyos
-- insistió ella y él sonrió
-
¿Estás escuchando bebé? -- preguntó Iván
-- Mamá quiere que tengas mis
ojos, de modo que tendrás que esforzarte para complacerla
-
Creo que bebé no se escucha
bien mi amor -- dijo ella
-- ¿Qué tal… Nathaniel Vladimir?
Ahora fue le turno de Iván
de emocionarse, porque él pensó que ella querría darle el nombre de su padre, y
aunque él le había dicho que le gustaría que si era varón al menos como segundo
nombre llevase el de quien fuese su mejor amigo, en ningún caso esperó que ella
decidiese colocarle como primer nombre el segundo suyo. De modo que no podía
sentirse más feliz, y por ende, Elar lo estaba mucho más, porque no había nada
en el mundo que ella quisiese más, que hacerlo feliz.
-
Gracias mi vida -- le dijo dándole un beso, y mientras el verde
de sus ojos se veía decorado por un cristalino y sospechoso brillo, agregó --
Juro amarlos y protegerlos todos y cada uno de mis días -- y
mirando a su hijo -- Bienvenido al mundo Nathaniel Vladimir
Natchzhrer Devian
Iván agradecía a los Dioses
que después de tanto dolor y sufrimiento, le hubiese sido concedida la gracia
de ser feliz de nuevo, y solo pedía una cosa más, que Mael regresase lo antes
posible a sus vidas y su felicidad estaría completa.
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