LMA 3

LMA 3
La vida que habían vivido hasta ahora había sido peligrosa pero nunca se sentaron a ver lo que sucedía, sino que participaron activamente en todo ello. Ahora tenían que reconstruir sobre las cenizas de la tristeza y de la pérdida, y para poder seguir tenían que comenzar todo de nuevo. Nunca nada sucede como suponíamos o como teníamos previsto pero siempre el universo nos brinda una nueva oportunidad. La vida les había dado mil razones para llorar pero ahora se disponían a encontrar otras mil para reír, debían dejar descansar a los que se habían ido pero siempre tendrían un lugar en el recuerdo y en el corazón de todos, y disponerse a comenzar… Una nueva vida

martes, 24 de junio de 2014

Cap. 03 Cambios…



Al día siguiente Mael y Sam fueron llamados por Eowaz para saber qué decisión habían tomado con respecto al niño y a su situación futura, porque desde que abandonaron el Salón la noche  anterior, nadie había vuelto a verlos. Cuando entraron, Sam sintió pena al ver los cansados semblantes de Giulian e Iván, sin duda ninguno de los dos había descansado a la espera de noticias.

-         Lamento haberlos molestado tan temprano  --  se disculpó Eowaz  --  pero estamos en medio de la reorganización y siendo ustedes miembros importantes de nuestra comunidad, necesitamos saber qué han pensado hacer.

-         Ya se lo dijimos anoche señor  --  dijo Sam  --  Vamos a quedarnos con nuestro hijo, como le dije, yo sería la última persona que pensaría en abandonar a un hijo y el solo hecho de saberlo mío anularía cualquier otra consideración.

Giulian cerró los ojos con resignación, la pasada noche había estado hablando con Iván y éste le había hecho comprender que sin importar lo que pudiese ser o suceder con ese niño, nada movería a Samantha o a Mael a deshacerse de él y eso había quedado más que demostrado en el caso de Mael cuando había arriesgado su vida por salvarlo, y en el de Sam cuando todos pudieron percibir la corriente de energía que se cruzó entre ella y el bebe apenas lo vio, de modo que sería inútil oponer ninguna clase de resistencia, aparte de que no les asistía ese derecho. Del mismo modo que le había quedado claro de forma personal, que sin importar lo que ella decidiese él la apoyaría aun a costa de su propia vida.

-         ¿Y qué han pensado hacer?  --  preguntaba Eowaz en aquel momento  --  ¿Piensan contraer matrimonio?

En este punto Giulian abrió los ojos al doble de su tamaño, porque si bien estaba dispuesto a hacer todo lo que fuese necesario para apoyar a Sam si quería quedarse con su hijo, en ningún caso había considerado la posibilidad de que se casase con Mael.

-         No señor, la nena y yo nos queremos como hermanos y para ser padres de nuestro hijo no necesitamos obligarnos a contraer un matrimonio sin desearlo.

A Eowaz y a Iván que sabían de cierto lo mucho que Mael amaba a Samantha, no se les escapó la nota de profunda tristeza en la voz del chico, pero eso solo aumentó la ya muy crecida admiración que sentían por aquel joven. Con aquella afirmación solo demostrada una vez más su enorme honradez, valor y el indiscutible y desmedido amor que sentía por ella. Y a Giulian no le quedó más remedio que reconocerlo también, Mael Berserker nunca representaría una amenaza en relación a Samantha.

-         Bien, entonces les deseo la mejor de las suertes y estoy seguro que serán unos excelentes padres. Así como espero que no olviden que cuentan con todos nosotros en el momento y de la forma que nos necesiten  --  les dijo Eowaz

-         Gracias señor  --  dijeron ambos

-         Nos reuniremos en la Sala del Consejo en media hora, pero necesito que vengas conmigo Giulian  --  les dijo a los Arzhaelíes y disculpándose, se marchó en compañía de Giulian

Sam y Mael se acercaron a Iván y colocaron al niño en sus brazos. Era la primera vez que Iván lo cargaba y podía examinarlo de cerca. El bebe tenía características de ambos, los negros y suaves cabellos de Sam aunque algunos rizos rubios de entremezclaban en la cabellera del niño, así como la nariz de la chica, pero los ojos y la boca eran sin duda alguna los de Mael, y aunque habían visto que los primeros podían cambiar de tonalidad, conservaban la expresión de los de su padre.

-         ¿Ya han decidido cómo lo llamaran?  --  les preguntó mientras lo miraba con ternura

-         Elijah Daniel  --  le dijo Sam

-         Me parece una excelente elección.

-         Iván, tú has sido para nosotros no solo nuestro tutor sino nuestro padre, de modo que esperamos le permitas a Elijah considerarte y llamarte abuelo  --  le dijo Mael

Iván tenía un grueso nudo en la garganta y aunque hizo el mayor de los esfuerzos por retener inútilmente la emoción que inundaba la verde profundidad de sus hermosos ojos, ésta se desbordó en forma incontenible.

-         Si alguien dijese alguna vez lo contrario, moriría en forma lenta y dolorosa. Seré el más orgulloso de los abuelos  --  les aseguró

Después de un rato más, tuvo que hacer otro esfuerzo para dejarlos pero debía ir a reunirse con los miembros del Consejo. Le dio un beso en la frente a Elijah como siempre lo había hecho con su madre y otro a ésta, abrazó a Mael y se marchó.

Cuando Iván llegó a la Sala del Consejo ya estaban allí los demás, pero sintió un enorme dolor en el corazón al ver las sillas de Eve y Vlad vacías. Aquella desquiciada guerra se había llevado a demasiados seres amados y nada llenaría aquel enorme vacío.

-         Los he reunido porque con todo lo sucedido, aquello que nos vimos obligados a postergar debemos llevarlo a cabo ahora  --  comenzó Eowaz  --  Aún no hay ninguna prueba concluyente que nos indique cómo están los Douglas, pero espero que estén en condiciones de ocupar sus lugares de nuevo. Sin embargo, y aun así, seguimos siendo demasiado pocos, de modo que debemos proceder al nombramiento de los nuevos miembros del Consejo  --  hizo una pausa y los miró  --  Seguimos estando de acuerdo con respecto a quiénes serán ¿no?  --  y todos asintieron  --  Bien, si es así entonces creo que lo mejor es llamarlos de inmediato, aunque la ceremonia la llevaremos a cabo una vez que todo vuelva a la normalidad, pero debido a los eventos recientes se imponen algunos ascensos dentro de la Orden, de modo que me gustaría contar con la opinión de los nuevos miembros del Consejo Arzhaelí para determinar éstos.

-         Señor, por supuesto estoy de acuerdo pero hay un caso en particular que me gustaría discutir ahora  --  dijo Delos

-         ¿El de quién?

-         Jonathan McKenzie. Sé que alcanzó el grado de Arzhaelí hace relativamente poco tiempo, pero no sería la primera vez que esto sucede y creo con la mayor honestidad que a pesar de ser hechura de los Cornwall, el chico no solo ha demostrado un valor y una lealtad superiores, sino que posee una capacidad de discernimiento y ecuanimidad en situaciones sumamente comprometidas mayor de la que habría cabido esperar en alguien que todos habíamos conocido como muy impulsivo. Aparte de que su participación en todos los eventos de los dos últimos años ha sido enormemente destacada, por decir lo menos. De modo que en mi humilde opinión, debería ser considerado para formar parte de este Consejo.

Eowaz guardó silencio y analizó lo que Delos acaba de decir. No era que él mismo no lo hubiese pensado, porque no solo estaba de acuerdo con lo expuesto sino que tenía motivos mayores para considerarlo, ya que sabía mejor que ninguno de los allí reunidos las cosas que Jonathan McKenzie había hecho y más las que había callado. Estaba perfectamente al tanto de que era un sujeto con una efectividad de casi el cien por ciento, ya que le había encargado en secreto las misiones más peligrosas y había conseguido todo cuanto Eowaz le había pedido siempre y con la mayor discreción. Además de saber que a pesar de parecer un payaso a tiempo completo, era uno de los individuos más letales que había conocido. Después de Garlan McEwan, Jonathan McKenzie era la carta más segura de Eowaz cuando se trataba de asuntos peligrosos y secretos. De manera que ciertamente lo había considerado pero él seguía siendo un ser humano y no había querido ser acusado nuevamente de favoritismo como sucediese años antes con los Douglas, los Natchzhrer y los Cornwall, que a pesar de haber demostrado todos y cada uno de ellos sus capacidades superiores, siempre lo señalaron por el veloz ascenso de unos chicos.  Pero si la postulación provenía de otro respetado miembro del Consejo, él lo apoyaría gustoso.

-         ¿Dorila?  --  le preguntó a la Arzhaelí

-         Estoy de acuerdo, señor

-         ¿Iván?

-         Definitivamente de acuerdo, señor

-         ¿Giulian?  --  preguntó por pura fórmula, porque sin duda sería el más de acuerdo

-         Por primera vez en la vida estoy de acuerdo con este sujeto  --  dijo mirando a Delos

-         Bien, entonces no creo que haya mucho más qué discutir

Formó la familiar esfera y envió mensaje a todos los involucrados, y unos minutos después comenzaron a hacer acto de presencia los Arzhaelíes. Alaric llegó en compañía de Daira, unos minutos después llegó Jonathan seguido de Waleska y Armel. Posteriormente llegó Philip y por último luego de varios minutos, apareció Garlan disculpándose por la demora.

-         Lo siento señor, pero quería terminar de escuchar lo que me estaba diciendo el desgraciado de Shepard  --  dijo

-         Y espero nos lo informes luego  --  dijo Eowaz  --  Ahora queremos hablar con ustedes.

Los siete Arzhaelíes adoptaron posición de firmes y se formaron de cara a los miembros del Consejo. A excepción de Waleska y Armel, los demás se estaban preguntando  de qué se trataría ahora y a dónde los enviarían, porque con las declaraciones de algunos de los Nemhain que no se habían suicidado, sabían que todos tendrían misiones que cumplir en los más diversos lugares del planeta. Mientras que Waleska y Armel expertos en percepción, supieron de inmediato que aquello no tenía que ver con ninguna misión.

-         Señores esto debimos haberlo hecho en diciembre, pero con la emergencia que vivíamos tuvimos que suspenderlo. Los miembros de éste Consejo y siguiendo las normas que rigen nuestra Orden, hemos decidió en forma unánime que sean ustedes designados como los nuevos integrantes del mismo.

Los Arzhaelíes reaccionaron de forma inmediata y como correspondía, doblaron una rodilla e inclinaron las cabezas en señal de aceptación y obediencia. Pero Jonathan McKenzie estaba tan sorprendido que se quedó clavado e inmóvil con los ojos fijos en Eowaz.

-         ¡Jonathan!   

El chico escuchó la voz apremiante de Iván que llenó todos los espacios que habían quedado vacíos en su mente y apresuradamente adoptó la misma posición de sus compañeros, mientras Giulian casi suelta la carcajada.

-         Pueden ponerse de pie  --  les indicó Eowaz y así lo hicieron  --  Si hay algún motivo por el que alguno de ustedes considere que no puede cumplir con lo que se les ha designado, este es el momento para exponerlo.

-         Señor  --  dijo Philip  --  me siento honrado pero usted sabe que me convertí en un instructor cuando usted decidió enviarnos a la Academia ¿se me permitirá seguir en mi cargo?

-         Estamos conscientes del excelente trabajo que realizan todos ustedes en la instrucción de los aspirantes a Krigers, pero como bien saben, siendo miembros del Consejo no podrán dedicarse a tiempo completo a la instrucción como requieren los aspirantes, sin embargo, los Krigers siguen recibiendo instrucción y será a lo que se dediquen ahora, porque como también saben, hemos perdido a varios de nuestros hermanos que cumplían con esa función.

-         ¿Podemos proponer a quien nos sustituirá?  --  preguntó Alaric

-         Por supuesto, de ahora en adelante ustedes tienen voz y voto en todas las decisiones de este Consejo, y ciertamente eso es algo que nos corresponde a todos  --  le dijo Eowaz  --  ¿Alguien más?  --  y como nadie dijo nada continuó  --  La ceremonia de aceptación se efectuará una vez que todo vuelva a la normalidad, pero tenemos mucho qué hacer antes de eso y confío en que no tengan inconveniente en comenzar con sus nuevas ocupaciones de forma inmediata.

Todos asintieron y Eowaz comenzó a hacer los planteamientos más urgentes. Una vez finalizada esa primera reunión, Giulian e Iván se quedaron con Eowaz.

-         Una vez que terminen de marcharse todos los refugiados, Arx será convertido únicamente en la Sede de la Orden y por supuesto continuará siendo el centro de instrucción  --  les dijo 

-         Es decir que no volveremos a Kelten  --  dijo Iván

-         En realidad nunca debimos abandonar Arx, pero fue una decisión que tomó un Consejo muy anterior al nuestro, sin embargo siempre he considerado que no debemos estar mezclados en la política de nuestro pueblo, nuestra misión es mantener el equilibrio de la energía, proteger lo que nos fue confiado y brindar seguridad a nuestra raza si así nos lo requieren, y eso podemos hacerlo sin necesidad de estar en el centro de actividad política. Nuestra Sede en Kelten será puramente nominal, cuando nuestra presencia sea requerida por los miembros del Consejo de Estado, sostendremos dichas reuniones allí, pero el resto de nuestras actividades serán realizadas aquí como corresponde.

-         ¿Y quién será el enlace entre el Consejo de Estado y nosotros?  --  preguntó Giulian

-         Eso lo discutiremos en la próxima reunión, pero faltando Leomer, tenía esperanzas de que lo hicieras tú.

-         Te estás equivocando de sujeto, el que tenía talento para eso era Vlad, no yo, esos individuos me exasperan y terminaré quitándole la cabeza a algún infeliz de esos  --  dijo de malos modos

-         Puedo sugerir que piensen en Dan  --  dijo Iván  --  ya sé que aún es pronto y no tenemos ningún resultado todavía, pero confío en que estarán bien y Dan siempre tuvo un talento muy especial para la diplomacia, de modo que aunque quiera quitarles la cabeza como tú  --  dijo mirando a Giulian  --  a diferencia de ti, si fuera necesario lo haría con palabras y no con hechos.

-         Lo consideraré, pero en cualquier caso es algo que discutiremos más adelante, ahora lo que quiero saber es qué harán ustedes  --  les dijo  --  ¿Piensan volver a Allia?

-         No  --  dijeron ambos y se miraron

Aquello era algo que no habían conversado, pero sin duda ninguno de los dos podría vivir allí sin Vlad y sin Eve, al menos no por ahora.

-         Si es así y si lo desean, pueden quedarse en Arx, como miembros del Consejo tienen el derecho a residir en la Sede.

-         Lo sabemos pero si bien nosotros podemos los chicos no, así que está fuera de consideración  --  dijo Iván

-         Tenemos muchas propiedades, de modo que escogeremos una de ellas y asunto concluido  --  dijo Giulian, pero Eowaz los miró con cierta pena

-         Todos esperamos que los Douglas sean encontrados sanos, de modo que los gemelos probablemente se vayan con sus padres, y en el caso de Gail, no creo que pase mucho tiempo antes de que desee casarse con la señorita McKenzie, y si el Consejo lo aprueba tengo planes para Mael. De modo que solo les recuerdo que esta siempre será su casa cuando deseen hacer uso de su derecho.

Los dos Arzhaelíes salieron con un peso enorme en sus corazones, lo que les había dicho Eowaz era absolutamente cierto y lo sabían, pero no habían pensado en ello. A decir verdad ninguno de los dos se imaginaba viviendo sin los chicos por ningún motivo. Y si Iván terminaba por aceptarlo, no era el caso de Giulian. De modo que mientras caminaban hacia la parte del Castillo que ocupaban, Giulian se detuvo con brusquedad.

-         ¿Qué?  --  preguntó Iván que también iba sumido en sus propios negros pensamientos

Sin embargo, Giulian pocas veces explicaba nada. Tomó a Iván por un brazo y lo arrastró hacia quién sabía dónde.


Sam y Mael se encontraban en la habitación de Brendan con Elijah. De entrada los dos niños parecían llevarse bien, algo que los alegró mucho. Danny y Gail se habían unido a ellos hacía un rato y hacían payasadas para entretener a los bebes cuando entraron Aderyn y Diandra. Al ver sus expresiones supieron que tendrían problemas. Sam acomodó a los niños en la cuna, les colocó unos juguetes y se volvió hacia las chicas.

-         ¿En qué problema estamos metidos ahora?  --  preguntó Gail

-         Es mamá  --  dijo Aderyn  --  ya no sabemos qué hacer con ella, a papá le está costando mucho mantenerla calmada y hace un momento comenzó a gritar que quería salir de aquí y volver a casa lo antes posible.

-         Por otra parte, Anastasia está mortificando a Kenny con el mismo asunto, pero en su caso quiere que se vayan a Rusia  --  agregó Diandra

-         ¿Es decir que los Lèbedev piensan volver a Rusia?  --  preguntó Danny

-         Al menos los padres sí, porque no creo que Kenny pueda hacerlo a menos que fuese enviado a trabajar allá, pero aun así dudo mucho que quiera hacerlo, y en el caso de Casander, piensa ingresar como aspirante a Kriger  --  aclaró

-         ¡Demonios!  --  exclamó Danny

Por un momento tuvo la esperanza de deshacerse definitivamente de Casander, pero era obvio que eso no sería posible. Mientras que Gail pensaba en otro asunto que le molestaba muchísimo más.

-         ¿Qué ha dicho tu padre?  --  le preguntó a Aderyn

-         Hablará con Eowaz tan pronto como él pueda atenderlo.

Sin decir nada más, Gail se encaminó hacia la puerta y de forma casi inmediata Sam y Mael se movieron para detenerlo.

-         No hagas una tontería Gail  --  dijo Mael sujetándolo por un brazo

-         ¡Suéltame!

-         Gail por favor, esperemos a ver qué dice Peter  --  le pidió Sam  --  debemos entender a Anne, está pasando por un momento terrible, aparte de que es lógico que desee regresar a su hogar, todos estábamos aquí por necesidad.

-         Todo eso está muy bien  --  dijo el chico mientras hacía esfuerzos por vencer la fuerza de Mael que lo tenía firmemente sujeto  --  pero no voy a permitir que se la lleven a ninguna parte.

-         Gail sé razonable  --  dijo Aderyn acercándose a él  --  somos Krigers, ni siquiera sabemos si nos darán permiso para ausentarnos, y si lo hacen seguramente solo podré ir a Escocia por unos días.

Mientras ellos se ocupaban de Gail, Danny se había acercado a Diandra y la había sujetado por los hombros.

-         No voy a ir a ninguna parte Douglas, así es que suéltame

-         ¿Estás segura?

-         Por supuesto, soy mayor de edad y no pueden obligarme a ir a ningún lugar que yo no desee, pero si es necesario ayudaré a tío Peter a instalar a tía Anne y regresaré tan pronto como sea posible.

-         Bien  --  dijo él con su sequedad acostumbrada, pero le dio un nada tranquilizador beso a Di antes de soltarla


Muchas cosas estaban a punto de cambiar y nadie tenía ni idea de ellas, pero de lo que todos estaban seguros, era de que no querían separarse y harían lo que fuese necesario para no hacerlo. 

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